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Modelo Centinela y las cifras del covid-19 en México

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Cifras del modelo centinela en México revela número de casos de coronavirus

El modelo centinela en México es utilizado por la Secretaría de Salud para determinar el número de contagios del coronavirus que al 03 de mayo supera los 100 mil infectados.

Lasa cifras del modelo centinela revelan que existen 104 mil 562 casos estimados de covid-19, que en su mayoría son leves, de acuerdo con el Modelo Centinela, los cuales son adicionales a los 23 mil casos confirmados este domingo, dijo Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud.

El modelo Centinela de vigilancia epidemiológica tiene como objetivo contar con una apreciación de la ocurrencia de la enfermedad a lo ancho y largo del país, explicó el funcionario.

Dijo que este modelo se estableció en México en 2006 y que se propuso como un mecanismo para la vigilancia epidemiológica de casos inconmensurables, es decir, que no se pueden medir de manera directa debido a que ocurren de manera generalizada.

Cuando hay centenas de casos, a los cuales ya no es posible seguirles el rastro, explicó López-Gatell, se utiliza este modelo.

El modelo Centinela, abundó, utiliza una muestra representativa de unidades de salud monitoras, que permite hacer un estimado sobre el alcance de una enfermedad, como la influenza o el COVID-19.

“No se puede contabilizar cada uno de los eventos, en el caso de la salud, cada uno de los casos”, dijo. “De pretender que se puede medir de una forma directa, se estaría cayendo en una falsedad. El modelo centinela es un mecanismo eficiente, porque reconoce la realidad, que no se pueden contar todos los casos”, añadió.

Asimismo, puntualizó, 100 por ciento de los casos de fallecimientos y de hospitalizaciones son contabilizados mientras que solo uno de cada 10 casos ambulatorios son analizados.

Recordó que la Fase 3 de la epidemia se caracteriza por el riesgo de que el sistema de salud se sature.

Este domingo, el número de casos acumulados por coronavirus en México ascendió a 23 mil 471, informó López-Gatell. De estos casos, seis mil 933 son activos, es decir, con fecho de inicio en síntomas en los últimos 14 días.

En tanto, el número de muertes subió a 2 mil 154, dio a conocer el subsecretario de Salud.

Plan DN-III en marcha

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En qué consta el Plan DN-II en México contra el coronavirus

De acuerdo con la curva epidemiológica basada en el modelo centinela de la Secretaría de Salud, la epidemia del covid-19 estaría llegando a su nivel máximo el 6 de mayo. A dos días de la fecha ‘apocalíptica’ el presidente Andrés Manuel López Obrador anuncia el inicio del Plan DN-III en México contra el coronavirus.

El anuncio fue dado por las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) anunciaron el lunes 4 de mayo durante la conferencia de prensa matutina del presidente y se revelaron las medidas que están tomando, agrupadas en el Plan DN-III y el Plan Marina, para ayudar en el combate del covid-19 en México.

Plan DN-III en México contra el coronavirus

El general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena, comentó que con el Plan DN-III, que ya se había preparado en semanas pasadas, se dispondrán hospitales militares y unidades de salud del Insabi operadas por el Ejército para la atención de la nueva cepa de coronavirus.

Estas instituciones de salud se habilitarán primero en seis estados de la República, que son los más afectados por la pandemia del nuevo coronavirus en el país: Ciudad de México, Estado de México, Quintana Roo, Tabasco, Sinaloa y Baja California.

El titular de la Sedena indicó que, en total, cuentan con 117 instalaciones de salud para el combate contra covid-19; para las seis entidades antes mencionadas se destinarán 30.

En estos seis estados hay disponibles camas para hospitalización y para terapia intensiva; sin embargo, en algunas unidades se está en espera de la llegada de ventiladores para la atención de casos graves.

Sandoval señaló además que han llevado a cabo repartición de despensas, movilización de insumos, transporte humanitario, fabricación de cubrebocas, botas, zapatos quirúrgicos, entre otras actividades.

Plan Marina contra el coronavirus

En cuanto al Plan Marina, el almirante Rafael Ojeda, titular de la Semar, comentó que se coordinará con la Sedena para que, en los seis estados más afectados, los hospitales marinos atiendan a personal de las Fuerzas Armadas, con el fin de que las unidades de salud militares de enfoquen totalmente en casos de covid-19.

La Semar además tiene 249 camas disponibles para la atención específica del nuevo coronavirus.

