Comentemos de la industria

¿En dónde están los billetes de 1000 pesos?

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El ataque que se le está dando a los huachicoleros nos demuestra la firme intención que tiene este nuevo gobierno de atacar la corrupción aún a costa de todos los costos políticos que esto implica.

En mi opinión, es muy difícil acabar con la corrupción estando la puerta tan abierta, por ahí se dice que para qué dar tantos brincos si el piso está parejo. Creo que puede ser mucho más eficiente quitarles a los corruptos su principal herramienta de trabajo.

Afortunadamente hoy la tecnología ha avanzado muchísimo y cada vez lo hará más rápido, la gran ventaja que aporta la tecnología es que cualquier transacción que se hace usando un medio digital, como puede ser una computadora o un teléfono celular, queda documentada.

Cuando se ejecuta un acto de corrupción la primera condición que todos los involucrados buscan es el anonimato, por lo tanto, es muy complicado que el medio de pago se haga de manera digital, por eso es que muchísimas de las transacciones que se realizan en este ámbito son en efectivo.

Si se retiraran de la circulación los billetes de 1000, 500 y 200 pesos, ¿quién reclamaría? ¿Quiénes serían los principales afectados? ¿A poco los huachicoleros aceptarían cobrar la gasolina con cheque? Tampoco creo que alguien después de pedir una mordida derivada de cualquier acto de corrupción, acepte que la transacción quede documentada.

Hoy el billete de más circulación es el de 500 pesos, sin embargo, difícilmente vemos circular los de 1000 pesos, ¿dónde están? Hasta donde estoy informado, el Banco de México no los está retirando de la circulación. Simplemente, por lógica, cuando se hace un pago en efectivo en montos importantes, el volumen es un tema de logística determinante.

Para hacer un pago en efectivo, por ejemplo de 10 millones de pesos, pueden acomodarse los billetes de 1000 pesos en una maleta de mediano tamaño, pero imaginen tener que hacerlo en billetes de 100 pesos, ¡se necesitaría un camión! Aunado a conseguirlos y contarlos.

eliminar el efectivo
Foto: Pixabay/juliangvm.

En especial los billetes de 1000 pesos no los está usando la población en general para transaccionar, por eso creo que podemos intuir que básicamente la gran mayoría se está empleando para actos de corrupción y en el mercado informal.

Afortunadamente hoy los medios de pago digitales están muy avanzados y en la actualidad ya hay varios países que han logrado avanzar en ese sentido, y de los cuales podemos aprender de sus procesos de implementación (de este tema escribí hace algunos meses); podemos encontrar experiencias muy interesantes de países como la India, algunos de África, o de los más avanzados como Suecia.

Mi propuesta, en concreto, es que el Banco de México en un plazo de 60 días deje de aceptar los billetes de 1000 pesos, 60 días después los de 500 pesos y 60 días después también dejen de recibir los de 200 pesos.

En mi opinión, la gente de menos recursos se puede manejar perfectamente con los billetes de 100 pesos y menores, y no saldrían afectados, además tendrían un buen incentivo para integrarse a los medios digitales.

Entiendo que habría una burbuja inflacionaria, pues la mayoría de estos billetes no serán depositados en el banco por ser dinero que no puede demostrarse que fue adquirido de manera lícita con su correspondiente pago de impuestos y, por lo tanto, necesariamente se los tendrán que gastar en el comercio formal y viviríamos una demanda de bienes y servicios atípica, pero hoy estamos viviendo una desaceleración del PIB que también se está dando de manera ficticia.

Considero que esta medida puede minimizar la corrupción de manera relevante y, como sea, hacia allá va la tendencia mundial. La pregunta que planteo ahora es: ¿Quiénes serían los principales opositores a que se retiren de la circulación los billetes de 1000, 500 y 200 pesos?

Hay que prepararnos para lo impredecible

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Prácticamente ya se acabó el año, y en lo personal se me fue muy rápido. Si me hubieran platicado hace 11 meses todo lo que iba a pasar en el 2018, de plano lo hubiera dudado mucho, es más, si cuando empezó este siglo alguien me hubiera pronosticado todo lo que ha pasado en estos últimos 18 años no sólo en México, sino en todo el mundo, le habría contestado que era un buen futurista, pero de fantasías, no sé de nadie que haya logrado predecir todo lo que pasó.

