Los desordenes mentales ¡No son un adjetivo!

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¿Te han dicho depresivo, psicótico o anoréxico? Ya es hora de que conozcas de qué van los trastornos mentales que usas indiscriminadamente para hablar de forma cotidiana.

Con el paso del tiempo, los términos propios de ciertas profesiones, teorías o métodos se van colando en el lenguaje popular y no es extraño escuchar por la calle cosas como: “eres un inconsciente” -aún cuando eso no puede ser del todo cierto-.

La desestructuración del lenguaje nos ha llevado a condiciones tales que, hoy en día, cualquier vocablo vale para ser insertado en una oración y resignificar algo completamente distinto a lo que su origen, de hecho, marca. Así pues, la psicología no se salva de ello y existen infinidad de desordenes mentales que son usados de forma indiscriminada como adjetivos, devaluando y confundiendo la condición propia de los mismos y creando una cultura de cero diferenciación y entendimiento verdadero de los mismos ¿no lo crees? Aquí te presentamos algunos ejemplos:

“Mi mamá me grito ayer ¡Es tan bipolar!”

Aunque tu mamá hubiera estado del mejor humor unos segundos antes, probablemente hiciste algo que justificó el regaño y los gritos. No, no es bipolaridad cuando, de hecho, existe un motivo real que explique ese ‘cambio repentino’ de humor. La bipolaridad, por el contrario, es un trastorno que se presenta en dos etapas: una maníaca -de mucha exaltación, conductas de riesgo, energía generalizada y ansiedad- y otra depresiva -de aplanamiento emocional, tristeza, perdida del apetito e interés-.

Se caracteriza por mantener al sujeto en un mismo estado (depresivo o maníaco) durante un largo tiempo -en ocasiones hasta seis meses- para después hacer repentinamente un cambio hacia otro estadio; la enfermedad implica una serie de problemas secundarios relacionados con las decisiones que el sujeto realiza mientras se encuentra en su fase depresiva o maníaca.

La bipolaridad es un trastorno que se presenta en dos etapas: una maníaca y otra depresiva /Imagen: Tumblr

“¡No me espantes! Casi me diste un ataque de pánico”

No, probablemente lo único que te hubiera dado sería un ataque al corazón. Un ataque de pánico mantiene diferencias fundamentales -aunque cuando sucede el sujeto llega a pensar que en realidad sí es un paro cardiaco o que esta muriendo-, se trata de un periodo en el que la ansiedad del sujeto se eleva a puntos tan críticos que comienza a generar, sin previo aviso, síntomas físicos visibles: perdida de la capacidad para respirar, sudoración, mareo, perdida momentánea de la consciencia, pensamientos catastróficos, temblores, entumecimiento de extremidades o  sentimientos de irrealidad.

“Luces tan anoréxica”

Puedes lucir delgada, delgada en realidad…. pero las personas anoréxicas mantienen otras características físicas distintivas además de su extrema delgadez, por ejemplo la perdida de calorías de forma poco saludable va acompañada también de manchas en la piel, dientes amarillentos (perdida del esmalte natural), pérdida de cabello o de su lustrosidad, incapacidad para mantener el calor corporal, cansancio generalizado, sueño, perdida de concentración y en muchos casos enfermedades intestinales o del aparato respiratorio.

Perdida de calorías de forma poco saludable va acompañada también de manchas en la piel, dientes amarillentos /Imagen: Tumblr

“¡Deja de ser un completo psicótico!”

La psicosis no es lo mismo que ser exagerado, ser desagradable o irritante. De hecho, la psicosis es uno de los trastornos mentales más delicados que pueden existir. Se caracteriza por la distorsión que el sujeto tiene de la realidad, más específicamente, a la perdida del contacto con ella. Las personas que la presentan suelen mantener delirios  o alucinaciones, cambios bruscos en la personalidad y pensamiento desorganizado. Sus síntomas pueden estar acompañados por comportamientos inusuales o extraños, existe dificultad para llevar a cabo las tareas de la vida diaria e incluso para mantener un contacto social.

“Ayer me sentía muy deprimido”

Puedes haber estado triste porque si en verdad hubieras tenido depresión, ésta nunca se habría ido de un día para otro. Para su diagnostico debe de haber existido un periodo mínimo de seis meses en los cuales se presentaran síntomas como: aplanamiento emocional, perdida de interés en actividades que antes disfrutabas, cambios en la rutina de sueño y de alimentación, fallos en la memoria y la concentración, estado general de tristeza la mayor parte del día -la mayoría de los días-, retraimiento y enlentecimiento motor.

Estado general de tristeza la mayor parte del día -la mayoría de los días-, retraimiento y enlentecimiento motor/Imagen: Tumblr

“Me quede despierto hasta la 1:00 am ¡Mi insomnio es tan malo!”

El insomnio autoinflingido es algo a lo que muchos sujetos entran gustosos hoy en día, se trata de obligar al cuerpo a mantenerse despierto en orden a hacer algunas actividades de ocio como mantenerse conectado en las redes sociales, jugar videojuegos o mirar TV; sin embargo, eso no significa que realmente tengan insomnio. Este trastorno del estado del sueño se caracteriza por la pérdida completa de sueño durante largos periodos de tiempo, aún cuando el cuerpo y la mente se sienten cansados, existe una incapacidad para conciliar el sueño o para mantenerlo. Aunado a esto existe una baja concentración e incapacidad para sentirse activo durante el día.

“Sólo como dulces de color rojo ¡ mi TOC esta volviendo de nuevo!”

Las pequeñas curiosidades y detalles que nos hacen particulares o especiales -ya sabes, esas pequeñas excentricidades que todos tenemos– para nada pueden compararse con la presencia de un Trastorno Obsesivo Compulsivo. El TOC responde a un trastorno de ansiedad que se caracteriza por la presencia de un pensamiento angustioso que el sujeto sólo es capaz de olvidar a través de la descarga, es decir, realizando un comportamiento que logre controlarlo, evitarlo o resolverlo.

Muchos son los casos de personas que deben revisar que la puerta de su carro haya quedado verdaderamente cerrada y para esto se aseguran 30 veces de ello, otros necesitan hacer repeticiones de palabras, algunos más deciden que necesitan tener las más mínimas cosas y situaciones en orden o en pares o acomodados de cierta forma, algunos se obsesionan con la limpieza y otros tantos mantienen un sin fin de descargas más. Un TOC no es un gusto extraño pues la diferencia recae en que muchas veces no son conductas que el sujeto disfrute en lo absoluto, sin embargo, siente la necesidad de realizarlas en orden a evitar un evento catastrófico imaginario.

El TOC responde a un trastorno de ansiedad que el sujeto sólo es capaz de olvidar a través de la descarga/Imagen: Tumblr

 

 

 

 

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