Ojeda añadió que la Semar también tiene a disposición centros de aislamiento voluntario para casos leves que no quieran estar en su casa para evitar el riesgo de contagio. En estos lugares, tendrán toda la atención de forma gratuita.

La Marina pone a disposición aeronaves, ambulancias aéreas, buques y transportes terrestres para el apoyo en la contingencia.

También la Semar tiene el objetivo de fabricar equipo médico. Planean una meta de 2 millones 900 cubrebocas, de los cuales ya hicieron más de 600 mil. Maquilarán de igual forma batas, pijamas quirúrgicas, overoles, camillas, entre otros.

Fase 3, ¿qué nos implica como sociedad?

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Ya estamos en fase 3, la más peligrosa según la OMS, pero ¿las medidas que se están tomando en nuestro país son las correctas? Sabemos perfectamente que nuestra gente es incrédula, no le gusta seguir reglas, se opone a todo lo que siente autoritario, lo hemos visto en estos días, se les “sugiere” en todo momento “QUÉDATE EN CASA” y ¿qué sucede?, como si fuera cualquier día festivo vemos mercados atascados de personas, vemos mucha gente paseando sin ninguna protección, ¿no han entendido el problema tan grave que esto representa?

La verdad, lo justifico, sí, lo justifico, recordemos los informes cuando nos recomendaban abrazarnos, salir, convivir, que nuestro país es inmune al virus, etc., los decesos (lamentables todos) se declararon como neumonía atípica, luego entonces es de entender por qué mucha gente que llevó a esta persona a la silla presidencial, haga caso omiso a las mismas; confía plenamente en lo que les dicen y jamás les podría interesar revisar las estadísticas que nos presentan cada día, no a partir de nuestra fuente nacional, sino las internacionales.

También es fácil decir “quédate en casa” cuando tienes o vives en un departamento de 400 m2, con áreas comunes grandes, jardín y tal vez hasta con alberca. Cuando tu propiedad es una casa con jardín inmenso, los hijos (si los hay) pueden jugar en el mismo, tal vez ellos no sientan ninguna diferencia, pueden convivir al aire libre, hacer carnes asadas, etc., pero ¿qué pasa con la gente que vive en un departamento de 80 m2?, o ¿en un cuarto de 4×4 metros y en el que viven más de 6 personas?, y lo más importante, que se alimentan de lo que el pilar de la familia logró llevar el día anterior.

confinamiento pequeño
Ilustración: holasoyka.

En estos casos, ¿cierto que es totalmente justificable ver a la gente fuera de sus casas?, si no se arriesgan a salir, mueren de COVID-19 o de hambre, pero la incongruencia total es el de “primero los pobres”. ¿Dónde está esa ayuda para tanto compatriota que vive en la informalidad, pero que también tiene necesidades? Es preocupante e inquietante qué pueda pasar con tantas personas como ellas que hay en todo el país.

Volviendo al tema de la información que nos proporcionan los medios –los cuales inclusive han sido parte de los memes en las redes sociales–, cuando vemos la línea fronteriza entre nosotros y Estados Unidos, y vemos la disparidad de casos infectados así como lamentablemente las pérdidas humanas, está claro para nosotros hacer “chistes”, es una de nuestras fortalezas, creatividades, se nos da de manera natural, así somos. Quizás hayan recibido un meme que decía que los estados fronterizos de Estados Unidos aceptaban tener 300, 400, hasta más casos de infectados, y de nuestro lado, 12, 15 o menos, y entonces comentamos, “que bueno que el COVID-19 no habla español, si no, serían más los infectados de nuestro lado” (¡increíble!). Realmente vemos con estos ejemplos que no tomamos las circunstancias en serio ni se le da la importancia que debería, pero la justificación siempre es de que “así somos”.

Ahora bien, en la fase 3 de esta pandemia, surgen muchas preguntas, algunas tal vez sin respuesta, pero, ¿qué va a pasar con toda la gente que trabaja en una empresa no considerada esencial?, ¿qué pasará con sus familias, su sustento?, ¿sus empleados?, ¿cuántas micro, medianas empresas tendrán problemas serios de liquidez, o se verán en la necesidad de cerrar de plano las mismas?, ¿habrá más violencia generalizada por no contar con lo necesario para subsistir?

