Estoy convencido que es un privilegio encontrar una profesión y un trabajo que nos llene de pasión y satisfacciones. Es como la búsqueda del Santo Grial en términos profesionales, lograr identificar esa actividad que no se sienta como obligación sino como parte de la vida misma con momentos buenos y malos, pero al final llena de aprendizajes, crecimiento y automotivación.
Yo ciertamente soy privilegiado por haberme encontrado en esa situación circunstancialmente, no pude elegir en qué trabajar, pero mi profesión me encontró a mí, como a muchas otras personas les ha pasado (o eso deseo). Me he dedicado, esforzado, equivocado y aprendido, mucho. Pero, en efecto, he logrado un hecho difícil, en este contexto. Encontrarme con más de 80 personas que comparten mucho de esa misma situación tan privilegiada, las llamo colegas y tengo el gusto de trabajar con ellos y ellas todos los días.
Más jóvenes y poco más grandes, lo mismo de México que de Brasil, Colombia, Argentina, Estados Unidos, España. Un grupo de profesionales de primer nivel con quienes compartir retos, pensamiento estratégico, puntos de vista, ideas creativas, filosofía, pragmatismo y, sin duda, valores personales y pasión por la comunicación como una fuente de transformación positiva de la sociedad, de nuestro mundo actual y futuro.
En días recientes, este maravilloso equipo de trabajo ha logrado llevar a la organización que representamos a ser consolidada como la más importante del país en nuestro sector, de acuerdo al ranking de referencia, elaborado por la revista Merca 2.0. Un esfuerzo incansable de 12 años de existencia que, pudiendo parecer poco, ha logrado abrirse camino en un sector que cuenta con compañías con más de 50 años de existencia.
¿Ha sido sencillo?, no; ha sido difícil, cansado y retador, pero también muy divertido, generoso y lleno de aprendizajes. Y como yo lo veo, lo mejor apenas comienza, es un momento clave donde los profesionales de este equipo nos damos cuenta de que ha valido la pena el esfuerzo y el cariño que hemos dado para ayudar a nuestros clientes, amigos periodistas y aliados de negocios.
Qué privilegio es hacer lo que a uno le gusta, qué importante sería que los más jóvenes que están descubriendo su camino piensen en esto y dediquen tiempo a encontrar su fuente inagotable de motivación profesional; su vocación, marcará su vida y futuro
Ser el primero es bueno, mantenerse resulta aún mejor, ya que exige mucha responsabilidad y brinda mínimo o nulo margen de error, pero cuando uno disfruta su día a día, eso se convierte en un motivador más.
Cuando tenemos la capacidad de disfrutar lo que hacemos, el éxito llegará tarde o temprano.