El ataque que se le está dando a los huachicoleros nos demuestra la firme intención que tiene este nuevo gobierno de atacar la corrupción aún a costa de todos los costos políticos que esto implica.
En mi opinión, es muy difícil acabar con la corrupción estando la puerta tan abierta, por ahí se dice que para qué dar tantos brincos si el piso está parejo. Creo que puede ser mucho más eficiente quitarles a los corruptos su principal herramienta de trabajo.
Afortunadamente hoy la tecnología ha avanzado muchísimo y cada vez lo hará más rápido, la gran ventaja que aporta la tecnología es que cualquier transacción que se hace usando un medio digital, como puede ser una computadora o un teléfono celular, queda documentada.
Cuando se ejecuta un acto de corrupción la primera condición que todos los involucrados buscan es el anonimato, por lo tanto, es muy complicado que el medio de pago se haga de manera digital, por eso es que muchísimas de las transacciones que se realizan en este ámbito son en efectivo.
Si se retiraran de la circulación los billetes de 1000, 500 y 200 pesos, ¿quién reclamaría? ¿Quiénes serían los principales afectados? ¿A poco los huachicoleros aceptarían cobrar la gasolina con cheque? Tampoco creo que alguien después de pedir una mordida derivada de cualquier acto de corrupción, acepte que la transacción quede documentada.
Hoy el billete de más circulación es el de 500 pesos, sin embargo, difícilmente vemos circular los de 1000 pesos, ¿dónde están? Hasta donde estoy informado, el Banco de México no los está retirando de la circulación. Simplemente, por lógica, cuando se hace un pago en efectivo en montos importantes, el volumen es un tema de logística determinante.
Para hacer un pago en efectivo, por ejemplo de 10 millones de pesos, pueden acomodarse los billetes de 1000 pesos en una maleta de mediano tamaño, pero imaginen tener que hacerlo en billetes de 100 pesos, ¡se necesitaría un camión! Aunado a conseguirlos y contarlos.
En especial los billetes de 1000 pesos no los está usando la población en general para transaccionar, por eso creo que podemos intuir que básicamente la gran mayoría se está empleando para actos de corrupción y en el mercado informal.
Afortunadamente hoy los medios de pago digitales están muy avanzados y en la actualidad ya hay varios países que han logrado avanzar en ese sentido, y de los cuales podemos aprender de sus procesos de implementación (de este tema escribí hace algunos meses); podemos encontrar experiencias muy interesantes de países como la India, algunos de África, o de los más avanzados como Suecia.
Mi propuesta, en concreto, es que el Banco de México en un plazo de 60 días deje de aceptar los billetes de 1000 pesos, 60 días después los de 500 pesos y 60 días después también dejen de recibir los de 200 pesos.
En mi opinión, la gente de menos recursos se puede manejar perfectamente con los billetes de 100 pesos y menores, y no saldrían afectados, además tendrían un buen incentivo para integrarse a los medios digitales.
Entiendo que habría una burbuja inflacionaria, pues la mayoría de estos billetes no serán depositados en el banco por ser dinero que no puede demostrarse que fue adquirido de manera lícita con su correspondiente pago de impuestos y, por lo tanto, necesariamente se los tendrán que gastar en el comercio formal y viviríamos una demanda de bienes y servicios atípica, pero hoy estamos viviendo una desaceleración del PIB que también se está dando de manera ficticia.
Considero que esta medida puede minimizar la corrupción de manera relevante y, como sea, hacia allá va la tendencia mundial. La pregunta que planteo ahora es: ¿Quiénes serían los principales opositores a que se retiren de la circulación los billetes de 1000, 500 y 200 pesos?