Las experiencias recientes nos demuestran lo impredecible del futuro próximo, yo diría que estamos en terreno de lo que todo puede pasar.

Los escenarios que estamos enfrentando suelen ser inimaginables, el tipo de cambio contra el dólar  puede variar de 19 a 30 pesos y será totalmente circunstancial, el asunto de los aeropuertos se ve muy complicado, el balance de poderes en el país también se ve bastante retador, hoy los expertos predicen una inflación de alrededor de 4.2% para el 2019, pero vendrán decisiones de sumo importantes como, por ejemplo, el aumento de salarios que puede modificarse de manera significativa y el impacto que venga sobre las tasas de interés necesariamente nos afectará.

Entonces, si el futuro a corto plazo cada vez es más impredecible, se vuelve un reto enorme para cualquiera que maneje una empresa, hacer un presupuesto confiable, el gran riesgo al elaborar un presupuesto es que si nos equivocamos al proyectar el ingreso, no podremos cubrir el gasto presupuestado, sobre todo si nos comprometemos a adquirir bienes de capital como puede ser maquinaria o inmuebles, no recibir el flujo esperado y caer en incumplimiento con todas las consecuencias que esto implica.

Si decidimos ser conservadores y hacer un plan de crecimiento pesimista, lo que estaremos haciendo será arriesgarnos a perder porcentaje de mercado y permitir que nuestros competidores se fortalezcan y nos desplacen.

empresas y economía
Imagen: Alto Nivel.

Si esta incertidumbre fuera nada más por un año, la verdad es que no pasaría nada si durante 12 meses pecáramos de prudentes, pero si aceptamos que la incertidumbre y el cambio serán la constante, debemos cambiar radicalmente nuestra manera de pensar.

En lo personal, creo que lo más inteligente será modificar profundamente nuestro pensamiento para lograr que nuestros negocios estén estructurados de manera muy flexible, poder cambiar y actuar rápidamente ante los cambios que vendrán abruptamente, de manera agresiva e impredecible.

El reto es enorme pero el riesgo de quedar fuera de la jugada es muy alto y puede ser demasiado costoso. Me parece que los cambios de escenario serán la constante, por lo que es necesario prepararnos para ser capaces de modificar nuestro modelo de negocio al ritmo de los nuevos tiempos. Lamentablemente, no todos podrán lograrlo y, en consecuencia, serán víctimas de las circunstancias y desaparecerán. Como decía Charles Darwin, Las especies que sobreviven no son las más fuertes ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.

Aprovecho para desearles a todos los amigos que amablemente leen mis artículos, felices fiestas y un mucho mejor año en el 2019, en todos los sentidos.

Les mando un abrazo muy cariñoso a todos.

¿Neoliberales o Conservadores?

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De alguna manera, al escuchar el discurso en la toma de protesta del presidente López Obrador, percibí que el mensaje que nos transmitía era que estábamos mejor hace muchos años cuando fue la época del Desarrollo Estabilizador, y sí sentí un poco de nostalgia, sin embargo, el problema es que no se puede regresar al pasado, y hoy en día, los mismos que vivimos esa época ya cambiamos, además que la tecnología definitivamente nos ha mejorado la vida en muchos aspectos.

Simplemente la esperanza de vida es mucho mayor que en el pasado, la medicina ha tenido avances notables, simplemente imaginemos como sería vivir sin celulares, o imaginen regresar a usar los pañales de tela; cosas que hoy las percibimos como muy normales y que si las perdiéramos sería una tragedia para nuestra vida cotidiana.

Definitivamente las experiencias que hemos vivido en el pasado y nuestra muy especial circunstancia que tenemos es lo que nos define.

En la actualidad México, debido a todo lo que ha pasado, bueno y malo, tiene una cultura muy particular ‒entendiendo cultura como la manera de comportarse de un pueblo‒, que se ha ido distorsionando y degradándose en el tiempo, y no se trata de regresar al pasado para arreglarla, sino de recuperar valores universales que son atemporales como la honestidad, la disciplina, el querer educarse y ser mejores personas, el compromiso de ser responsables con nuestra sociedad, y otros valores muy importantes que independientemente de los avances tecnológicos deberían prevalecer a lo largo de los años.

