La tarde del 27 de septiembre y hasta el 28, la comunidad judía se une en un solo espíritu por la expiación y la búsqueda de un mundo mejor.
La importancia del Día del Perdón es más que una tradición de la comunidad judía, es un mensaje de reconciliación, arrepentimiento y expiación por las faltas que se han cometido y un compromiso por hacer los cambios necesarios para lograr un nuevo año de mayor paz y prosperidad.
El Yom Kippur (“Día del Perdón”) es una festividad de la religión judía considerada como el momento más sagrado del año y marca el final de los días de penitencia iniciados en Rosh Hashaná, el año nuevo judío.
El ayuno es parte esencial del Yom Kippur, un acto de humildad y sacrificio que inició a las 14:00 hrs., del 27 de septiembre y concluye 24 horas después. En este tiempo, la comunidad hebrea en todo el mundo dedica tiempo a la oración, meditación y reconocimiento de las faltas que ha cometido durante el año que culmina y entrega un voto de arrepentimiento y favorece con el perdón a los que los han ofendido.
El sacrificio incluye la abstención de actividades cotidianas como viajes, compras, uso de vestimentas ostentosas y, en el caso de las mujeres, el uso de maquillaje.
La cena previa al ayuno del “Día del Perdón” es especial, sin consumo de bebidas alcohólicas, comidas grasas, condimentadas o fritas, para preparar al cuerpo a un prolongado periodo de abstinencias.
En 2020, el Yom Kippur culmina con los diez días de reflexión que comenzaron el 18 de septiembre con la entrada del año nuevo judío 5781 y los fieles judíos piden perdón con una oración principal Kol Nidré, que se recita antes de la puesta del sol. Es la oración con la que se pide la anulación de los compromisos no cumplidos. En este día se acostumbra a vestir ropa usada, pues la celebración invita a despojarse de lo material.
Asimismo, los judíos suelen pasar el día en la sinagoga. Si bien, este año, por las circunstancias de la pandemia del Covid-19, no será posible seguir esta tradición por las medidas de sana distancia.