Pensar sintiendo

Juntos Haremos Historia

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“Juntos Haremos Historia”, la entonces “coalición” o alianza que surgió el 13 de diciembre de 2017 entre el partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES), además de la alianza del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que en 2018 se sumó en algunos estados, iniciaba su unión al mismo tiempo en que se nombró al representante de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, como su precandidato presidencial.

Actualmente, ya como presidente de México, Andrés Manuel está haciendo historia.

Le entregamos el país.

Recuerdo cuando tuve mi primera reunión en el Palacio del Virreinato cuando él era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Había una mesa amplia, circular, en donde estábamos reunidos alrededor de unas 15 personas o posiblemente más, y en la que podíamos vernos todos, permitiéndonos interactuar entre todos los presentes.

Atento, con dominio del ambiente, escuchaba. Andrés Manuel respondía con claridad, y no dejaba hueco alguno en su respuesta para ser abatido. No implicaba que los asistentes estuviesen de acuerdo, sino que él estaba expresando su punto de vista, y con ello bastaba para que así fuese considerado como atendido.

AMLO_juntos haremos historia
Imagen: Homozapping.

La claridad de su expresión cerraba la posibilidad de profundizar en el tema. Y de hacerlo generaba temor, pues implicaba negarlo. Así las cosas, había agilidad en el proceso. Rápidamente se pasaba de un tema a otro.

En corto y con la gran velocidad de su actuar basada en su claridad interna, las reuniones fluían y se temía en caso de no cumplirlas. De esta manera él descubría en la conducta de los demás, en quiénes no debía confiar.

Es por esta razón que ha logrado mover profundamente al país en tan corto tiempo.

Su capacidad de reflexión es tan aguda como sus percepciones. Para él mismo resulta muy difícil descubrir algo errado en su sapiencia. Con precisión matemática, Andrés Manuel pudo percibir a través de su propia experiencia cómo tenía que actuar el día de hoy. En otras palabras, está consciente de sus actos con gran intensidad interna así como cada una de sus decisiones e implicaciones.

Hoy que reanudo mi columna, le escribo a él, al presidente Andrés Manuel López Obrador, con aprecio, en la esperanza de que su interior nos lleve a buen destino.

Espero pronto ver nacer con su apoyo, el premio que tanto he anhelado que exista en nuestro querido país. El premio “Creador de Valor y Prosperidad” a aquellos funcionarios quienes demuestren, en términos medibles y objetivos, de que lo están logrando. Por el bien de México y de todos los mexicanos.

¡Estamos ciegos, sordos! Destapa tus ojos y oídos

Lectura: 6 minutosLa intensidad de mi día a día me imposibilita a tener lapsos de ociosidad; de esos pequeños momentos de tiempo en los que me puedo considerar libre de compromisos laborales y personales. No recuerdo cuándo fue la última vez que pude tomarme una tarde para admirar el espectáculo del ocaso; es precisamente por esta situación que me sorprende cuánto puede aprender una persona en sus tiempos de ocio, y lo muy poco valorado que le había dado a estos huecos forzados. Lo comprendí la tarde del miércoles pasado durante una conversación muy poco común.

Eran las 5 de la tarde cuando entre en aquella cafetería del centro de la Ciudad de México, la cual me dejaría más que un sabor de amargo expreso. Me había llevado a tal lugar a encontrarme con Irving Blumenter para comentar sobre su solicitud y reclutarle a un miembro del Directorio en Gobernanza para su empresa. Fue curioso cómo al entrar a un lugar tan confortable, el sonido callejero pareció apaciguarse de golpe, transportándome a una atmósfera distinta, en la que el tiempo parece detenerse para dar pauta a un momento de intimidad.

Tomé asiento en una mesa del centro de la pequeña cafetería; al local no le cabrían más de 50 comensales; a su vez, debo admitir que jamás había tenido la oportunidad de entrar al establecimiento, me había impactado la armonía del lugar. Durante mi espera, llamé al joven mesero para que tomara mi orden. Se retiró a surtirlo, al tiempo que me telefoneaba Irving disculpándose por un retraso estimado de más de media hora. En ese momento pude observar a una joven madre acompañada de su hijo, un niño que no rebasaba los 7 años.

Existen momentos en los que de forma involuntaria clavamos la mirada en una persona o situación, un momento de inconsciencia, en el que cumples sólo un rol de observador y te quedas conectado. Miré detenidamente a una joven madre que alimentaba con muchos esfuerzos a su hijo. El niño se comportaba de forma torpe, derramaba sobre la mesa su bebida, parecía irritado y mantenía la mayoría del tiempo los ojos cerrados.

Platos rotos.
Foto: Diario Femenino.

Fue tras un arranque de ira del pequeño, el cual dejó algunos platos rotos, que salí de mi trance y decidí asistir a la mujer. Rápidamente corrí para levantar los pedazos de loza que yacían en el pasillo. Tras la llegada del personal de limpieza del establecimiento, me erguí y pude ver el rostro de la madre un tanto desconcertada. De inmediato sus ojos se enfocaron en el pequeño, lo que tuvo como consecuencia también que mi mirada se postrara en él.

Noté enseguida que el niño no me observaba. Era una mirada como perdida. En ese momento creía comprender lo que sucedió: el niño era posiblemente invidente. Tras el suceso decidí dar media vuelta y retirarme y mirar con preocupación a los ojos de su madre. De pronto, la mano fría de la joven madre tomó la mía, ella dijo: “¿Desea acompañarnos?”. Realmente no quería hacerlo del todo, no por descortesía. Cavilé un momento sobre la situación, la miré a los ojos nuevamente y descubrí soledad, tristeza. Tomé asiento.

