Los días contados del bloque económico de América del Norte

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Desde el 1 de enero 1994 al hablar de América del Norte, se hace referencia a los tres países que conforman el TLCAN: México; Estados Unidos, y Canadá. Una relación por demás desigual desde sus orígenes, y que ha dejado muchas industrias al borde la quiebra y/o en el olvido.

Hablamos de relaciones comerciales e incluso de instalación de muchas de las industrias de los países socios en nuestro país, pero existe un desinterés por la libre movilidad de los factores productivos. Es más que evidente que los migrantes son un problema para los países vecinos, y mucho más con la nueva administración del vecino próximo colindante al norte.

En este sentido, la teoría económica, dentro del comercio internacional, plantea que existen diferentes maneras de integrase con otros países en materia comercial, dentro del llamado libre mercado. Por un lado, puede ser a través de pactos comerciales; acuerdos bilaterales; que se otorguen preferencias aduaneras; la así llamada zona de libre comercio; la unión aduanera; y la unión económica. En cada una de ellas se llega a niveles mayores de integración; tal es el caso de la unión económica que alude a una completa integración económica e incluso pare tener la misma moneda, como las autoridades monetarias; el caso más reciente es la conformación de la Unión Europea.

Para los pactos comerciales, puede incluir algunos acuerdos sectoriales para que el comercio sea factible entre dos países: mientras que los acuerdos bilaterales, dinamiza el intercambio entre los países, y ya no exclusivamente entre alguno que otro sector. Las preferencias aduaneras, aluden a tratos concretos de ventajas en diferentes productos, con la peculiaridad de no ser extensibles a tercero, antes de la entrada en vigor de la OMC.

Con la entrada en vigor de la OMC, se conforma el “Comercio sin discriminaciones”, en donde se da el trato de “Nación más favorecida (NMF): igual trato para todos los demás.” Esto quiere decir en resumen que “(…) Si se concede a un país una ventaja especial (…), se tiene que hacer lo mismo con todos los demás Miembros de la OMC.

Estos tres países se asociaron a través de una Zona de Libre Comercio, a 24 años de entrada en vigor de dicho tratado; al día de hoy se está en espera de la sexta mesa de renegociación del mismo, y hay mucho que decir al respecto. De acabarse el TLCAN, dudo que alguno de los tres países deje de ser miembro de la OMC, por lo que puede pelear por no ser discriminado y apelar a la cláusula de “Nación más favorecida” y poder seguir intercambiando en el mercado internacional y, de ser el caso, con los países hasta ahora miembros del acuerdo. Recordemos que son sectores industriales y no sólo los gobernantes los que están de por medio en la continuidad o no del tratado.

La Sexta Ronda de negociaciones que se da en Montreal, Canadá (del 23 al 28 de enero del 2018), será determinante en cuanto al futuro del Bloque económico de América del Norte. Desafortunadamente no podemos pensar en seguir abriendo fronteras a las mercancías, y proponer construir muros a la mano de obra. El libre mercado no es sólo de las mercancías, sino de los factores productivos, incluida la mano de obra.

Lo que pase en la Sexta Ronda, se puede entender si observamos algunos números, mismos que nos determinarán la postura y peso de los países en las negociaciones.

México. Postura: seguir o seguir. Números: en promedio depende del 87.07% de la región para acomodar sus mercancías (exportaciones) (84.80% con Estados Unidos y Canadá con 2.27%); mientras que sus importaciones dependen en 64.87% de sus socios (62.46% con Estados Unidos y Canadá con 2.42%).

Canadá. Postura: seguir los tres o mantener el acuerdo previo al TLCAN con Estados Unidos.  Números: las exportaciones en promedio es un 83.15% en el área comercial (82.44% con Estados Unidos y 0.70% con México); mientras que sus importaciones son del 64.80% (61.52% Estados Unidos, y 3.28 México).

Estados Unidos. Postura: seguir si hay cambios favorables, sino salir. Datos: con ellos se entenderá el porqué de su postura ante la continuidad del TLCAN; a nivel exportaciones depende del área comercial con un 34.82% (22.8% con Canadá, y 12.02% con México). Mientras que las importaciones le representan un 27.64% de sus socios. 17.74% de Canadá y 9.9% de México.

En pocas palabras, no le es un mercado que le cause problema mantenerse o salirse del mismo; y pues si se lograra obtener alguno que otro beneficio con estos de la renegociación, será bienvenido. La diversificación comercial es una de las salidas que tenemos que tomar; sin embargo, aunque somos uno de los países con el mayor número de tratados o acuerdos comerciales firmados, dicha diversificación no la estamos logrando.

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Medardo Negrón Ballarte

México no es país de las que puede negociar de manera equitativa con el gobierno de USA, por ser lo opuesto a un país dueño de su destino, Canadá si puede ser el que tenga mejor suerte con USA ya que es un país adelantado con gente preparada y muchos recursos. Pero los bloqueos económicos a Cuba , Venezuela, Corea del Norte países árabes donde tiene lugar el conflicto de medio oriente, esa política dual de EEUU tiene que llegar a su final Rusia y China y la probable aunque lenta unidad de las dos coreas y la resistencia de los países a regalarles sus materias primas, le ponen un horizonte sombrío a las pretensiones hegemónicas yanquis.

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