Hablando de la economía y del manejo del país, yo creo que no se trata de conservadurismo o neoliberalismo, sino de ser pragmáticos y eficientes. Hay unos cuantos que tienen ventajas y concesiones inaceptables, de ahí que sea necesario corregirlo sin destruir valor y generando más competencia. Las condiciones de vida de la población están muy deterioradas, también es obvio que los servicios de salud hay que mejorarlos en gran medida y financiarlos de manera sustentable, la inseguridad se debe arreglar, hay que motivar a los emprendedores a arriesgarse, invertir y generar buenos empleos; es relevante aprovechar la capacidad de compra de nuestro mercado interno para que las empresas que producen en nuestro país crezcan, pero no podemos cerrarnos a un mundo que está hiperconectado.

Hoy, México, tiene problemas muy serios, sobre todo desigualdades y carencias inaceptables que padecen millones de personas, y que no creo que sea el resultado de visiones ideológicas, sino porque hemos tenido en puestos claves de gobierno a gente muy rapaz que ha gozado de impunidad por muchos años, y mientras no nos deshagamos de ellos seguiremos entrampados en círculos viciosos.

En mi opinión, hay que ser muy inteligentes y hábiles en nuestras negociaciones, hacer estrategias que nos beneficien como país hacia dentro y hacia afuera, sin ideologías, tan sólo ser lo suficientemente pragmáticos y eficientes.

Para ser ganadores y convertirnos en un país con tasas de crecimiento elevadas en el que toda la población mejore su nivel de vida es muy importante que sintamos a nuestro gobierno como un aliado y no un obstáculo a brincar.

Metamorfosis del poder

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Hay dichos populares que dan a entender de alguna manera la dimensión que puede alcanzar una persona cuando adquiere poder como, por ejemplo, “¿a qué hora sale el sol? ¡Cuando usted lo permita!”; “¿qué horas son? ¡Las que usted diga!”. O bien, cuando nos referimos a alguien que obtuvo un puesto con algo de poder, decimos “¡se subió en tres ladrillos y, luego, luego, se mareó!”.

No sé si en todos los países del mundo suceda pero, en general, en México, a la gente que tiene los grandes puestos de poder se les magnifica sus cualidades y a veces se les llega prácticamente a venerar.

Especulando un poco, tratemos de imaginar la metamorfosis que logra el presidente de México y los que ostentan los principales puestos de poder.

De repente, es guapísimo, adelgaza, su inteligencia es superior a la de todos, sus chistes son buenísimos, su carisma como el de nadie, y un largo y pedante etcétera.

Al principio todos aseguran que a ellos no les va a pasar, que están preparados y muy conscientes, que no se les va a subir, pero es tan fuerte la sumisión de su círculo más cercano que poco a poco se la creen y se sienten infalibles.

alabanzas y poder
Imagen: INE.

Por eso, son tan importantes los contrapesos en este país, y siendo tal la veneración de la gente que los rodea, los errores nunca son aceptados y la culpa se le echa al pueblo en general, así como a sus críticos que no logran entender la genialidad de su pensamiento y sus acciones.

La gente que ha tenido un puesto de poder, sabe lo que significa terminar con la gestión, pues de pronto el celular deja de sonar, y de cada diez amigos a la mejor queda uno; quienes antes eran incondicionales ahora son los que juzgan y critican; los regalos ya no llegan; la pérdida de poder es dolorosa y entre más prepotentes y alejados de la realidad fueron, resulta más duro el aterrizaje.

Es muy triste, por ejemplo, haber sido presidente de México, gobernador o secretario de Estado, y no poder salir a cenar a un restaurante porque te van a chiflar, así que de plano la mejor opción es emigrar a otro país.

Por eso creo que sería muy sano que la gente que empezará a gobernarnos platique entre sus grupos y, como dicen, aprendan en cabeza ajena con los que ya han perdido el poder, con quienes lo hicieron bien y se rodearon de gente que no tenía miedo de contradecirlos y criticarlos, y con aquellos que se han tenido que esconder y sufrir el repudio generalizado hacia ellos y a sus hijos.

Les garantizo que el sentimiento de ser reconocidos por la ciudadanía, después de haber perdido el poder, no hay dinero que lo pague.

El discurso en la toma de posesión a la Presidencia

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El próximo 1º de diciembre el presidente electo deberá dar un discurso en su toma de posesión, y como pocas veces, será determinante el mensaje que mande.

La expectativa es alta y seguramente influirá de manera importante en el ánimo de los mexicanos y de la visión que tengan los diferentes países del mundo con respecto a nuestro futuro.

¿Es posible dar un discurso con el cual todos queden contentos?