Claudia, quien comenzó por presentarse, tenía una voz dulce; daba la impresión de que en cualquier momento soltaría alguna lágrima. Su aspecto físico no era para nada molesto, tenía ojos claros, una cabellera lacia prominente, su complexión era delgada de nariz afilada y busto modesto. Sinceramente, me pareció atractiva.

A su vez, Arturito, como lo llamaba su madre, era un joven de una curiosidad insaciable y desinhibido en su totalidad; debo sincerarme al afirmar que su trato era tan cálido que me sentía con un amigo de entrañable amistad.

La conversación fluía principalmente con Arturito, quien me pedía que le describiera hasta el más mínimo detalle de nuestro alrededor. Todo cambió cuando el niño posó sus frágiles dedos en mi rostro; la inmediata reacción fue de sorpresa; me quedé un momento asombrado y cedí con ternura. Todo cambió después.

Claudia ofreció disculpas por el suceso. La joven madre comenzó diciendo: “Disculpe el atrevimiento, suele ser un poco impertinente, su condición lo ha determinado, pero es sólo un niño”. Me incomodó el ver que una madre se disculpase por la inquietud natural de un hijo invidente. ¿Cuánta crueldad ha de vivir que hasta de ello tiene que apenarse?

Le rogué que no lo haga con nadie. No debe hacerlo. Se falta al respecto a sí misma y a su hijo.

Niño extiende mano.
Foto: Freepik.

Sorprendida, Claudia me pidió que me identificara por mi reacción muy poco común ante situaciones similares. Platicamos un rato de los dos.

La conversación fluía. Claudia se dedica a la docencia de nivel universitario, me comentó que cada día tras recoger del colegio a su hijo se toma un respiro en este pequeño oasis solitario, un momento en el que se libera de la mirada de los otros.

Comenzó a describirme su día. En la mañana tenía que cuidar cada aspecto de la higiene de Arturito, intentándole dar autonomía; ajustarle un poco la ropa para que no se vea desaliñado por no poderse verse él mismo en un espejo, supervisar que sus alimentos llegaran a la boca correctamente. La odisea le continuaba camino al colegio. Tomar el transporte público atiborrado, eso sin mencionar la poca accesibilidad de los microbuses, único medio por el que se llega al colegio de Arturito.

Durante la estancia del niño en la escuela, Claudia debía asistir a dar clases; su rutina sólo le permitía 6 horas efectivas de docencia, lo que significaba un ingreso menor. Tras recoger a su hijo del colegio (del que por cierto pronto tendría que prescindir, debido a que el plan de estudios para invidentes en dicha institución sólo contemplaba hasta el 4to año), Claudia realizaba su escala obligada en la cafetería de nuestro encuentro; sólo para posteriormente lidiar de nueva cuenta con el transporte público y poder llegar a casa para apoyar en atender la tarea de su hijo, preparar la cena y tratar de descansar.

Noté que en ningún momento mencionó al padre del niño, a riesgo de parecer impertinente me atreví a preguntar por su esposo. Respondió: “Mi hijo nació con cáncer de ojos y a los tres meses de nacido fue necesario intervenir sus córneas. Fue terrible. Tras unos meses de barbarie social y descomprensión nuestra relación se tensó día tras día, y a pesar de intentarlo, Manuel (mi esposo) y yo nos divorciamos. Tengo una hermana menor, no tendrá más de 17 años, ella es quien me apoya en el día a día, pero si le he de confesar, detesto la situación, ella está perdiendo su juventud por mi hijo y por mí. ¡Deseo que viva!”.

El esperado Irving llegó. Los presenté. Como europeo moderno de alta educación, reaccionó con Arturito en una gran plática. No me lo creerán. Acabamos creando una bella relación.

No conozco a nivel mundial un esfuerzo tal que reconozca de buenas a primeras que los más afectados ante situaciones como la que describo, son los familiares directos del niño o adulto que vive con una discapacidad.

Apoyo médico.
Foto: formafadess.com.

¿Se imaginan que en lugar de escuchar la vida de intenso dolor y soledad que acabo de compartir, ésta fuese la nueva?…

“Aunque mi hijo es invidente, nuestra calidad de vida no se vio afectada. Por ley en México, el oftalmólogo nos registró de inmediato en el programa “Pro-Familia de Grandes Retos”, un plan familiar que resultó ser la piedra angular de nuestra cotidianidad y adecuación a la normalización dentro de la sociedad actual. El programa era integral, incluía:

  • apoyo económico para mobiliario y equipo médico especial que fuese requerido,
  • plan de desarrollo para apoyo a la dinámica matrimonial de hijos con problemas físicos o mentales,
  • implementación de estrategias para abiertamente proclamar la nueva forma de vida y concientizar a la sociedad,
  • programa de plenitud del niño con reto especial en su vida,
  • atención y entrenamiento a hermanos y hermanas y otros familiares cercanos, y por último,
  • la asignación de una persona a tiempo parcial egresada de la Nueva Universidad de Enfermería en Discapacidades, con especialidad en invidentes, resultante de los programas de la Clínica Mayo y del Technion.

La descripción de esta utopía para una familia de un invidente es un sueño que jamás será posible si no se actúa de inmediato. Veríamos a un padre que jamás se iría de manera arrebatada, un hogar cálido que no fuese ignorado por la sociedad, una madre no atormentada, sino revitalizada ante la bondad del ser humano y de los apoyos que los acompañan. Y a un Arturito, redondamente apoyado y conviviendo con la más factible normalidad que le enfrentó su situación y reto.

Querido lector, le invito a generar acción en este sentido. Estoy para alentar y apoyar todo esfuerzo, respondiendo a todos sus mensajes.

