Arte y Dinero

Notre Dame

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El incendio de la Catedral de Notre Dame nos enfrentó a la vulnerabilidad del arte, a su fragilidad, a la sensación de muerte, de algo que se va y que no volverá a responder nuestras preguntas. La destrucción de los testimonios del pasado nos deja sin Historia, el fuego es tan voraz como nuestra negación de la memoria, de la deuda que el presente tiene con lo que antecedió a la pertenencia de esta época. El dolor de esta pérdida es que hoy, con los supuestos avances tecnológicos que tiene la arquitectura y la industria, carecemos de la capacidad artesanal que convirtió en arte la construcción de Notre Dame. La fervorosa idolatría al progreso ha despreciado y pasado por encima de los artesanos, de la herencia generacional de trabajar las maderas, la piedra, hacer capiteles, esculturas, gárgolas, mosaicos, marquetería, todo ha sido sustituido por los materiales hechos en serie, por torres de vidrio y concreto.

Reconstrucción de Notre Dame
Visión de la posible reconstrucción del techo y aguja de la Catedral de Notre Dame, a base de cristal y acero inoxidable, permitiendo la iluminación natural de la catedral. Diseño: Norman Foster (Imagen: Cuatro).

El concurso de restauración es para arquitectos, no para historiadores y artistas clásicos, los candidatos como Foster, Martin Ashley, Stephen Barrett, coinciden en que hay que “modernizar” la estructura, “tomar la oportunidad de acercarla a nuestro tiempo y nuestra cultura”, “espiritual pero diferente”, “materiales más luminosos y funcionales”, esa es la verdadera tragedia, la restauración puede ser peor que el incendio. Los arquitectos contemporáneos ponen su estilo por encima de la función del edificio, por eso las iglesias modernas parecen aeropuertos o centros comerciales. La pretensión de que nuestra época es “más avanzada” es una arrogancia que permite que esas restauraciones atenten contra el espíritu real de los edificios y obras de arte. Quieren adaptar el pasado a nuestro presente y si restauran una pintura le quitan las veladuras y la dejan como cromo de calendario; si restauran un edificio le dividen sus techos de triple altura y meten pisos intermedios porque la actualidad tiene agorafobia y vivimos en cajas de zapatos.

Reconstrucción de Notre Dame
Visión del arquitecto ruso Vasily Klyukin de una actualización moderna de la Catedral de Notre Dame en París, cuyo material principal es el cristal (Imagen: Pop Picture).

Modernizar Notre Dame no es restaurarla, fue creada en el Gótico, es un concentrado de la filosofía de la Edad Media y ese es su valor, representa un momento del pensamiento y la espiritualidad humana que no tiene por qué ser como la de hoy. La demagogia de la integración es parte de las iglesias de hoy que se supone que albergan todas las religiones como si un sitio para la oración y la intimidad fuera un fast food donde puedes comer una pizza o unos tacos en la misma mesa. La oscuridad de un recinto así es parte de su filosofía, es para estar en otro estado del ser, si quieren luz que se metan a un corporativo de vidrio con su obsesión inhumana de la “trasparencia”, la gente que quiere orar tiene derecho al silencio y a la introspección, a escuchar los coros que nacían de la oscuridad de las celosías. Notre Dame fue un sitio para coronarse, santificarse, suicidarse; antes de verla convertida en un aeropuerto o un corporativo, que la dejen así, un esqueleto carbonizado por nuestra ignorancia y soberbia.

Vicio perpetuo

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El Marqués de Sade encarcelado por disfrutar de las flatulencias de las prostitutas. La majestad infecta del Cardenal Richelieu adornada por un monaguillo balanceando un incensiario. Siente sin tocar, es incontrolable, se arrastra a lo más prohibido de la memoria, el olfato, orificio de entrada al cuerpo para lo nauseabundo y obsceno, exquisito y delicado, sentido adicto, insaciable, come, fornica, persigue, indaga, no desprecia ninguna emanación, se embriaga y se obsesiona. Los olores, inasibles, infusionan con su golpe, espejo invisible de la miseria que producimos, ronquera profunda de la degradación humana, lo que existe hiede. Olfato impúdico, su curiosidad es una enfermedad crónica, desprecia al tacto que necesita acercarse para saber. Desde su impasible vigilia, saborea, aprende, entre más acumula, más quiere, si el vicio es olvido, el olfato padece el vicio de la memoria. Fragancias o inmundicias, se hartó de la naturaleza, flores, hierbas maderas, frutos, no fueron suficientes. Sudor, suciedad, edad, enfermedad se perfuman y deforman con una envoltura penetrante, el olfato estalla en éxtasis, aullando su tiranía, exige ese adorno que no pesa, ese vestido que no cobija, esa voz que antecede y ensucia la partida.

jabón de almendra.