El gobierno al fin hizo un anuncio: el “decálogo para la clase media” de “préstamos” para la gente más necesitada. Pero, ¿realmente esa gente requiere de préstamos? Si su negocio, su microempresa, está cerrada, ¿podrá pagar dicho préstamo?, estamos ante un panorama totalmente desalentador, incierto, impredecible, dado que no sabemos cuándo mejorará, ni cuándo empiece a darse la normalidad de la sociedad entera, no sólo para los micro y medianos emprendedores; es como si tomaran una dosis de arsénico al día, ya que, repito, no sabemos y no tenemos idea del despertar que se viene, del México que viviremos, desde luego será completamente diferente, habrá muchas empresas (las que sobrevivan) que optarán por el home office para reducir costos –pago de oficinas, teléfonos, internet, etc.–, por ende, habrá una sobreoferta de espacios en renta. Será totalmente diferente a lo que se tuvo antes de la contingencia y de los ordenamientos sugeridos por los especialistas.

home office
Ilustración: Dionne Kitching.

Pero me gustaría hacer un alto para una aclaración, supongamos que una microindustria tiene gastos fijos por 100 mil pesos mes, el gobierno ha lanzado con fanfarrias que les prestará la fabulosa cantidad de 25 mil pesos, la pregunta ¿de qué les servirá contar con un cuarto del flujo que requiere?, ¿de dónde sacará el resto para subsistir?, ¿qué pasará con las industrias que requieren mayor cantidad de flujo para seguir operando? Obviamente muchos se verán con la necesidad de despedir personal, cerrar sus empresas, o si bien les va, pueden hacerse pequeños para subsistir, y así lo harán; pero dado que afectará a la industria en general, ¿qué pasará con toda la gente desempleada?, si no hay trabajo, ¿de dónde sacará el dinero para el sustento de su familia? El tema es de sumo grave y, por desgracia, sin solución.

Será muy difícil para muchos de nosotros cambiar nuestra forma de saludar a familiares, parientes, amigos, compañeros de trabajo, todo por el temor de un contagio. Seremos mucho más escépticos, desconfiados, temerosos; nada será lo mismo y tendremos que adaptarnos a vivir ese nuevo orden al igual que cambiar nuestros hábitos de convivencia.

Pero pasemos de los dichos a los hechos Sr. Presidente, como un humilde participante que soy del Consejo de Administración que usted preside, de la manera más atenta le pido que se olvide por varios meses de sus ideas, intransigencias, traumas, que se enfoque a cumplir con la misión por la que fue contratado, por piedad, recapacite:

confinamiento en fase 3
Ilustración: Creative Gaga.

Su famoso tren maya que sólo surgió de algún sueño de infancia, para la mayoría de los mexicanos no tiene, ni pies ni cabeza. De su terquedad en una refinería con un costo de petróleo en el piso, que no vemos para cuándo se pueda recuperar y realmente ser una inversión con un retorno de la misma inaceptable, cuando al país le cuesta más extraer un barril de petróleo que importarlo y mantener al monstruo que significa nuestro saqueado PEMEX; y que por fin haga caso a “todos” los especialistas que le indican que su famoso aeropuerto de Santa Lucía será un fracaso. Le pediría, asimismo, que si bien por 18 años soñó con estar sentado en esa silla, que ahora que tiene el honor y le responsabilidad de hacerlo, lo haga con “cordura”, por un México mejor, que recuerde que tiene a más de cien millones de patrones, que el tercio comulgan con sus ideas populistas, pero el resto no (“la mayoría”), luego entonces, recuerde que prometió gobernar para todos y hoy más que nunca requerimos de un líder que una, que fomente la integración como nación, y no que divida”.

Realmente López Obrador tiene la oportunidad de pasar a la historia si esos recursos para sus proyectos que no tienen estructura ni sentido, los invirtiera al rescate de lo que sostiene este país, nuestra fuente productiva. La historia lo reconocería.  

También espero que el gobierno pronto pueda dar un merecido homenaje a nuestros verdaderos “HÉROES”: al personal médico que se ha mantenido en sus lugares de trabajo, y que gracias a su labor (lamentablemente NO reconocida), han logrado salvar vidas, las que sean, pero lo han hecho.

Sr. Presidente, creo que éste es el último llamado que tiene para evitar un fracaso rotundo de su afamada 4T, que la verdad para su servidor, no tiene ni base ni fundamento, ya que el pasado, pasado está, y en lo que lleva de su administración, no hemos notado ningún cambio positivo, no hay corruptos en la cárcel, no hay exfuncionarios a quienes se les haya quitado lo supuestamente robado, luego ¿dónde queda su tan célebre cruzada contra la corrupción? Es tiempo de CONGRUENCIA, ¿no le parece?”