Hoy en México lamentablemente la población está polarizada, los “fifis”, los jodidos, los güeros, los morenos, los que adoran a AMLO, los que le tienen pavor, y la lista es larga…

Lo peor que puede pasarle a un país es estar dividido. Los países que han logrado motivar a su población hacia metas comunes son los que están creciendo sostenidamente, y donde cada quien quiera jalar para otro lado, son los que acaban teniendo muchos problemas.

Las promesas de campaña han quedado plasmadas muy claramente, de modo que la gente que votó por AMLO terminará desencantada si precisamente en la toma de posesión se desdice.

cambio de gobierno
López Obrador en su cierre de campaña 2018, Estadio Azteca, CdMx (Foto: Global Media).

Por el contrario, la gente que no votó por él, de alguna manera está esperanzada en que recule o cuando menos matice temas que son fundamentales, y que muchos están esperando ver cuál será finalmente la posición para decidir qué hacer con su dinero y sus negocios, e incluso, con el futuro de ellos y sus familias.

Por principio de cuentas es de sumo importante que nuestro nuevo presidente transmita liderazgo y confianza a la mayoría de la gente y motive a todos a una convivencia cordial y ganadora.

No obstante, el problema es que cada vez será más difícil lograrlo si los que ya están en el Congreso y el equipo que próximamente entrará a gobernar siguen amenazando con sus declaraciones los principios básicos de economía y atacando el Estado de derecho.

Ojalá el 1º de diciembre recibamos un mensaje motivador de un verdadero estadista.

Es fundamental tener claro el rumbo, y aunque a la mejor no estamos de acuerdo en todos los destinos, prefiero saber por dónde va el camino a mantener una situación de indefinición y estar adivinando.

Me parece que lo más importante será que nos transmita y nos asegure a los mexicanos y a todo el mundo, el respeto irrestricto al Estado de derecho, que si ya de por sí el Poder Legislativo se ve como un contrapeso débil, se mande un mensaje contundente de que al Poder Judicial se le respetará plenamente.

De verdad espero y confío en que el próximo presidente de México ofrezca un discurso el 1º de diciembre que nos una a los mexicanos hacia un mejor futuro para todos.

La tubería se está vaciando

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En general, la mayoría de las empresas medianas y grandes tienen visualizado un plan de crecimiento, un plan en el que calculan cuánto quieren invertir en el futuro, ya sea con recursos propios o con financiamiento. Prospectar estos planes implica estudios, análisis, negociaciones y valoración del riesgo a tomar, de ahí que la gran mayoría de las empresas en situaciones normales tengan un objetivo con la visión de cómo ser en el futuro, que a medida que se va cumpliendo se van agregando nuevas metas.

A esto se le conoce como el “pipeline de proyectos” o “lo que está en la tubería”, y lo sano es que esta tubería siempre esté llena, lo cual garantiza un crecimiento sostenido.

Lo mismo le sucede a nuestro querido país, los empresarios y las empresas tienen planes que constantemente están proyectando para crecer sus negocios, y mientras estos se van materializando, el resultado es que el Producto Interno Bruto (PIB) crece, lo cual se refleja en mejores empleos; si no hay inversión y proyectos que se vayan materializando, no hay posibilidad de crecer y mejorar las condiciones de vida de la población de manera sustentable.

Desgraciadamente, ante la incertidumbre que estamos viviendo, la mayoría de los empresarios están en pausa. En general, los comentarios que oigo son en el sentido de no parar lo que está andando, pero para cosas nuevas la gran mayoría recomienda prudencia y esperar a entender las próximas señales.

El gran problema me parece es que “la tubería de proyectos” se está vaciando y volver a llenarla toma mucho tiempo, tiempo en el que difícilmente crecerá el PIB. Por eso, el tema es que si el país no crece, no surgirán empleos y la gente lo resentirá.

Todo indica que el gobierno entrante y los poderes fácticos en México están jugando a las vencidas. Ojalá que todos entiendan que este tiempo perdido nos puede salir muy caro ya que la tubería se está vaciando y volver a llenarla implicará un gran desgaste, amén de que muchos decidan ya mejor tirar la toalla, retirarse, y emigren con sus nuevas inversiones a opciones más atractivas y menos riesgosas en otros países.

El tiempo corre en contra de los mexicanos, es urgente que se logren los consensos y todos nos pongamos las pilas del crecimiento; entre más nos desgastemos, quienes más sufrirán serán los más amolados.