En Florencia, Italia, se encuentra la perfumería más antigua del mundo, Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella. Los monjes dominicos iniciaron su labor en 1221, fabricando esencias en su huerto de hierbas. Europa podrida por la “muerte negra”, incineraban los cadáveres en las plazas, los monjes bendecían la fetidez mortal de las humaredas con “Acqua di Rose”, destilada de miles de pétalos de rosas. La ciencia de la vanidad en manos de monjes austeros y alquimistas, piadosos trabajan en elíxires que nos curan de estar vivos. Catalina de Médici, reina de Francia y madre de tres reyes muertos, encargó para su boda el primer perfume con base de alcohol. “Eau de la Reine” impregnó la matanza de San Bartolomé, la sangre de los hugonotes, mezclada con aromas dominicos.

Perfume.
Imagen: SobreHistoria.com.

El baño es el bautismo del cuerpo, bálsamo que consagra la fiesta del autoerotismo, retorno a la pureza que santifica, hasta que el cuerpo obcecado en su proceso de degradación vomita los olores de su incesante muerte. En 1612 abrieron la perfumería vendiendo jabones, esencias, ungüentos en un palacete barroco con pinturas al fresco en los muros, santuario idílico, los vapores flotan en la sala, el olfato confundido se entrega drogado en la densidad ancestral que canta en oleadas confusas. Los jabones de almendra que Hannibal Lecter compró para Clarice, están ahí en las cajas amarillas, el doctor caníbal, erudito en la reunión de la carne con el dulzor del arsénico. Los Reyes llevaron al Niño del pesebre incienso y mirra, cuando el Elegido fue perseguido. Inhalamos y exhalamos para vivir, en cada instante absorbemos lo que somos, los monjes dominicos sedujeron a la peste, a las reinas, a los cuerpos, y ungieron nuestra intoxicada vanidad.

Orozco Park

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Las limitaciones son una ventaja, carecer de obra monumental, escultórica y pictórica, designar como arte chicles masticados y lo que encuentra en la calle, no implica que esté incapacitado para llevar a cabo la extraordinaria tarea de crear un espacio artístico en 800 hectáreas del Bosque de Chapultepec. Diego Rivera, hace más de cincuenta años pintó el mural El Agua, origen de la vida, en el Cárcamo de Dolores y diseñó la fuente a Tláloc, eso no intimida al artista readymade, que tiene una propuesta “que invita a descifrar cierta filosofía”. En exclusiva aquí describiré el plan de la intervención artística comisionada a Gabriel Orozco. Situar espacios de reflexión y deleite con la masiva presencia de Oroxxos, las tiendas de comida chatarra que llevan sus emblemas. Los sindicatos de miles de vendedores ambulantes que planean invadir el parque con sus puestos de comida serán desplazados por la competencia desleal de los conceptuales Oroxxos, lo cual no importa porque las papas fritas de Orozco son arte y las de los ambulantes no.

Chicle, Gabriel Orozco

La basura que generen los visitantes, que depredarán esta zona hasta ahora conservada, se integrará como acervo nacional, en los “contenedores de arte”, botes estratégicamente distribuidos en el área. Los desperdicios de comida que dejen en el piso, como elotes mordidos y vasos de esquites, serán catalogados y clasificados por los curadores-pepenadores. Se reciclará y se integrará en una obra en constante proceso, “las clasificaciones taxonómicas” tendrán cédulas explicativas escritas por Ann Temkin, curadora-pepenadora oficial. Vasos, botellas, todo el plástico, bolsas, latas, serán cuidadosamente acomodados en mesas que bordearán las calzadas para que el público observe detenidamente las obras.

Los anuncios de la valla publicitaria que se apropiará el artista serán el “nuevo muralismo”. En el piso, como sucedió en la Bienal de La Habana, los becarios del FONCA barrerán en círculos, dibujando “estructuras efímeras” que “hablarán de la fugacidad de la forma”. Los camiones de basura estarán pintados con círculos azules y rojos, interactuarán con el entorno como esculturas móviles. En servicios adicionales, en lugar de oficina de objetos perdidos, tendrán “Oficina de objeto encontrado”, aquí podrán dejar los curadores y artistas los objetos que encuentren y sean susceptibles de convertirse en arte. La Guardia Nacional estará capacitada por el Instituto de Enfermedades Estéticas de la UNAM para dar visitas guiadas y explicaciones teóricas sobre las obras expuestas.