Nos seguimos leyendo, hasta la próxima.


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El paraguas lo necesitamos cuando está lloviendo

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Me imagino que mucha más gente, al igual que yo, estamos confinados en nuestra casa y con el negocio cerrado.

Esto implica seguir gastando en el plano personal sin tener ingresos; si tienes dinero ahorrado y puedes aguantar un buen rato, considérate afortunado, eres de los muy pocos.

Por otro lado, cuidado con la tarjeta de crédito, en algún momento habrá que pagarla, y financiarte con ella es carísimo.

En el caso de  los negocios que están cerrados, la principal pregunta que nos hacemos es ¿cuánto tiempo durará esta situación de emergencia? Y obviamente la principal variable a analizar es cuánto tiempo podemos aguantar haciendo frente a los compromisos adquiridos sin tener ingresos.

salvavidas empresarios
Imagen: iStock.

Por supuesto, el compromiso más inmediato es pagar la nómina. Si decidimos despedir personal, hay que afrontar el costo de liquidación, y aparte de este costo debemos estar conscientes que la inversión que hayamos hecho en estas personas se habrá perdido, sobre todo el tiempo invertido en capacitación, y que por lo tanto, cuando termine esta situación, si se sobrevive, habrá que volver a capacitar otra vez al personal, con todo lo que esto implica. Debemos pensar bien las consecuencias y el costo integral que conlleva despedir a alguien.

El segundo compromiso que tenemos que afrontar es con nuestros proveedores, habrá algunos con los que podamos extender los plazos de pago, y otros a los que los podemos poner en riesgo de quiebra si no les pagamos aunque sea una parte, independientemente del tema reputacional. Si nos quedamos sin proveedores, no habrá manera de reiniciar operaciones cuando ya nos esté permitido hacerlo.

Por otro lado, el mercado de rentas de locales comerciales o industriales está muy estresado, pagar rentas sin tener ingresos es imposible, debemos renegociar las condiciones a corto y mediano plazo. Sin embargo, si nos ponemos del lado del rentista, si éste está apalancado y disminuyen sus ingresos, no habrá manera de que salga adelante.

La situación por la que estamos atravesando lamentablemente por la falta de flujo, nos orilla a dejar al final el pago de impuestos, no pagarlos, y que a la larga es lo menos recomendable pues implica multas, recargos y actualizaciones, y finalmente con la autoridad es con los que más indefensos estamos.

mantenerse a flote en barco
Imagen: Freepik.

Entiendo que no estoy cubriendo todas las aristas, pero creo que estos son los casos más comunes a los que nos estamos enfrentando la gran mayoría de los empresarios. Por principio debemos entender que nadie está obligado a lo imposible, y por supuesto, mucho menos en una situación como la que estamos viviendo.

Me parece que la mejor manera de que como país salgamos lo menos dañados posibles de esta gran prueba por la que estamos atravesando, es que todo el sistema se haga responsable de todos, entendamos la problemática de cada quien y actuemos en consecuencia.

El país entero y todos los mexicanos estamos inmersos en una gran tormenta, sin embargo, no todos tenemos la misma embarcación, hay unas que será muy fácil que se hundan y otras mucho más fuertes que pueden rescatar a las más débiles, tanto en el plano empresarial, social y gubernamental.

Simplemente tengamos presente que el paraguas lo necesitamos cuando está lloviendo.

Pequeñas señales: la educación, los padres y el confinamiento

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¿Qué tienen en común una escena de Tarantino y la labor de los padres en el sistema educativo?

“Drei Glässer” dijo el soldado en perfecto alemán y señaló con su mano. Sin intención se delató como espía. En Bastardos sin gloria, la película de Tarantino, un británico se descubrió por error cuando hizo la seña errónea. Señaló –tres vasos–  iniciando desde el dedo índice y no desde el pulgar. Su comensal alemán descifró el detalle: los alemanes no cuentan así. El “uno” se inicia con el pulgar y no con el índice. La balacera y el caos comenzaron minutos después.

Giovanni Morelli fue un criptógrafo sucesor de un médico, de apellido Mancini, quien a finales del siglo XVII se obsesionó por encontrar un sistema de signos tejidos de manera cultural, que como síntomas involuntarios, revelan el origen genuino o falso de una obra de arte. Como cuando el médico hace mover tu pierna con un golpe y examina el acto reflejo, Morelli descifró en los detalles insignificantes al engaño. Hojas, orejas, manos, pequeños gestos de cómo alguien pinta, ayudarán a trazar el origen de la obra. El diablo en los detalles: como huellas digitales, los gestos inconscientes del artesano son señales que destapan la máscara de su creador. La ciencia forense y el psicoanálisis se siguen sustentando en esas bases. 