El Efecto Mariposa y AMLO

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En general, todas las personas en nuestra vida nos pasamos tomando decisiones, y si recordamos EL EFECTO MARIPOSA, una decisión te lleva a la otra y así consecuentemente vas marcando el camino que recorres en tu vida.

Yo creo que todos hemos tomado decisiones clave que han determinado nuestro destino, ya sea para bien o para mal, por ejemplo, qué estudiamos, con quién nos casamos, el trabajo que escogimos, o incluso haber decidido pelearnos con alguien justificadamente o no.

Lo mismo sucede con los países, si estudiamos la historia veremos que todos han tenido momentos cruciales que con el tiempo los llevó a ser lo que hoy son, y que determinaron la calidad de vida de su población. Estos momentos clave pudieron ser marcados por una votación democrática o por la facultad ejercida del gobernante en turno, y que definitivamente dieron rumbo a ese país.

En el sexenio del expresidente Calderón a mí me parece que hubo un momento clave en el que se tomó una decisión que marcó el crecimiento del PIB, el cual creció 12.5% en esos seis años y, en promedio, 2.04%. Desagregado por año fue así:

gráfica
Como podemos observar, la caída en el 2009 fue terrible, fue el año del virus de la influenza. Ante la amenaza del virus, obviamente el expresidente Calderón se asesoró y le informaron que el riesgo era enorme, que podían fallecer 40 millones de personas, de manera que se tomaron decisiones muy fuertes, provocando que ese año el PIB cayera 5.3%. Por supuesto, no fue la única causa, pues veníamos de una situación muy complicada en el 2008, aunque sí creo que fue determinante.

Hoy, a la distancia, está claro que se sobredimensionó el riesgo, otros países manejaron la situación de diferentes maneras y no tuvieron esa caída en su crecimiento tan pronunciada. En mi opinión, el expresidente Calderón estuvo mal asesorado y esa decisión respecto al manejo de la situación, tiene que ver mucho con que su sexenio haya crecido nada más en promedio 2.04%.

De igual manera, hoy el presidente electo López Obrador está por tomar decisiones trascendentales como  el caso del NAICM (Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México), o bien, quiénes serán sus principales asesores, el manejo del Banco de México, y otras más que son muy importantes y complicadas.

Me parece que las decisiones que se tomen por ser un momento para el país tan singular, determinarán como en EL EFECTO MARIPOSA el futuro de México y los mexicanos.

Un país sin contrapesos

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Un país en donde no hay contrapesos, a la larga se comporta irremediablemente como una dictadura, tratando de ver las cosas positivamente. En una dictadura las cosas se hacen, hay avances, el gran riesgo es que el dictador no sea bueno en sus funciones, ejemplos muy claros los podemos observar en países como Venezuela o de Corea del Norte.

Una dictadura ventajosa puede ser el caso de Singapur o el de China. Si tratamos de perfilar a un buen dictador, yo creo que los atributos que esperaríamos de él serían los siguientes:

  • Que esté bien preparado, entienda de política pública y, en general, de los aspectos más relevantes en cuanto al manejo de la Economía.
  • Tener conocimientos de comercio exterior, ser agradable y hacer buenas relaciones internacionales.
  • Saber mucho de los temas de seguridad.
  • Interesarse en tener Instituciones Confiables para que el pueblo les tenga confianza.
  • Saber transmitir confianza a todos los inversionistas grandes y pequeños para que se sientan seguros de invertir su dinero a largo plazo.
  • Rodearse de gente muy preparada en cada una de las Secretarías de Estado y en las principales instituciones del país.
  • Ser honesto y que no permita que su gente más cercana sea corrupta.
  • Que el Estado de Derecho sea una prioridad y acabe con la impunidad.
democracia
Imagen: La Orquesta.

En mi opinión, el mejor amigo de la inversión y el crecimiento es el silencio y la tranquilidad, que la gente se dedique más a trabajar, educarse y vivir bien, en lugar de andar preocupada por los políticos y la política.

Creo que México, por la circunstancia tan especial que estamos viviendo, tiene la oportunidad de crecer mucho más y mejor que en el pasado. Esperemos que nuestro presidente y sus colaboradores sean totalmente pragmáticos y dejen atrás las ideologías, simplemente que se haga lo mejor para el país en silencio y sin exabruptos.