Meme Gabriel Orozco.

Las cajas vacías de cartón para empacar refrescos, comida, y demás dispositivos artísticos de los Oroxxos, se apilarán en una monumental escultura que modificará su morfología en cada instante. Impulsando la interconectividad con el público se hará un “ponchódromo”, una cancha de futbol donde los jugadores ponchen pelotas, y se acomodarán, recuerden que la especialidad de Orozco es “acomodar cositas”, en un espacio escultórico. Los chicles masticados se pegarán juntos en una gran bola que un artista itinerante rodará por el espacio para adherir más basura, esta acción se turnará en residencias artísticas. En la rotonda en homenaje a Duchamp, inspiración de todos los artistas VIP, se pondrán mingitorios al aire libre, el orinadero será un performance colectivo de meditación. Los visitantes “quedarán aturdidos de tanta belleza” como se prometió en la presentación del proyecto, por fin llegó el momento de reconocer que la mediocridad tiene derecho a existir y triunfar en el arte.

Revisionismo

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El olvido es parte de la memoria, a veces es arma y otras es salida. La ideología no es historiadora, detesta a la memoria, para ella el olvido, al que hay que llamar revisionismo, es su cómplice en la construcción de un pensamiento que respalde sus argumentos con “hechos históricos”.  El privilegio de los líderes es someter a los hechos, los que estos sean, a la versión unívoca de su egolatría, y es comprensible, la tentación es más grande que la inteligencia: verse en la posibilidad de convertirse en un rey absoluto que desde su trono dicte la descripción de las batallas, designe triunfadores y perdedores, víctimas y verdugos, y con su ley implacable repartir medallas y condenas, eso es el Poder.

El revisionismo se da muchas licencias, con arrogancia nos dice que “va a hacer lo que no se hizo antes” dar la “verdadera Historia”, y cada régimen cambiamos de verdadera Historia, de país, de patria, de héroes, de imágenes y de culpables, por eso el revisionismo carece de credibilidad, es un capricho megalómano. A los paladines de la justicia, a los revisionistas que con su espada flamígera deciden cómo debemos ver nuestro pasado histórico, les digo que NO en mi nombre, que el paternalismo idiosincrático no es un pasamiento a mi medida, y de ninguna manera voy a condenar lo que hoy es evidente en cultura y arte.

Revisionismo mexicano.
Presidente Andrés Manuel López Obrador presentando la nueva edición de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes (Fotografía: Político MX).

El revisionismo es segregacionista, los buenos somos nosotros, los malos son ellos y en esa búsqueda de la pureza ideológica, hay racismo encubierto, el malo viene de fuera. La determinación de los culpables y los inocentes inicia en el pasado remoto y se mantiene como una constante que permite limpiezas de nombres, se pasan las auras benditas de unos a otros, con esto se permite que el presente se disimule, y nos ocupamos de lo que ya sucedió, que es irremediable, negamos sus aciertos y destacamos sus errores recién designados, para crear una gran cortina de ideas, un manto de armiño que encube el presente y deslumbra al futuro. La gente olvida, la gran mayoría dejan de pensar en temas complicados o comprometedores, la historia colectiva tiene sus propias versiones que se van distorsionando y convivimos con el desinterés general, con la apatía intelectual, el rechazo a pensar es cohesión social, estamos más cómodos ejerciendo una estupidez benevolente, esa desidia es el campo perfecto del revisionismo.

Las sociedades más incultas son las más manipulables, con las ideas de moda o con el liderazgo mesiánico que saca de su apatía a la masa. La versión nueva que ofrezca el revisionismo no es memoria histórica, es una oportunidad de controlar a la opinión pública, al parloteo colectivo, para ofrecerle, un aire de justicia que les reivindique de injusticias que ya no existen, para darle el privilegio de una venganza fácil. Espléndido, esto libra de resolver las injusticias actuales, y con esa gran arrogancia, la estupidez humana tiene ahora una nueva Historia para creer y un nuevo altar para adorar.

