trabajadores de la construcción

Ayuda fundación a trabajadores de la construcción a alfabetizarse y a terminar estudios

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Después de que las actividades de la construcción no fueran consideradas como actividades esenciales durante la pandemia, un total de 821 estudiantes lograron graduarse y finalizar sus cursos escolares.

Para el 24 de marzo de este año, México entraba de manera formal en la fase 2 de la pandemia por COVID-19, pese a ello, la actividad de la construcción no se había detenido aún y algunos proyectos seguían en marcha.

En ese momento, Jesús Esteva Medina, titular de la Secretaría de Obras, comunicaba a los medios la necesidad de no suspender las obras, y aseguraba que los trabajadores tomaban las medidas necesarias para poder continuar su labor durante la contingencia. Las actividades de la construcción fueron suspendidas días después.

En entrevista con El Semanario, Roxana Fabris, presidenta ejecutiva de la Fundación Construyendo y Creciendo, aseguró que el programa a distancia dio un giro de 180° a los planes de la Fundación; sin embargo, ante la pandemia por COVID-19, se vieron obligados a forzar la marcha y acelerar los procesos de aprendizaje.

“En lugar de que el estudiante vaya a la escuela, la escuela viene al estudiante. A mediados de marzo, iniciamos este proceso de educación a distancia, el cual a través de llamadas telefónicas, correo electrónico, WhatsApp y redes sociales como Facebook, propusimos herramientas para que los trabajadores de la construcción pudieran continuar con su proceso educativo, aunque sólo el 50% de ellos siguieron estudiando desde sus casas”.

La organización apoya a que los estudiantes –como los llama Roxana– completen su sueño de aprender a leer y escribir, a lograr sus estudios o bien obtener el certificado que avale sus conocimientos en coordinación con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), lo que les permite mejorar su calidad de vida y la de sus familias, así como tener un mejor desarrollo humano y profesional.

En sus 14 años de trayectoria, la Fundación Construyendo y Creciendo se ha esforzado en lograr que más de 25 mil trabajadores de la construcción continúen sus estudios, e incluso, logren la alfabetización en el idioma español.

trabajadores de la cosntruccion tomando clases

De acuerdo con las últimas cifras presentadas por el INEA, en México más de 3 millones 704 mil personas adultas no saben leer ni escribir, lo que nos posiciona en el lugar 66° en la tasa de alfabetización de la UNESCO.

Por otra parte, en el marco de la crisis sanitaria ocasionada por el SARS-CoV-2, la brecha digital existente en el país dificultó el modelo de aprendizaje para este sector educativo. La transición hacia la nueva normalidad tuvo sus variantes, para aquellos que tienen acceso a la tecnología, sin duda su proceso de adaptación resultó ser más amable, ¿Pero qué pasa con aquellos que no tienen ni celular o acceso a Internet?

Tras la contingencia, Roxana Fabris detalló que la adaptación a las nuevas tecnologías, tanto para el alumnado como para la organización Construyendo y Creciendo, significó un gran reto que todos decidieron asumir y tomar con seriedad con la finalidad de que los trabajadores de la construcción completaran sus estudios en una modalidad virtual.

“Con ayuda de otras organizaciones, pudimos brindar algunos equipos de cómputo y tabletas a nuestros estudiantes. Tuvimos algunos casos de trabajadores que no conocían Zoom y ahora muchos de ellos con la ayuda de algún familiar o vecino, a través de nuestras plataformas educativas, toman sus clases con las nuevas tecnologías. Apreciamos su esfuerzo por no rendirse ante estas adversidades y continuar ante todo con su aprendizaje”.

La labor que Construyendo y Creciendo ha realizado en favor de los trabajadores de la construcción se ve reflejado en más 7 mil graduados de preparatoria en 17 estados de la república.

El sentimiento de solidaridad y apoyo no pasó desapercibido en estos tiempos de pandemia, con la ayuda de organizaciones como CEMEX, AT&T, Deacer, Fundación Gigante, Axioma Proyectos, entre otros, Construyendo y Creciendo hizo posible la entrega de más de 5 mil despensas físicas y en tarjetas precargadas, siete becas mensuales para madres trabajadoras solteras y 700 kits de protección ante el COVID-19.

Un mundo de mujeres

En una fundación que va dirigida a un sector eminentemente de hombres, Roxana Fabris es la primera mujer en encabezar la Presidencia Ejecutiva de la fundación Construyendo y Creciendo, lo cual ella misma señala como un orgullo, pues además de Roxana, más del 50% de los colaboradores que operan en la fundación son mujeres.

“En la Industria de la Construcción, mas o menos el 10% son mujeres, y esta cifra ha ido en aumento en los últimos años. Ahora podemos ver a muchas de ellas en empleos como operadoras de maquinaria, plomeras, carpinteras, desde luego ingenieras y arquitectas, pero también se hace más común ver que muchas de estas mujeres que están en las obras, asisten a nuestras aulas”, señaló la arquitecta.

A pesar de que la proporción en la industria no es mucha, Roxana nos comparte su entusiasmo de que en las aulas de la fundación, el porcentaje de alumnas ha ido creciendo con el tiempo, siendo el 40% las mujeres que deciden tomar cursos o estudiar con ellos para lograr un mejor nivel educativo.

“Selene”, como muchas otras mujeres trabajadoras de la construcción, tuvo que sortear entre continuar con sus estudios de preparatoria con el modelo educativo que tomaban sus hijos frente al televisor. Ante los ojos de ellos, Selene generaba una sensación de orgullo por verla estudiando y esforzándose en conseguir una mejor calidad de vida mediante la educación.

“Una vez que los hijos ven a sus padres estudiando, hay menos probabilidades de que abandonen la escuela. La admiración y el orgullo que pueden sentir hacia los padres los impulsa a seguir con sus estudios y sacar mejores notas”, puntualiza Roxana.