Desde que llegó la revolución del conocimiento, las plataformas educativas han nacido sin entender cómo arrastran viejos gestos de la educación prusiana. Nuestro desconocimiento del nuevo paradigma nos ha llevado a emular un sistema educativo empolvado, ese que rechina en el aula: el de las reglas de madera y las bancas de metal, el de las calificaciones y los castigos, el de la tabla de honor y las orejas de burro. Ese sistema se filtra en los códigos y programas educativos del siglo XXI.

papa con hijo clase online
Imagen: Le VPN.

En la época del tren a vapor y la maquila industrial, las naciones reclamaban creyentes y los hijos de las naciones debían ser formados mientras sus padres trabajaban con las manos negras en una máquina. Unos se ganaban el pan; los otros su futuro. Aún y con la llegada del iPhone, los hijos de los ensambladores y de los directivos de negocios han ocupado las butacas, pocas veces, en las mismas escuelas. La educación ha sido la manera en la que los oficios y las profesiones se definen, las naciones se unen y el futuro se traza. El sistema de producción ha sido el silbido de una locomotora que anuncia el destino: grita a los que hacen la currícula a dónde tenemos que  ir. Grandes genios, científicos, técnicos y peones han salido de las fábricas educativas.

Hoy nuestros hijos se  teletransportan para tomar clase; al mismo tiempo nosotros abrimos Zoom para iniciar la junta y los directores de Secretarías de Educación televisan clases rancias. El mundo digital y los cambios del sistema económico están dando señales de que la ecuación de la educación es errónea.  Es como dividir uno y cero en la calculadora de los años ochenta: marca error. En la visión de la educación prusiana el  hijo estudia mientras mamá y papá trabajan, hoy esa fórmula también marca error. El patio con los honores a la bandera se dibuja como un bodegón barroco que perdura en el  siglo XXI.  Al unísono el coworking y el homeschooling resuenan como trazos de un cuadro vanguardista y contracultural. La preparación cada vez será menos la de una profesión y un oficio, a los que hacen las currícula se les acabó la tinta de la impresora: el tren silba y traquetea sin un destino claro y da vueltas por esas vías y durmientes viejos de la era industrial. El presente nos pone contra las máquinas y sus algoritmos; el futuro, incierto y líquido, diluye las profesiones. Hoy debemos cuestionarnos, sin caer en el terror, ¿la educación para qué y hacia dónde? Tenemos que  imaginarnos hacer un plan con un código aún no inventado y con un destino desdibujado: con el maquinista y su tren, andando buscando un nuevo silbido, entre montes, en el horizonte, en la neblina del tiempo.

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Imagen: La Tercera.

Pero que no se apresuren los críticos. No estoy eliminando de un pincelazo los aciertos del invento prusiano. La institución educativa trajo, como su contemporáneo el tren, la posibilidad de unos cuantos a muchos. Hizo del conocimiento la locomotora de nuestro tiempo, por eso vivimos la era del conocimiento. Recordemos las palabras que Robert  Stephenson,  el creador de la locomotora de vapor, dirigía a sus críticos en la madrugada de hace dos siglos: Los caminos de hierro reemplazarán pronto a los demás medios de transporte, y servirán lo mismo para el rey que para el último de sus vasallos. No está lejos el tiempo en que será más ventajoso para el operario ir a su trabajo en tren que marchar a pie. Habrá dificultades, pero tú verás con tus ojos, hijo mío, lo que estoy ahora prediciendo. Estoy de ello tan seguro como de que estamos vivos. La escuela prusiana logró eso de la educación pero su combinación con la fábrica desarmó a la tribu de su centro emocional.

Los padres, por lo menos de las clases medias, hemos vivido en una zona de confort. Nuestros hijos salían de casa y regresaban educados por otros: los especialistas de la educación. En el hogar, si acaso, el espacio educativo se destinaba a las maneras y a la ética, a  los valores, a repasos y tareas. En la escuela se aprendían las materias: las ciencias y  las lenguas, y ahí Mateo y Ana jugaban con sus amigos. A la espera en casa,  en el mantel, el  agua de jamaica, la sopa y el postre esperaban las palabras del padre consciente: ¿cómo  te fue en la escuela?, ¿qué aprendiste? Esas charlas mecánicas, de almuerzo de lunes, nos hacían sentir comprometidos, además de cuando en cuando, una junta con la maestra o las calificaciones nos advertían sus avances y así aceptamos al sistema. Éramos espectadores de su futuro.

mama con muchas actividades cuarentena
Imagen: The New Yorker.