Nunca he trabajado

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“Nunca he trabajado”, me dijo un escritor el día que se quedó sin la beca del Estado, y me pidió “ayúdame a preparar un libro sobre arte y ciencia para pedir otro apoyo”, a lo que le respondí “¿Y por qué no te pones a trabajar? Puedes dar clases y conferencias”. Ofendido me dijo “no estoy loco, dar conferencitas por 5 mil pesos, dar clases, para nada, desde hace 25 años vivo de las becas”. He visto cómo se piden las firmas para las cartas de recomendación, con la consigna “Yo también te he firmado tus cartas”. He visto cómo artistas muy valiosos, con seria necesidad económica, que demuestran su obra, oficio, dedicación y talento, no la obtienen porque no están enchufados con los jurados. He visto exposiciones de los jóvenes creadores con obras que son verdadera basura, performances infra-inteligentes, videos fuera de foco, desde los desconocidos hasta las “luminarias” del establishment.

El sistema de becas del FONCA inició como un soborno del gobierno de Salinas de Gortari y continúa como una práctica de criterios sin trasparencia, que han fomentado dependencia al Estado, sin justificar en muchos casos, un nivel de excelencia para ser otorgados. Pintores que han ganado la Bienal de pintura Rufino Tamayo les han negado la beca, ¿en dónde está la congruencia? En la corrupción. Los merecedores de ese apoyo son una minoría apenas visible en esa corrupción.  Las becas de “consagrados” las otorgan a arquitectos que cobran millones de pesos por un proyecto, ¿pagan con eso el chofer y el celular? Denles una medalla, pongan su nombre a una calle, el dinero es para quien lo necesita.

Estorbo del arte.
Obra de Elvira Santamaría.

La “clase cultural” despertó de su letargo a la regeneración de la realidad, por la que ellos votaron, y los enfrentaron al ultimátum de financiar sus carreras, ser responsables de su vocación y de su obra. El Estado está obligado a apoyar y divulgar las Humanidades, el Arte y la Cultura, pero no está obligado a mantener mediocres y oportunistas, que únicamente estudian y hacen proyectos para tener becas, sin generar resultados que aporten a la sociedad. Se fomenta un círculo vicioso entre la educación, la “intelectualidad” y los apoyos, con generaciones que siempre dependerán del Estado y que no les interesa vivir de otra forma. En el Sistema Nacional de Creadores, mandan las fotos de las obras que hicieron con la beca, sin un proceso de certificación de estos trabajos. Las becas se las pasan entre ellos, un periodo van de becados, otro de jueces, otro de asesores, otro más de becados y como por todo dan dinero, no importa lo que hagan. En el cine, las artes visuales, literatura, presentan proyectos donde la calidad es irrelevante, el asunto es conseguir el dinero y hacer el papeleo para volver a pedirlo. Las listas de los seleccionados del 2019 son los mismos de siempre, algunos pintores valiosos, y el resto son “profesionales de las becas”.

Estorbo del arte.
Obra de Eduardo Abaroa.

El sueldo mensual de 29,000 pesos, durante tres años, suman 1 millón 44 mil pesos. Seguramente Eduardo Abaroa necesita más de 1 millón para pensar sus inteligentes y brillantes obras, fruto de su excepcional talento para llenar formularios del FONCA. El performance de la artista disfrazada de botarga florida exige una recompensa mensual por tres años, porque sin ese “estimulo” la inspiración no se aparece. Poner vasos de plástico en una alambrada es un esfuerzo intelectual que le urge manutención, las obras de Carla Herrera Prats serán parte del acervo de la Nación, y todos las estamos financiando. Las mentes brillantes de la categoría de Medios Alternativos van a costar al erario más de 16 millones de pesos, muy bien invertidos si tenemos en cuenta la crisis de ideas que padecen cada vez que hay que pagar la renta. El enchufismo de los premiados con esas becas se defiende del talento de los rechazados porque están peleando una forma de vida. En México no hay independencia intelectual, ya vimos a la “clase cultural” chantajeando y exigiendo el proteccionismo del Estado, negando el tráfico de influencias que ha dejado fuera a quienes la ameritan. El FONCA puede reencausar a la mediocridad y el enchufismo dentro del programa de los Ninis: ni estudian, ni trabajan, ni merecen beca.