Que sea un gran primer día de semana. ¡Buen lunes! ¡Buena semana!

@sampodol

Reitero el Manifiesto “Hacia un Acuerdo Nacional por el Crecimiento y el Bienestar Social de México”

Lectura: 3 minutosEn reacción a la situación que actualmente presenta el país, el Dr. Ernesto Rubio del Cueto presentó un manifiesto en busca de crear conciencia y animar a la administración del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto a tomar medidas oportunidad para encaminar a México al bienestar de la sociedad en su conjunto.

En el manifiesto “Hacia un Acuerdo Nacional por el Crecimiento y el Bienestar Social de México”, Ernesto Rubio del Cueto reconoce que las reformas estructurales impulsadas por el Primer Mandatario modificaron en gran medida la imagen de México en el exterior, y resalta que una de las grandes fortalezas del país frente a la incertidumbre o descontento ciudadano es la sensibilidad y disposición al diálogo con sectores sociales y agentes productivos, deseosos de impulsar el proyecto de un “México en movimiento, más incluyente y próspero, moderno y productivo, capaz de competir en un entorno de alta complejidad y que aspira a vivir en paz al Imperio del Estado de derecho y la concentración de acciones para combatir la pobreza.”

Mandatario Peña.
Presidente Enrique Peña Nieto (Foto: Plumas libres).

No está en duda que en los primeros tres años de mandato del presidente Peña Nieto, México ha impulsado las reformas necesarias para adecuar las leyes, valores y estándares, a los cambios mundiales que no admiten un retroceso en materia cultural y productiva; sin embargo, como lo señala Ernesto Rubio del Cueto, a pesar de que los cimientos son fuertes, adecuados y responden a la exigencia del país para el siglo XXI, el proceso está lejos de haber concluido.

Estoy en total acuerdo con lo planteado por Ernesto, que en los próximos años México debe proporcionar la renovación institucional e instrumentación de las grandes reformas, y los empresarios e industriales del país compartimos la vía elegida para las transformaciones y estamos dispuestos a asumir el reto que implica la construcción de un país de bienestar social e integral.

La inestabilidad económica derivados de una carga histórica, que se han agudizado con los más recientes acontecimientos externos, ha evidenciado la vulnerabilidad de nuestra macroeconomía; por lo que creo conveniente reiterar el manifiesto del Dr. Ernesto Rubio del Cueto y exhortar a las autoridades mexicanas y los sectores productivos a realizar mayores esfuerzos en el ámbito político y legislativo que se puedan traducir en la convocatoria del Acuerdo Nacional por el Crecimiento y el Bienestar Social.

Dr. Rubio del Cueto
Dr. Ernesto Rubio del Cueto. (Foto: gep.com.mx).

La propuesta del Dr. Rubio del Cueto plantea medidas de acción que den respuestas claras a la sociedad mexicana en medio del difícil escenario que se presenta. Además, de asumir un rol como el que él plantea, de compromiso y responsabilidad por parte de los agentes responsables de la estabilidad del país; se generará el ambiente de colaboración que realmente enfrente los desafíos del contexto global al que nos enfrentamos en este 2017.

Todos y cada uno de los 15 puntos que el Dr. Del Cueto menciona en su manifiesto son de gran relevancia para el destino del país.

No estamos en contra de las reformas impulsadas por el Sr. Presidente, pero si exigimos medidas que coadyuven a la consolidación de cada una de ellas.

2017: juego, estrategia e incertidumbre por el bienestar

Lectura: 3 minutosEste año 2017 inicia en el mismo momento del surgimiento de grandes y crecientes contrastes en el ámbito político, económico y social a nivel global.

El mundo se enfrenta a nuevos retos diplomáticos y bélicos que pondrán en jaque el bienestar de las sociedades de todo el orbe. La guerra provocada por personajes narcisistas y autoritarios creará una nueva distribución económico-geográfica global, pues al parecer se corre el riesgo de que el colonialismo que imperó durante siglos, sea de nueva cuenta la forma de gobierno dominante.

Todo indica que la geopolítica del año nuevo estará en disputa por cuatro jugadores. Por una parte están los Estados Unidos, país con aliados estratégicos en Asía, pero que se denota incertidumbre cercana por los movimientos que expone realizar el próximo presidente Trump, quien pareciese servir (lo dudo!) de manera “ingenua” a la potencia liderada por Putin. Por ejemplo, hace pocas semanas el presidente ruso envió una carta a Trump donde le ofrecía restablecer la relación bilateral que se vio sumamente afectada por los conflictos bélicos del siglo pasado.

Lo cierto es que, al parecer, la “amistad” entre los mandatarios solo es un medio para que Estados Unidos no se interponga en el plan de Rusia de recuperar los territorios de la antigua Unión Soviética, suceso que la Unión Europea, nuestro tercer jugador en disputa, tratará de evitar a toda costa.

Por su parte, China ya empieza la carrera económica y comercial por ocupar el lugar de Estados Unidos en la región de Latinoamérica y el Caribe, pues su enorme crecimiento apresurado y diversos tratos comerciales y diplomáticos con los países de occidente, dan cuenta de que el país milenario busca aparentemente decrecer la fuerza de Estados Unidos al entrar por el Pacifico.

Donald Trump
Donald Trump, Presidente de los EE.UU.

De este modo, los cuatro jugadores descubrirán estrategias y excusas para la invasión, con algunos conatos bélicos factibles para el impulso económico y posiblemente hasta con “disfraces de cordero” para entrar con total libertad a regiones como Latinoamérica y Europa del este.

Pero ahora hablemos de la forma en que esta guerra económica de estrategas y jugadores afecta nuestra casa.