El confinamiento ha revelado muchas cosas. La madre que pedalea su bicicleta fija –mientras su hija toma una lección remota– añora su tiempo libre. El padre que con autoridad llegaba a revisar la boleta, hoy se jala de los pelos al ser el oyente arrimado de una clase que no imaginaba. Pero la maestra no puede controlar a la niña sólo con apretar dos teclas: Ctrl+Esc. La niña ve la pantalla, silencia y juega; la madre se detiene sin llegar al ritmo deseado, el padre busca culpables y se molesta. La videollamada grupal muestra los errores pedagógicos a la vez que nos demuestra lo incapaces que somos los padres para contenernos y contener a nuestros hijos. Se nos invita a no ver la obra de teatro sino a actuar en ella.

Varios amigos docentes me han contado de terribles jalones al otro lado de la pantalla. Padres y madres desesperados por no saber cómo hacer para que su hijo esté atento, la tabla del dos –piensan– entrará a regaños. A la par el jefe del trabajo les pide entren a Zoom para una reunión y el caldo la olla se desborda en la cocina. La división de labores, el trabajo y el estudio, los quehaceres de casa y los  deberes de la escuela, se diluyen en los cuarenta metros de nuestros modernos departamentos, esos que fueron diseñados para que no estuviéramos ahí salvo para dormir y ver desde el noveno piso la vista majestuosa de luciérnagas eléctricas de la ciudad y las chimeneas industriales de las fábricas comiendo el snack nocturno. Hoy, un microbio nos delata que los espacios comunales de las torres inteligentes que contienen nuestras habitaciones son tan peligrosos como los vagones atiborrados del metro.

En la modernidad global entramos como hace miles de años a la intimidad de una cueva que nos exige vernos y olernos sin salir de ahí. En esa ardiente intimidad, los padres debemos trabajar a la vez que preparamos a nuestros hijos para no ser devorados por las bestias de allá afuera. Cuando lo más peligroso son los demonios internos que nos devoran, esos actos reflejo incontrolables, la intimidad se ensancha como un océano nunca antes explorado.

La pandemia nos muestra la incapacidad de todos para jugar en un tablero distinto. Funcionábamos como autómatas en una fábrica con roles establecidos. La convivencia y la formación no vienen en el manual de operación. El miedo a ser actores y protagonistas de una obra, que veíamos y aplaudimos al final de cada ciclo escolar, nos nubla el presente. ¿Y nos queda la duda de si ésa es una crisis pasajera? ¡No! Es el indicio de una señal que exigirá repensar el presente para adecuarnos a una nueva normalidad del mañana. El COVID-19 es un tráiler de nuestras vidas futuras, es el silbido de un tren que parte sin un destino claro. La escuela para padres es más clara hoy que la de los hijos. En España una página de niñeras virtuales ha tenido un boom analgésico y anestésico: comprar su tiempo es el prozac de la pandemia de los padres, la salida a su depresión es el escape a su responsabilidad.

caos casa coronavirus
Ilustración: NBC News.

Poco a poco los raros padres inconformes y precoces, los que no encajaban, serán los adaptados: los practicantes de homeschooling. Como parte de sus rutinas, sus vidas serán las de blogueros educativos que dictarán la nueva currícula y el pulso a una paternidad abierta y sin antifaz. La duda será si éstos logran meter en sus contenidos los logros de la educación prusiana.

La pregunta de fondo es ¿cómo nos conectamos con nuestros hijos y su futuro? El comando no está en el teclado. Regresemos a festejar su inteligencia, a ver sus capacidades y curiosidades. El fuego de la cueva, ése que ilumina y espanta a las bestias, es su fuego interior. Una mosca vuela cerca del comedor. Jerónimo, mi hijo de siete años, pregunta de manera casual: ¿papá pueden los bichos traer al COVID-19 en sus patas?

No tengo respuesta. Su curiosidad nos pone en evidencia. El COVID-19 arrastra, todavía más inmundicia que las patas de las moscas: los deshechos y errores de nuestro tiempo. El mayor  fracaso de la educación prusiana fue haberse combinado con la fábrica, y como resultado  haber separado a los padres de su deber más profundo: conectar con sus hijos.

