Plusvalía, una palabra con una connotación económica en toda la extensión de la palabra. Sin embargo, con un entendimiento peculiar para cada uno de nosotros. La Real Academia Española la define como el Incremento del valor de un bien por causas extrínsecas a él, siendo lo extrínseco algo externo, no esencial. Es decir, un incremento de su valor por causas externas del bien. No quedando muy clara la definición misma, quiere decir que algo adquiere valor por algo ajeno al mismo.
Indudablemente, esta definición choca con los estudios de Karl Marx sobre la plusvalía, ya que en su estudio sobre la teoría del valor expuso que equivale a lo que no recibe el obrero de su trabajo y que es apropiado por el patrón. En donde el trabajo es una mercancía y su pago corresponde al tiempo de trabajo socialmente necesario para que el trabajador pueda subsistir y reproducirse. Con una jornada de 8 horas, sería dentro las primeras 4 o 5 horas de trabajo en que se cubra esa necesidad (pago al trabajador) y en lo restante se genera el plus-valor que es apropiado por el patrón y que da pie a la así llamada acumulación del capital.
Esa sería una segunda connotación (completamente distinta) a la plusvalía, es el mismo objeto (mercancía trabajo) quien genera el plus-valor que no le es entregado y que es apropiado por el empleador.
Una tercera connotación, y tal vez en la que muchos asocian el concepto plusvalía, tiene que ver con los bienes inmuebles, ¿quién no ha rentado o buscado una casa o departamento y no le han comentado que el predio aumentará su plusvalía? Exceptuando las vecindades, pero un buen vendedor, indudablemente utilizará el término con la intención de generar mucho valor en el bien inmueble que quiere vender o rentar.
En términos de bienes inmuebles, existe el concepto “árbitro de plusvalía”, que es la persona que determina el impuesto municipal sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana. Por lo que en este sentido hablamos de todo un procedimiento métrico para poder saber cuál es el mejor momento para invertir o vender una propiedad.
Se llegó hablar del “Boom inmobiliario” tanto en Estados Unidos como en la Ciudad de México; en Estados Unidos se debió a la facilidad de obtención de créditos, sin embargo, con la crisis de 2008 las tasas de interés no pudieron sostenerse y se vino una de las crisis inmobiliarias más grandes. Se hablaba de la pérdida de plusvalía, que en términos propios no era así, fue una imposibilidad de pago ante el aumento de las tasas de intereses, lo que abarató esos tipos de mercancía.
En la Ciudad de México, después del temblor de 1985, y con las nuevas leyes para construir, aumentó la demanda de inmuebles; asociado a una autorización sin precedentes. Dio pie a la urbe que es el día de hoy, además de la centralización de los poderes en esta parte del país.
El que aumente el precio de un bien inmueble, no depende o no es algo ajeno a él, sino a la demanda sobre el mismo. Por ejemplo, si recién construyen un servicio de transporte, mientras está la construcción, la demanda de vivienda aledaña a dicha construcción disminuye porque todos saben el tránsito que se genera con las obras. Un caso en particular fue la avenida Tláhuac, que cruza varias delegaciones; mientras se construía la línea 12 del metro el tránsito en la zona fue caótico, y la demanda sobre el mismo disminuyó. Actualmente, se ven anuncios que resaltan la plusvalía de la zona al estar comunicadas con el metro. “Zona con alta plusvalía”, la venden ahora. Ojo, es la misma zona que nadie quería rentar por el tránsito, no fue el metro que determinó su aumento de plusvalía, sino la demanda misma.
La plusvalía en términos inmobiliarios se usa para lograr vender o rentar algo. Un anuncio en ese sentido diría que es un departamento con un excelente potencial de plusvalía porque está ubicado en una excelente zona de la ciudad, con todos los servicios cerca. Sin embargo, la gente que vive, por ejemplo, a lado de una escuela, no creo que esté muy contenta por el tránsito que se hace (estacionados en doble fila) y se pasen horas para salir de sus casas, lo mismo sucede con un centro comercial cercano, un metro, etc. No son los servicios cercanos los que determinan el valor de inmueble, sino la demanda del mismo.
Ahora, cuando lean nuevamente la palabra plusvalía, espero ya no la asocien exclusivamente a los que nos quieren vender en términos inmobiliarios, ahora pueden tener presente que es un término acuñado en la teoría del valor trabajo, y que va más allá de una zona en particular para vivir. Las palabras tienen muchas connotaciones y significados, y con esa misma palabra pueden contarse cosas distintas, depende de nosotros qué es lo que queremos creer, así las cosas con el llamado cuento de la economía.