Es bien sabido (y profundamente resentido por la ciudadanía nacional) que las condiciones políticas y económicas en nuestro país se han visto afectadas negativamente y de manera directa en relación al bienestar de la sociedad mexicana. Afortunadamente, aunado a ello, consta el hecho de que nuestra nación guarda una relación diplomática y de amnistía con los cuatro protagonistas de esta guerra que mantiene al mundo en incertidumbre.

¿Cómo saber lo que nos depara esta “guerra económica”? Quizá para comprender la magnitud de este suceso político que se generó hace semanas solo basta con analizar la situación de nuestra propia casa.

En lo político, nuestro país está sometido a un sistema de interacción del partidismo en general, que no pretende el bienestar de la sociedad como primera instancia y la oposición ciudadana desea combatirlos. Pelear aparentemente dentro del sistema político nacional actual no ha dado resultado factible, puesto que la impunidad y los arrebatos violentos suelen gestarse. Es decir, nuestros dirigentes no toman el control de manera pacífica y anteponiendo ante todo el bienestar del ciudadano, ¿Cómo entonces esperar a nivel país que el mundo pueda llevar un proceso que resguarde el bienestar nacional cuando en casa no lo estamos haciendo?

guerra económica.
Imagen: Blog América Latina en Movimiento.

Por ello esperaría que mundialmente vivamos como en un simil de una versión en vida real del famoso “Risk”, conocido juego de mesa de estrategia y amistades ventajosas, en el cual se busca el dominio mundial. Hoy no es factible de conocer el desenlace final. ¿Podrán los gobiernos del mundo, incluido el nuestro, salvaguardar el bienestar, impulsar la prosperidad y llegar a consolidar acuerdos pacíficos?

Si es 2017 el año del inicio de una versión renovada de “Risk”, me temo todas las piezas del tablero en este periodo se encontrarán viviendo incertidumbre constante. Debemos estar preparados y unidos por el bien común, si no como nación, si como especie humana.

Por eso lector es que te invito a que compartamos visión y recomendaciones, a que juntos generemos ideas y propongamos soluciones que realmente salvaguarden el bienestar de nuestros ciudadanos y del mundo en general.

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Escríbeme a: sampodol@premiomexico.com

Te prometo te leeré atentamente y te responderé a la brevedad.

Buen año!

Sam Podolsky

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UNESCO desliga Monte del Templo de Jerusalén del pueblo judío

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PRIMERA PARTE – UNESCO – MONTE DEL TEMPLO EN JERUSALÉN

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobó este jueves una resolución a la solicitud emitida por palestinos y Jordania en la que se pidió eliminar todo vínculo entre los judíos y el Muro de los Lamentos, ubicado dentro del Monte del Templo en Jerusalén.

En un amplio texto compartido en su sitio web, la UNESCO señala la resolución que El Consejo Ejecutivo del organismo obtuvo de la votación efectuada por los representantes de los países miembros.

Con 6 votos en contra, 26 abstenciones, dos ausentes y el resto de los países miembros a favor de la propuesta antisemita, la UNESCO dio su aprobación a una iniciativa que ignora los hechos esenciales de la historia judía sobre el Monte del Templo y el Muro de los Lamentos, sitios sagrados para los judíos, reconociéndolo como lugar de culto musulmán.

La resolución propuesta por Palestina, es apoyada por Egipto, Argelia, Marruecos, el Líbano, Omán, Qatar y Sudán; e incluye una condena a Israel por la presunta gestión de lugares sagrados en Jerusalén.

En el texto, la UNESCO se refiere al Monte del Templo solamente como la mezquita de Al Aqsa, calificándolo de lugar único del islam.

En respuesta al anuncio del organismo de Naciones Unidas, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu repudió la resolución. “Decir que Israel no tiene ningún vínculo con el Monte del Templo es como decir que China no está ligada a la Gran Muralla o que Egipto no tiene conexión con las Pirámides”, afirmando que “con esta decisión absurda la UNESCO ha perdido la poca legitimidad que aún le quedaba”.

Monte del Templo de Jerusalén. (Foto: Publimetro)

En un video compartido en redes sociales, el Ministro israelí agregó que la organización es ignorante con respecto a la Biblia y acusó al organismo de haberse convertido en un “teatro del absurdo”.

Por su parte, la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, emitió un mensaje en donde advierte que esta propuesta podría ser perjudicial, reconociendo la diversidad cultural y señalando que “Negar, ocultar o borrar cualquiera de las tradiciones judías, cristianas o musulmanas socava la integridad del lugar, y va en contra de las razones que justificaron su inscripción en la lista del patrimonio mundial de la UNESCO.”

En la Torá, Jerusalén es la capital del rey David, donde Salomón construyó el templo y colocó el Arca de la Alianza. En la Biblia, Jerusalén es la ciudad de la pasión y resurrección de Jesucristo. En el Corán, Jerusalén es el tercer lugar más sagrado del Islam, Mahoma, donde llegó después de su viaje nocturno de Al Haram MOSQ (Meca) a Al Aqsa.

Esta primera resolución es muestra de la incapacidad de una institución como la UNESCO de lograr la paz en el mundo y mucho menos al utilizar falsedad declaratoria, fundamentada en presuntos eventos ajenos a la conclusión innegable de la historia y de la vida del hombre en este mundo: El Monte del Templo en Jerusalén es parte fundamental del judaísmo, tanto como lo es del islam y del cristianismo.

En búsqueda de la unión, la UNESCO ha fallado. México no debió haber firmado a favor de la desunión. ¡En México todos somos hermanos!

¿Teatro o realidad?