De la violencia criminal al altruismo humanitario

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Absortos en el tema de la peste y en las repercusiones inmediatas que están teniendo en el ánimo social el temor desbordado, justificado o no, la prolija difusión de información cruzada, el escepticismo sobre los datos oficiales, la confrontación entre grupos de poder de índole diversa, con visiones y versiones divergentes de la realidad económica, política y social respecto de las prioridades y potenciales consecuencias, apoltronados en los espacios de confinamiento y reducidos al papel de simples receptores, se ha dejado de lado la atención de situaciones que, antes de que la enfermedad apareciera, ocupaban el primerísimo lugar en la agenda de las preocupaciones ciudadanas y, alarmantemente, siguen vigentes y en aumento.

La complejidad del momento, caudaloso y turbulento río, donde confluyen al infortunio sanitario, tiempos e intereses políticos, ambiciones personales, confrontaciones y reclamos, ha despertado toda clase de apetitos y tentaciones, de alguna manera esperadas, por parte de los sempiternos pillos, embaucadores y especuladores que hacen de la incertidumbre ambiente propicio para la fechoría y de la tragedia botín.

Altamente preocupante es, sin duda alguna, y de primer orden en la agenda nacional, la emergencia sanitaria y los impactos inmediatos en la actividad económica que ya extiende su no menos mórbido abrazo sobre cientos de miles de mexicanos que vienen quedando en el desamparo.

crimen organizado en Mexico
Imagen: Plaza Pública.

El río revuelto, reza el refrán, otorga ganancias a los pescadores que, ante la actual crisis, obviamente, abundan. A la oportunidad la pintan calva, señala otra conseja y siempre habrá –condición humana– quien busque aprovecharla. Jugosos negocios pueden surgir a la sombra de la catástrofe, grandes fortunas pueden construirse con los detritos de la calamidad y, desde luego, nuevos paladines pueden erigirse como benefactores del pueblo, mientras el entramado social se resquebraja.

En tanto el gobierno está concentrado y ocupado en el asunto de la salud, la sociedad confinada para no contaminarse, los espacios públicos cancelados y algunos gobernadores colocando esposas a los peligrosos violadores de la norma que no usen cubrebocas, los criminales se regocijan mostrando músculo y retando al Estado una vez más, si bien de una forma diferente, no menos preocupante.

Las organizaciones criminales ostensible y abiertamente han adoptado un papel altruista y se han dado a la tarea de repartir despensas en diversas comunidades con logotipos publicitarios del respectivo cártel.

delincuencia en politica y discurso
Ilustración: Oldemar González (Nexos).

No se entiende este carácter “humanitario” de los grupos que violentan la paz pública con miles de asesinatos y ejecuciones de extrema crueldad, sino bajo la pretensión de consolidar su control territorial, generar simpatía y robustecer su base social como estrategia de protección a sus actividades delictivas, aprovechando los espacios que brinda la emergencia.

Ciertamente, no es novedad el reparto de obsequios entre la población por parte de la delincuencia, lo que sí resulta novedoso es la simultaneidad, la concurrencia de la temporalidad y el método que emplean los diferentes grupos en regiones diversas, lo que evidencia su coordinación para penetrar en el ánimo social como sus bienhechores.

El riesgo que entraña la circunstancia no es en absoluto despreciable, no debe perderse de vista el constante incremento de homicidios dolosos –sólo en marzo la cifra oficial contabilizó 2,585 víctimas– y el ambiente generalizado de inseguridad en todo el país. La capacidad de control territorial, la movilidad e impunidad con que actúan los grupos delincuenciales es bien sabida y si a ello se suma el apoyo comunitario, la amenaza se potencia.

A la crisis sanitaria que será seguida por la económica se sumará, según los pronósticos, la crisis social, escenario que puede resultar caótico si desde luego no se perfilan las medidas mínimas para contenerlo.

Muchos frentes se han abierto en la dinámica nacional, todos de gran relevancia y atención inmediata que amenazan, en su complejidad, con rebasar la capacidad de respuesta institucional y si a ello se adiciona la estructura criminal como un poder paralelo, con arraigo y empatía entre la sociedad y gran capacidad corruptora, el riesgo alcanza la estabilidad y seguridad misma del Estado.