Las armas

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Las armas otorgan el privilegio de convertirse en jueces y verdugos, disparar el gatillo es dictamen, juicio y condena. Los seres humanos nos hemos otorgado la autorización de matar, de convertirnos en criminales con cualquier excusa: la ideología racista o política, la venganza, la diversión y hasta esa aberración de llamar “deporte” a la cacería de animales. La compra de armas es uno de los negocios más lucrativos en el planeta, sin necesidad de publicidad explícita, basta establecer la presencia de un enemigo, para que se justifique la adquisición de armamento, para un país o para un individuo. El comprador de un arma decide que necesita protegerse, porque antes decidió que tenía enemigos, y él mismo los elige, les da rostro y motivaciones para construir un armamento particular.

Esa conclusión la alcanza porque se considera superior, él con sus armas va a hacer algo que solo él puede hacer, y la víctima es inferior, los sociólogos afirman que hay resentimiento social, porque de alguna manera tratan de victimizar al atacante y no es verdad, el que asesina lo hace con la certeza de que está en lo correcto y que tiene la capacidad de hacerlo. Los criminales han dejado de ser los mayores compradores, son los individuos, es por eso que, en los países que otorgan licencias de armas a los ciudadanos, tienen los mayores volúmenes de posesión de armas per cápita. Las ideologías siempre han recurrido a la violencia, los países con graves crisis económicas, con necesidades urgentes poseen ejércitos equipados con armamentos sofisticados, es más apremiante proteger el liderazgo que proteger a la población que vive en el desamparo real de la pobreza.

Mezquita de Al Noor en Deans Rd.
Mezquita de Al Noor en Deans Rd., Christchurch, Nueva Zelanda (Foto: EFE).

El consumo crea sus propias necesidades, las empresas de armas pertenecen a los países que sufren más atentados terroristas, y que padecen a los grupos extremistas de ultra derecha, ellos mismos venden armas a los países que están en guerra. ¿En qué radica la decisión de alguien de darse la autorización de matar? En que tiene un arma en las manos. De la delincuencia organizada, los extremistas, terroristas a los que aplican una venganza personal, la diferencia la hace el acceso a un arma. Mintiendo afirman que “las armas no matan, mata el que las usa”, el asunto es que son para matar, no tienen otro uso, y si una persona adquiere una, es porque implícitamente se dio el poder de matar. Al otorgar una licencia de portar armas, en realidad están otorgando una licencia para matar, y desde ese punto las autoridades deberían asumir su implicación en un crimen.

La delincuencia adquiere armas en la clandestinidad, su principio es la ilegalidad, el problema es la incongruencia de “otorgar permisos” y después espantarse cuando una persona con licencia hace uso del permiso. En el atentado de Nueva Zelanda, el asesino tenía permiso de usar armas, había pasado el examen y en el curso de tiro dijeron que era un tipo “razonablemente normal”. En ese país otorgan el permiso desde los 16 años, para los vendedores de armas y las autoridades a los 16 años alguien tiene autorización de matar.

Las reliquias y el milagro

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La austeridad santifica sus excesos, consagra el suplicio en el gozo del  dolor que la realidad no ofrece, que se provoca o se inventa. El Convento de San Marcos, en Florencia, Italia, es frío, silencioso, construido en el siglo XII por la orden de los monjes silvestrinos, expulsados por sus debilidades en el ejercicio de la fe y ocupado por los monjes dominicos; en el siglo XV Cosimo de Medici lo cubrió con arte, y reunió a Dios con la intriga política. La fe crea o destruye, enaltece o degrada, puede llevar a la serenidad o desbocarse en la arrogancia y la demencia.

En los muros del convento habitan la belleza sagrada de los frescos de Fra Angélico, el azul inmenso de la  Crucifixión, la sangre chorrea por el madero hasta bendecir la roca que la sostiene, Santo Domingo abraza la cruz con dolorosa impotencia, el aura de oro rodea su rostro que suplica terminar con el castigo. Dentro de sus muros pintó y meditó Fra Angélico, uno de los pintores más sabios del arte; y se escuchó la egolatría del monje que aún vive en su celda, Girolamo Savonarola, obsesionado con una pureza miserable, maldijo y persiguió el arte y los placeres, hizo una hoguera con pinturas, esculturas, joyas, las obras más eróticas de Botticelli, el verbo ardió convocando al Infierno. Los muros de cada una de las celdas están habitados por pinturas al fresco recreando el trance de la Pasión, el simbolismo impone una atmósfera sobrenatural, las rocas del paisaje, el dramatismo de los rostros, hacen del encierro una fuga, la paz sin tiempo.

Fra Angélico
“La Anunciación”, Fra Angélico (1437 y 1446).