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Fui víctima del tránsito agobiante en la Ciudad de México. El nulo avance de los automóviles y el fastidio de pasar casi una hora sentado agotaron mi paciencia. Abrir la ventana no me funcionaba en estos casos, por lo que salí del automóvil por un poco de aire. En la esquina observé a un uniformado, decidí acercarme para preguntarle si conocía el motivo de la congestión. Cuando estuve a unos pasos del oficial, quien interrumpió tocando el cristal del automóvil siguiente, me convertí inesperadamente en espectador incidental de esta escena:

—Buenas, mi joven.

—Buen día, oficial. ¿Cuál fue mi error?

—Licencia y tarjeta de circulación por favor.

El conductor asintió y enseguida se dispuso a entregarle sus documentos. El oficial los tomó. Se excusó de tener que comprobar los papeles y caminó hacia la moto-patrulla. Al verme observando, se incomodó. Después de solicitar por la radio la revisión de los datos, el oficial acudió de nuevo al conductor diciendo:

—Entonces, joven. ¿Por qué considera haber cometido un error sí yo no le dije lo que ha hecho?

—Porque le entregué mis documentos.

—Mire, usted ejecutó el delito que se anuncia en el artículo… número once que dice que: “sujetar aparatos de u otros objetos que sean o representen, o interpreten distracción para… éste, la conducción segura del vehículo”. Y aparte de eso también como quien dice ha violado el artículo que sostiene que: “cuando por caso fortuito el conductor detenga su vehículo en las vías procurará no entorpecer la circulación”, ¿Cómo la ve?

—¿Perdón? Pero, ¿por qué? Estaba por colgar, avisaba a mi esposa del tráfico y estoy seguro que entiende oficial, aparte es absurdo que me multe cuando usted mismo ve que estamos sin podernos mover.

Multa de Tránsito.
Foto: Chilango.com.

—Por supuesto que lo entiendo, pero de todos modos es acreedor a las multas correspondientes.

—¿Multas? ¡Oficial! No me mal interprete, ¿Cuál es la verdadera razón de mi detención?

—Primero que nada no está detenido y así como le dije; ha violado los artículos que dicen que… “sujetar aparatos de… u otros objetos que sean de distracción para el vehículo. Y el quince que dice así como cuando por caso… el conductor se detenga, en las vías y, así procurará poner aviso y no entorpecer en las vías.”

El conductor le externó su confusión, acto que el policía tenía previsto y para evitar una larga explicación, el oficial pidió un momento para volverse a la moto y verificar los datos que recibió de central. Después de corroborar que no existía historial delictivo, regresó y entregó los papeles al conductor. El oficial agregó:

—No te muevas, joven. Enseguida traigo tu tanda de multas.

—¡Oficial! No me ha explicado las faltas que he cometido… ¡carajo!

—¡Hey, hey! ¿A dónde? Acaba usted de cometer un tercer ilícito acomodado en su Reglamento de Vialidad que dice que: “Así como ofender, insultar o denigrar a los agentes de la paz o personal de apoyo vial, está prohibido”.

—Disculpe, oficial, no quise ofenderlo de esa manera. Es mi sentir interno no mi visión de usted. Además, no comprendo el texto en forma ordenada de ninguno de los artículos, ni de qué se me acusa. Mire, permítame mostrarle mediante mi trabajo la forma en la que lo escucho a usted, así sabrá por qué no lo entiendo. Verá, soy actor y usted me recuerda mucho a un personaje que seguramente conoce.

Mario Moreno
Mario Moreno interpretando a Cantinflas. Fotograma de la película “Ahí está el detalle” (1940).

El conductor bajó del automóvil y pidió permiso al oficial para abrir la cajuela. El uniformado dio un paso atrás y se mantuvo alerta. Para esto éramos más personas mirando tal injusticia. El conductor sacó del fondo de una maleta un pedazo de periódico, lo dobló y tomó la forma de un ejemplar sombrero de policía, sacó de su bolsillo un plumón y se pintó en el rostro unos bigotes que carecían de forma. Sacó parcialmente su camisa del pantalón y lo bajó hasta la mitad de sus glúteos, cerró los ojos mientras el oficial lo miraba perplejo y los abrió de pronto diciendo:

—No papi, yo no conozco más vidriantes que los vidrios que limpio. (…) —Bueno, algo algo sí sé. (…) —No tanto como usted, pss porque no me gusta ser presumido, pero tampoco soy ignorante. (…) —Antes ya sabía uno qué le tocaba, lo que hacía, amigos y un ambiente así medio hostido medio insípido, yo de plano como que no me hallo. (…) –Pss discúlpeme usted y ya se acabó este relajo. –Nooo pss tampoco, que se pongan de otro lado, ¿qué me van a agarrar de su puerquito? (…) – ¿Y usted no se da cuenta que aquí algo anda chueco? Sí, señor, porque sí ustedes estuvieran… que digamos se ha perdido un collar… entonces vamos agarrando la pista, no más que agarran a usted, usted como policía… usted que tiene obligación de, ciertamente con cierta estructura ¿verdad? Un brillante, ¿qué puede valer? ahí te encargo. Se ha perdido un brillante, ¡fíjese usted qué cosas! Y en lo que ustedes no han caído, porque no más se han planteado, no señor. ¿Y con enfocarme con esa lucesota ya apareció el collar? No, chato, usted abusa.

El conductor finalizó su interpretación, respiró profundo y esperó en silencio. Todos aplaudieron incrédulos. Después de rascarse la barbilla pensando, el oficial reconoció al personaje que el conductor interpretaba. Asombrado por la actuación y por nuestro aplauso, con una enorme sonrisa en la cara, el policía agregó expresando:

—¡Maravilloso! ¡Hasta me hizo reír! Es usted un digno intérprete. Estoy sorprendido, no sabía que era actor. Mire como nos tiene a todos aquí en la calle.

