Las elecciones del próximo domingo estarán marcadas por el escándalo de corrupción que involucra a funcionarios del gobierno, protestas, exigencias por la renuncia de Otto Pérez, incluso en algunos casos, se reclama la suspensión de los comicios.
Guatemala (elsemanario.com).- A seis días que se celebren las elecciones presidenciales en Guatemala, el país centroamericano sigue sumergido en una crisis provocada por el destape de la red de corrupción que involucra a varios funcionarios de alto nivel, alcanzando incluso al todavía presidente Otto Pérez Molina.
Según medios locales e internacionales que llevan un seguimiento cercano de la situación, son pocos los candidatos con reales posibilidades de ganar los comicios, en gran medida por el bajo nivel de propuestas para cambiar el rumbo al país y a que la mayoría de los candidatos tiene un pasado que los relaciona con expresidentes o con la cúpula militar.
Los candidatos
Son catorce los candidatos que están enlistados en las boletas y que contendrán por la presidencia de Guatemala, aunque de acuerdo a las encuestas, sólo tres tienen posibilidades de triunfo y según una nota de El País, en donde se exponen las fortalezas y debilidades de cada uno.
Se trata, en primera estancia de Manuel Baldizón, el empresario que creó su propio partido –Libertad Democrática Renovada (Lider)– y quien hasta el momento encabeza las encuestas (24.9%). Sin embargo, de acuerdo con el diario español, su candidatura va en picada luego que varios compañeros de fórmula, entre ellos su candidato a la vicepresidencia, fueran acusados de lavado de dinero.
Detrás del empresario que además ha rebasado por mucho el tope de gastos de campaña, se encuentran dos peculiares aspirantes a la presidencia. Son Jimmy Morales –Frente de Convergencia Nacional (FCN)– y Sandra Torres –relacionada con el expresidente de Álvaro Colom–, ambos con una intención del voto cercano al 15%.
Morales, considerado “candidato sorpresa”, es un comediante de televisión de 46 años, con estudios en Administración de Empresas y un doctorado en Seguridad Estratégica. A su favor tiene que es visto ajeno a la clase política “tradicional”, pero en contra está que es impulsado por los sectores más conservadores del Ejército (los halcones de la guerra de guerrillas vigentes entre 1960 y 1996).
Por su parte, Torres, de 60 años, licenciada en Ciencias de la Comunicación y exesposa de Colom (presidente entre 2008 y 2012), ve en su aceptación en la gente del campo –asistida por las políticas sociales durante el mandato de su exmarido– su mayor fortaleza. No obstante, su debilidad está en las áreas urbanas, donde no está muy bien identificada.
El análisis que hace el medio ibérico es que el resto de los candidatos son tan dispersos como carentes de propuestas, sin embargo, hace referencia a algunos que podrían sobresalir como; Zury Ríos, la hija del exdictador Efraín Ríos Montt, sujeto a proceso judicial y economista, Lizardo Sosa, expresidente del Banco de Guatemala (Central) que es visto como el único que propone algo novedoso y real para un gobierno de transición.
Elecciones marcadas por el abstencionismo
Y es que este último punto, el de un gobierno de transición es muy necesario pues de acuerdo con analistas guatemaltecos, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no puede garantizar la legitimidad de las elecciones.
Lo anterior se ve reflejado con los sondeos que estiman que los comicios estarán marcados por la abstención (que podría alcanzar el 30%), asentada en gran medida al hartazgo que tienen los guatemaltecos de la clase política y al reciente escándalo de corrupción que cimbró al país.
Las elecciones se llevarán a cabo en medio de un ambiente de protestas ciudadanas, de exigencias por la renuncia de Otto Pérez, incluso en algunos casos, se reclama la suspensión de los comicios.
Las marchas que exigen la renuncia de Otto Pérez
Son ya casi dos semanas desde que se descubrió la red de corrupción que involucra a varios funcionarios del gobierno de Otto Pérez Molina, incluso la ex vicepresidenta Roxana Baldetti ya fue remitida a prisión. La crisis ha llegado a tal nivel que las marchas exigiendo la renuncia del presidente guatemalteco n han cesado en los últimos días.
La Asamblea Legislativa aún debate si se despoja de inmunidad a Otto Pérez para que sea sometido a juicio político, siendo que la Corte Suprema de Justicia ya dio su aval al iniciar los trámites para enjuiciarlo por una presunta participación en la red de corrupción denominada “La Línea”, en la que funcionarios recibieron sobornos de empresarios con el fin de evadir impuestos por servicios aduanales, desfalcando al fisco por millones de dólares.
El dato de las elecciones
Las elecciones están pactadas para este domingo 6 de septiembre, a las que están convocados alrededor de 7.5 millones de guatemaltecos, de los cuales, una gran parte ha participado en las marchas para exigir la renuncia de Otto Pérez y otra está desilusionada de la clase política.
Al igual que en algunos países latinoamericanos, en Guatemala, para ser presidente en la primera ronda electoral, un candidato debe obtener al menos el 50% de los votos válidos emitidos. De no obtener una mayoría absoluta, los dos candidatos con más sufragios irán a una segunda vuelta (pactada para el 25 de octubre), en donde se definirá al nuevo presidente.
Nadie ha ganado en una primera convocatoria en las siete elecciones que se han celebrado desde el fin de las dictaduras militares, en 1985.
