El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama asiste al encuentro deportivo de béisbol en Cuba; esta celebración recuerda “la diplomacia del ping-pong” de 1970.
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Cuba.- El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama asiste al encuentro de béisbol entre un equipo de las Grandes Ligas (Rays de Tampa Bay) y la escuadra nacional de Cuba.
A decir de Obama, el encuentro deportivo es “símbolo de los lazos entre los estadounidenses y cubanos a pesar de décadas de aislamiento; un paso pequeño que demuestra que nuestras naciones pueden empezar a superar las divisiones del pasado y contemplar un futuro fuerte”.
Una de las cosas que tiene en común ambas naciones es el béisbol por lo que Obama anunció “llevaré a mi esposa Michelle y a nuestras hijas a un partido de béisbol. Es algo que hacen a menudo los estadounidenses, pero este es un partido extraordinario”.
Anteriormente, el Rob Manfred, comisionado de las Grandes Ligas dijo “El juego contribuirá a desarrollar las relaciones entre los dos países”. Más tarde, Joe Torre jefe de operaciones de las Grandes Ligas afirmó “el idioma del béisbol es la religión de Cuba y también de Estados Unidos”
Es probable que Obama, gabinete y familia disfruten el encuentro al lado del presidente Raúl Castro, en el estadio Latinoamericano, que es el principal complejo deportivo construido en 1946 con capacidad para 55 mil aficionados.
[box type=”shadow” ]En 1999 el expresidente Bill Clinton impulsó otro encuentro de béisbol como parte de su iniciativa para mejorar las relaciones entre Washington y La Habana. En ese año, el equipo nacional de Cuba enfrentó a los Orioles de Baltimore. [/box]
El antecedente: ”La diplomacia del ping-pong”
La visita histórica de Estados Unidos a la isla se le ha llamado “la diplomacia del béisbol” que sin duda, aporta al mejoramiento entre ambos países.
No es la primera ocasión cuando el deporte se mezcla con objetivos políticos. El capítulo más recordado sucedió en 1970 con la llamada “diplomacia del ping-pong” cuando chinos y estadounidenses intercambiaron fuerzas en un partido de tenis; donde había un entorno político poco favorable.
Dos años más tarde el presidente Richard Nixon programaría su visita histórica a China.
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