—Muchas gracias, oficial. Me alegro que le haya gustado.

—Joven, pss así ¿cómo? Mire, antes de que siga su curso, déjeme felicitarlo por la magnífica interpretación que hizo de tan magnifico personaje. Mí Mario MorenoCantinflas”, que lo tengan bien cuidado ahí arribita. No se preocupe por la multa, pasa regularmente eso de tener que colgar las llamadas para no ser violadores de la ley. ¡Vaya bien, joven! Que conduzca con cuidado.

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Querido lector, ¿Se ha visto usted en alguna situación parecida? Compártamelo. Espero sus comentarios en mi correo personal, pensarsintiendo@elsemanario.com

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Un político bondadoso

Lectura: 5 minutos

Dime apreciado lector, como ciudadano, ¿qué le dirías al político que te gobierna?

Ciudad de México.- La madre abnegada había acordado con el clérigo que Hjiadi, el mayor de sus cuatro hijos, se casaría un sábado al mediodía. El sacerdote recibió como diezmo unas cuantas monedas, de las cuales, dos fueron destinadas al fondo de la iglesia. Así fue como el primer sábado del 2015, a las doce del día, Hjiadi se casó con Joy. Después de la sencilla ceremonia, en el salón de usos múltiples de la colonia, sirvieron, de siete a once de la noche, café y tamales a los invitados. Los novios tuvieron su celebración sin ser necesarios tantos arreglos. Fue una desafortunada experiencia cuando Hjiadi y Joy se presentaron el día anterior con sus dos respectivos testigos y el juez les negó el matrimonio.

–¡No tienes credencial de elector! –externó irritado el ministro– No podemos proceder. Para poder contraer matrimonio ante mi jurisdicción ambos deben, –los miró de reojo y continuó–, estar registrados ante el INE. –Como Hjiadi no entendió absolutamente nada de lo que le dijo el juez, agregó de nuevo:

–Estoy por casarme mañana por la iglesia, señor juez.

–¡Y así te quedarás hasta que tramites tu identificación!– finalizó el ministro, agitando su brazo con energía. Hjiadi tomó de la mano a Joy, agradecieron amablemente a la autoridad y se retiraron confundidos y regañados. Serían matrimonio para la iglesia, pero para el Estado simplemente no estaban registrados.

Un mes después, en el exterior de la casa, saltando de rama en rama, un pequeño pájaro y su trinar daban aviso a quien recurre a su noble profesión, que pasaban las cinco y cuarto de la mañana. Ningún foco estaba encendido cuando el novio recién casado le dio un beso en la frente a su somnolienta esposa.

Hjiadi salió de casa rumbo al trabajo con la puntualidad de siempre: las cinco y veinte minutos de la mañana. A las cinco con treinta los faros de un microbús se vieron a lo lejos. Uno tras uno, cada dama, caballero, estudiante, ingeniero, obrero, chofer, abogado, músico, poeta, o cualquiera que sea su oficio, cada individuo esperaba paciente su turno para abordar.

En eso, don Gil llegó a alcanzarlo como ocasionalmente sucedía. –¡Buen día, don Gil!– saludó Hjiadi– ¿Sigue malo de la vista? ¡Ya me casé con Joy! Nos casamos hace dos meses. Encontré chamba de cocinero en el restaurante bajo el mando de su sobrino “el Mike”, pagan bien. ¡Mire don Gil! ¡Ya viene el micro!

Transporte público.
Foto: vagabunda.mx.

Aferrado a los pasamanos del microbús en medio de dos hombres que lo aplastaban, Hjiadi, él de ascendencia otomí, sintió una gran alegría y sonreía como si fuera día feriado. Se trataba de una ligera diferencia en la monotonía de sus días. Después de observar algunos rostros familiares de las cincuenta o sesenta personas que iban casi abrazados el uno con el otro, Hjaidi, quien trataba siempre estar atento, descubrió un cambio en el ambiente del microbús. Llegando por fin a la estación, Hjiadi agradeció al conductor mientras éste maniobraba el pesero y le respondía el gesto a través del espejo retrovisor. Bajó a paso ligero las escaleras de la estación del Metro. Subió a un vagón que estaba a reventar y la masa de personas involuntariamente logró expulsarlo. Miró incómodamente al compañero vecino que junto a él había sido expulsado y ambos empujaron la aglomeración hacia adentro. Cuando las puertas del Metro se cerraron, Hjiadi, que todavía sonreía, mantuvo el perfil bajo. Al igual que él, la mayoría de las personas lidiaban en silencio con la violación de su espacio personal. Era rara la vez que Hjiadi era testigo de batallas con lírica hiriente, donde el objetivo principal es ser lo suficientemente grosero como para intimidar al contrincante. Ser espectador frecuente de alguna manifestación violenta no es algo a lo que uno deba acostumbrarse, sin embargo, algunos cuantos tienen la suerte de no ser testigos de tan común faena.

Faltaban cinco minutos para las siete. Como también ya era costumbre, Hjiadi esperaba afuera del restaurante al encargado. “El Mike”, de aproximadamente la misma edad que Hjiadi, alto, bien vestido y con exceso de gel en el cabello, presumía que su trabajo se resumía específicamente en supervisar, y de vez en cuando, despachar (o robar) la merma de alimentos en el restaurante. Éste, al ver la felicidad con la que Hjiadi iniciaba sus labores le preguntó:

Hjiadi, ¿Por qué carajo vienes tan contento al trabajo? —Hjiadi no contestó.