La misma religión está en los frescos de Fra Angélico y en la prédica de Savonarola, la santidad y el horror. El fresco de La Anunciación, los ángeles vuelan para arrodillarse ante algo más grande que ellos, el ángel con alas de colores, sucede en un escenario similar al convento. El realismo de Fra Angélico se inspira fuera de la realidad, el equilibrio y la armonía son parte de su recogimiento espiritual, su pintura describe su devoción, el aura es una corona inasible y etérea, el momento es trascendental e imposible. Fra Angélico lloraba mientras pintaba, su obra es ofrenda y encierro, los pasillos, altares, están pintados por él y sus ayudantes, entregados a la salvación por la belleza. En las celdas inferiores, bajo las escenas de la Pasión de Cristo pintadas en cada celda, habitan las reliquias de Savonarola, el cilicio, el hábito, su rosario, libros, retratos, el escritorio en el que desahogó sus delirios. Es un fantasma sin sepultura, el rostro consumido por el odio, la barba crecida, la suciedad de la abstinencia, martirizaba con el cilicio al cuerpo corrompido por las privaciones, sudando el olor de la envidia. Los ángeles dorados miran imperturbables al cielo, los coros flotan sobre el sermón de bilis que bramó hasta que en 1498 el Papa Borgia ordenó que lo quemaran en la Piazza della Signoria, años más tarde, el Perseo de Cellini levanta la cabeza de la Medusa, celebrando el triunfo del arte sobre el fanatismo.

Inteligencia Artificial

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Los científicos y futuristas de la Inteligencia Artificial están obsesionados con reemplazar a los seres humanos por máquinas, el reto más grande es la creatividad, la creación del arte, las ponen a prueba con disciplinas como la pintura, el dibujo o la música. Pinturas creadas por algoritmos que imitan a grandes artistas y son evidentemente mediocres, semejantes a cromos que se hacen llenando espacios numerados. La empresa Huawei en un lanzamiento publicitario hizo un algoritmo que “concluyó”, según ellos, la Sinfonía número ocho, la Inacabada de Schubert, y que “piensa” como sus teléfonos. La realidad es que un verdadero compositor terminó la orquestación de lo que la máquina había “pensado”. Lo raro es que los teóricos de la inteligencia Artificial no programen sus computadoras para hacer arte contemporáneo VIP, muchos artistas VIP las dictan por chat y los galeristas venden las instrucciones de las obras y no venden los objetos, el comprador o los curadores tienen que hacer las obras.

En las ferias de arte dan las instrucciones para un cable amarrado, un performance, una caja de cartón. La máquina podría dictar la obra: “es una mesa con un montón de fruta podrida”, o “es una cama con una mujer acostada que emite ruidos”, y el técnico o curador la hace. El riesgo es que crean que la máquina, en lugar de inteligencia artificial, es Idiota Artificial, aun así, deberían hacer el experimento y que dictara el instructivo para una obra de Abraham Cruz-Villegas, “apilar cajas de plástico con una piedra y un huarache encima” y además les pone sus títulos cursis. La podrían dar de alta en las becas del FONCA y que le dicte las obras a cada becario, así no vivirían un año entero del erario público y con dos asesores, con el cerebro de la máquina cubren a todo el staff de sabios del FONCA; claro, el día que se descomponga habría crisis nacional de talentos.

Abraham Cruzvillegas
Obra de Abraham Cruzvillegas.

El cerebro de una máquina con Inteligencia Artificial VIP podría dictar los textos curatoriales de las exposiciones, sumando todos los adjetivos y sinónimos del diccionario; por estadística y probabilidades van a encajar con cualquier obra que le asignen. La ciencia y la tecnología deben ser equitativos y crear arte VIP, están marginando a un estilo que ha dependido de la tecnología, bajan de internet las fotos de Google y las imprimen, hay cientos de artistas que su obra es tener un teléfono celular, es injusto que no traten de imitar sus genialidades. Sería una vertiente Tecno-VIP muy redituable, los artistas son casi innecesarios porque todos hacen lo mismo y viven de la Inteligencia Artificial del curador, bastaría que los museos y galerías tuvieran su programa y se pongan a fabricar obras. La ciencia no genera programas de arte VIP porque el reto es demostrar que la máquina puede ser inteligente y tener talento, con las obras VIP el talento no es necesario, así que no significa ningún avance científico hacerlas, como tampoco para el arte.