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Las noticias poco alentadoras sobre el covid-19

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¿Cuánto podría durar la pandemia? Estudio revela que podría ser hasta 2022

La pandemia de coronavirus podría seguir propagándose por el mundo durante un periodo de entre 18 meses y dos años, según predice un informe publicado este jueves por un equipo de expertos en pandemias, según el cual entre un 60 % y un 70 % de la población podría tener que infectarse hasta alcanzarse el umbral crítico de inmunidad colectiva que detenga el avance del covid-19.

Mike Osterholm, que dirige el Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas (CIDRAP) de la Universidad de Minnesota; Marc Lipsitch, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de Harvard; Kristine Moore, exepidemióloga de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y directora médica de CIDRAP, y el historiador John Barry, autor del libro ‘La gran influenza’ sobre la pandemia de gripe de 1918, califican la situación actual como “la peor crisis mundial de salud pública en más de 100 años” y reconocen que su rumbo futuro “aún es muy impredecible”.

“El mejor modelo comparativo”

En cualquier caso, los expertos sugieren que podríamos hacernos una idea del potencial desarrollo del covid-19 a partir de las pandemias de influenza del pasado, que representan “el mejor modelo comparativo”, al guardar “varias similitudes importantes” con el nuevo coronavirus. Así, tanto el SARS-CoV-2 como un virus de influenza pandémica son patógenos virales novedosos ante los que la población mundial tiene poca o ninguna inmunidad preexistente. Además, se transmiten principalmente a través de las vías respiratorias, mediante grandes gotas, aunque también exista un componente significativo de transmisión por aerosoles más pequeños. Finalmente, en ambos casos es posible la transmisión asintomática —lo que contribuye a la propagación de cada virus—, y los dos son capaces de infectar a millones de personas y extenderse rápidamente por todo el mundo.

Al mismo tiempo, los dos casos tienen también algunas diferencias. El período de incubación es más largo para el covid-19, lo que permitió que el virus se propagara “silenciosamente” en muchos casos antes de ser detectado. Por otro lado, puede haber menos diseminación presintomática de influenza pandémica A en comparación con el SARS-CoV-2, mientras que la fracción asintomática parece ser algo mayor para covid-19 que para la influenza. Todos estos factores contribuyen a la transmisibilidad viral, escriben los científicos, detallando que incluso los últimos virus de la influenza pandémica severa han sido menos transmisibles que el SARS-CoV-2.

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Las ciudades más afectadas por covid-19

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Reporte de ciudades más afectadas por coronavirus en México

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, confirmó la lista de ciudades más afectadas por coronavirus en México, lista que encabeza la Ciudad de México.

La Ciudad de México y Cancún, así como los estados de Tabasco, Sinaloa y Baja California, son las entidades y ciudades más afectados por el coronavirus, pues hay altos niveles de infección y están en el momento más crítico, por lo que se redoblarán los esfuerzos del sector sanitario.

En el caso de la Ciudad de México, se indicó que el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), el instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición ‘Salvador Zuvirán’ (INCMNSZ), el Hospital de Cardiología y el Hospital ´Manuel Gea González´, alcanzaron el límite de atención de casos de coronavirus, por lo que pidió a los mexicanos buscar atención en los otros hospitales adaptados para atender la pandemia.

“Ya no se puede recibir a más enfermos porque ya está lleno, sin embargo, hay otros hospitales también de primer nivel del Seguro Social, de médicos muy buenos, especialistas, con todos los equipos, que no están llenos, que tienen disponibilidad de camas”, dijeron autoridades sanitarias acompañadas del presidente López Orador en conferencia de prensa del viernes 1 de mayo.

En este contexto, el mandatario federal hizo un llamado a la población a seguir observando las recomendaciones del sector salud para que pronto se pueda controlar la tasa de contagios.

Asimismo, pidió tener confianza en que el gobierno tiene la capacidad para recibir enfermos, pero exhortó a buscar atención médica sólo si tienen los síntomas del coronavirus y si son población en riesgo, con diabetes e hipertensión, buscar la asistencia médica si se tiene la sospecha de estar infectado.

“Estar atentos para ir a donde se les va a atender de inmediato, pero no pensar de que para qué ir a un hospital si no hay camas y esperar a que se desocupe, eso no conviene, necesitamos que vayan pronto y sean atendidos”, dijo López Obrador.

También indicó que se reforzará la campaña para que la población derechohabiente y no derechohabiente ubique los hospitales privados que atenderán gratuitamente cualquier otra emergencia de salud que tengan.