—¡Hjiadi! ¿Me escuchas, Hjiadi?

Hjiadi miraba con detalle el gran reloj con agujas doradas que pendía de un marco de madera. Marcaba las siete con cinco. Impresionado por corroborar su orgullo en puntualidad laboral, Hjiadi salió del trance que le evitaba responder con rapidez a su interlocutor.

—Te voy a contar algo maravilloso que me pasó cuando venía al trabajo –agregó de pronto Hjiadi.

—¡Viene cabrón!— contestó eufórico “el Mike”, mientras Hjiadi pensaba sus palabras.

—No vayas a burlarte —condicionó Hjiadi—, cuando venía pa’l trabajo, ahí cerquita de donde vivo, estaba yo esperando a que el camión bajara por mis rumbos ¡cuando en eso pasa un micro que era nuevo! —Hjiadi hizo una pausa para fijarse en la reacción que su relato ocasionaba y después de comprobar que no había burla alguna continuó —pasó y decía que iba hacia el Metro, lo abordé y cuando subo me fijo que tenía las ventanas selladas. Al poco rato un chavo intentó abrir la que tenía a su lado, pero estuvo intenta e intenta y nada, no pudo.

Microbuses nuevos
Foto: Chilango.

—Aja, continúa, —agregó “el Mike” entusiasmado—.

—Pus nada —agregó Hjiadi recogiendo los hombros—, que venía con las ventanas cerradas y no sabes el gusto que me dio no estar oliendo el gaserío que producen todos los micros.

El supervisor no comprendió la simpleza de tan extraño gesto. Hjiadi se fue bailando hacia la cocina ignorando la incertidumbre que nació en su compañero. Se acomodó la gorra, tomó el cuchillo, la tabla de madera, y sincronizando el ritmo con el que cortaba las cebollas con un silbido encantador, muy parecido al canto matutino que entonaba la pequeña ave por la mañana, trabajó hasta que se vio interrumpido por otra pregunta de su perturbado compañero. Hjiadi explicó de nuevo la justificación de su felicidad sin conseguir que “el Mike” o ninguno de los demás empleados, que llegaban con el pasar de los minutos y se incluían en la dinámica de preguntarle exactamente lo mismo, estuvieran cerca de entender la razón de su buen humor.

[box type=”shadow” ]Dime apreciado lector, ¿qué le dirías a estos dos personajes?

—Al Político que dice: “Yo soy político. Hjiadi está contento. Le cambié la unidad al micro y he cumplido mi misión. ¿Tú, qué piensas de mí?”

—Y como ciudadano: “¿Qué piensas de Hjiadi?”

Expresa tu sentir y visión en mi correo personal: pensarsintiendo@elsemanario.com [/box]

La Nueva Mañana

Lectura: 6 minutosNo hace más de diez años, siendo el último día del año gregoriano, me encontraba en Madrid vacacionado con deseos de gozar de museografía y de las amistades tan estrechas del ámbito político de tan intenso país.

No era una noche común. Desconozco por qué se sentía soledad y tristeza en su gran Puerta del Sol. El reloj de la Real Casa de Correos, al centro de la torre de la Plaza marcaba las 10 de la noche, preparándose para que a la media noche, diese las 12 campanadas acompañando a quienes llevasen las 12 uvas de la suerte, una por cada mes por venir, acompañadas de un bello sonido de carrillón que inspira el acto de esperanzas y deseos para que se les cumplan en el nuevo acontecer.

No había tanta gente como imaginábamos. Fue una noche extraña.

Teníamos ya un hambre atroz. No habíamos reservado en lugar alguno y decidimos caminar a encontrar un sitio pequeño pero grato y más acogedor. No fue fácil, por la cantidad de lugares cerrados o con muchos comensales. Finamente nos atrevimos a entrar en uno de ellos, cercano a lo que buscábamos.

Madrid de noche.
Foto: Pixabay.

“Buena noche”, nos decía una mujer joven que después descubrimos que era la única empleada de servicio del lugar. Era pequeño con no más de 10 mesas distribuidas en 2 cuartos, frente a una barra de madera que protegía las botellas del bar y la entrada a la cocina. Nos enteramos que la propietaria le decía “Creta”, cuando su belleza era netamente española y de una mujer intensa y servicial, con dones de chismosa.

Una mesa de madera en color caoba, sin mantelería, con botella de un Tempranillo desconocido, nos acompañaba al ser acomodados. Era un menú de platillos caseros que se apetecía y más cuando descubrimos que una pareja relativamente joven, cerca de los 45 años de edad, eran los propietarios y personalmente hacían de todo, desde cocinar, hasta cobrar la cuenta.

Estábamos en un negocio familiar, de quienes luchan por ganar la vida en un micro-comercio de buen sabor casero. No era lo pretendido, más valía la pena ya quedarnos y experimentar.

Sin dar aviso, se inicia entre ellos, una interacción oral que va aumentando de tono, hasta llegar  a los gritos y palabras que ofenden entre sí. Estábamos en una inesperada monumental trifulca de pareja! Resultó tan desagradable e incómoda que estábamos a punto de partir, cuando el marido, vestido de camisa blanca de algodón grueso casi beige, toma un abrigo desgastado color camello , se aprieta la bufanda en el cuello, y después de una bárbara peladez, sale azotando la puerta del lugar con toda su fuerza.

Vaya escena para todos. La dueña, con rápida cordura, se acerca y nos pide disculpas animándonos a quedarnos. “Es que ya no lo soporto”, nos comparte. “De repente se pone así conmigo, y más cuando la situación no es buena, sobre todo en noches como ésta”. “Os ruego no me dejéis sola en este momento, y menos en esta noche”, “sois mi compañía”

Dudamos por unos instantes, y decidimos quedarnos. Era noche de dar calor y apoyo, aunque no entendíamos cuál era la esencia de sus brutales desavenencias.

Para esto, ya era cerca de la media antes de media noche. Apenas llegaba el primer platillo a la mesa. Vaya noche de año nuevo, que se nos iba de las manos.

Angustia y temor
Foto: BioBioChile.

La “Creta” se acercaba y nos decía casi al oído, indiscreciones que nos intrigaban. “No se preocupen, coman que esta sopa le gusta a su marido y se la había preparado en lo especial”, “como ya no viene, la comparte”. “Es la sopa de Noche Vieja”.

¿Cómo?, ¿“Noche Vieja”? ¿Cuál?, si estamos en la noche más celebrada del año. Es Año Nuevo!

En esta cena resultamos cómplices de una trifulca familiar y aparentes beneficiarios de los restos de la misma.

Creta, por qué es Noche Vieja?” le preguntábamos. No nos entendió. Nos miró justamente como…., pues como extraños. Éramos extranjeros más no ignorantes, o éramos ignorantes extranjeros, o simplemente ignorantes! Y eso acabamos siendo, con gran vergüenza posterior.

La dueña, se soltó a llorar desesperadamente. Tomó un papel y se decidió a escribir, a gran velocidad pero concentrada, como una mano que suelta a borbotones algo que estaba atorado en ella. Para esto el segundo plato no llega y nosotros ya deseosos de partir. Nuestra cuota de desconciertos ya estaba más que cumplida.

Las campanas a distancia inician el canto del año que inicia. El carrillón las acompaña. Y nosotros parándonos de la mesa desconcertados!

Antes de llegar a la puerta a exponernos al exterior y su dinámica, de golpe se abre y entra el marido, en un llanto de arrepentimiento que nos dobla a todos. Corre hacia su mujer y le ruega le perdone.

La escena es intensa. Una pareja que se abraza y se acompaña en lágrimas y caricias, en pasión y ternura, en arrepentimiento y finalmente en una calma que llena el inicio del nuevo año de dulzura y paz.

posada llena
Foto: Freepiks.

“Cada año es lo mismo; esta noche es igual a todas las que he vivido con los señores”   Creta, burlonamente haciendo sus comentarios, casi imprudentes, continúa mientras ambos se abrazan. “Se dicen de todo lo que les molesta y de lo que no lograron, se acusa el uno del otro”, “luego, tan pronto suena la primera campana, llega el señor tal como llegó esta noche, para reiniciarse”.

Creta”…, le pregunto: ¿Y qué sucede antes de la pelea? Nos perdimos de algo?”.

“Los señores se ponen a revisar lo sucedido en el año – empiezan al anochecer, mas no llegan al final sin arrepentimientos y finalmente a gritos, para luego empezar la Noche Nueva”. “Ya verán que en la mañana, al despertar, se dedicarán a escribir todo lo que harán en este año que se inicia”. “entonces es cuando veo que el negocio finalmente avanza un paso más”. “Hace 3 años no tenían nada y el señor acababa de ser despedido y la señora estaba siempre en casa, yo estando a su servicio en casa”. “Ya sé que por lo que acaba de suceder nos irá mejor este año”.

Entonces como magia ambiental, el restaurante se convirtió en alegría. La cena detenida fluyó en libertad y a borbotones. Una gran botella de vino catalán nos es obsequiada y compartida, y la dulzura de los postres y el amargor de un queso fuerte, nos llenó el alma de bendición y de profundidad ambiental. Nació entre nosotros una amistad que hasta hoy permanece. Son ahora propietarios de un gran Restaurante en Barcelona. Esperanza es el verdadero nombre de la sirvienta “Creta”. Se ganó el apodo con hechos. Y le agradezco a Creta su vocación porque si no fuese por ella, no habría comprendido la gran lección:

Dedica la Noche Vieja a enfrentar con dolor lo no logrado; rebélate y revisa el por qué. No te dediques al mañana sino al ayer y al hoy. No hagas planes. Reflexiona, profundiza, cuestiona, enfrenta tus no logros. Deja un espacio para revisar lo que sí lograste, y lo bueno que te dio el año. Agradéceselo y revisa por qué sí lo lograste. Y detente allí. No hagas planes para el futuro en Noche Vieja! Más bien, tira lo sucedido en el año que termina, retira internamente de ti todo aquello que te dañó. Tira lo malo del año. Grítalo, y expúlsalo de tu interior. Al llegar el momento de la primera campana, descansa contigo mismo. Ya llegará el amanecer del primer día del Año, el verdadero Año Nuevo, y entonces empieza con tus fantasías y planes y estarás muy bien armado y preparado para ver, entender, y perdonar y caminar hacia el nuevo camino.

Yo antes de este maravilloso viaje, celebraba con fiesta la noche de Año Nuevo, mas nada cambiaba. Planes maravillosos que no florecían. No era factible: mi espalda cargaba el año que terminaba. Me acompañaba al Año Nuevo, la Noche Vieja. Más bien, ni siquiera la percibía.

Ya no me acompaña en el amanecer.

Noche vieja
Foto: La Vanguardia.

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Deseo saber lo que me llevó a ser lo que hoy soy

En este día ¡al terminar esta Noche Vieja!

Despido con profunda intensidad introspectiva de lo sucedido, para llegar a esta Noche Vieja. Empiezo fresco la Nueva Mañana.

Entonces con esta profunda y compleja riqueza, Reflexiono, Enfrento, Perdono, e Inicio

Por que  todos unidos logremos una Feliz Nueva Mañana y el mejor de los años en este 2014

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