Opinión

Victorino Martín Andrés

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En la vida como en los negocios dejar huella es difícil, es una asignatura compleja, por ello, cuando una persona como lo fue el criador y creador de reses bravas, Victorino Martín Andrés, nos deja para partir al paseíllo eterno, se siente una sensación de dolor al despedir físicamente a quien se le admira por su obra indeleble que perdura ahora en las manos de su hijo.

Una ganadería a punto de desaparecer, la de Escudero y Calvo, en manos de un genio se convirtió en una de las ganaderías más emblemáticas del toreo con quien buscó y encontró acometividad, codicia, fiereza, alegría en el comportamiento, balanceadas con nobleza y trapío en lo físico en sus dehesas y no el comportamiento light, cáncer de la más bella de todas las fiestas.

Recordemos que el 18 de agosto de 1960 Victorino Martín Andrés, compró el primer lote a Florentina. En 1962 compró el segundo lote (el de Josefa) y el 23 de diciembre de 1965 compró el último y su parte de finca a Antonio. Ya hacia 1966 lidió como Victorino Martín, marcando un hito en la cabaña del ganado de lidia y una historia de tesón para engrandecer a una marca que provoca gran expectativa cada vez que lidia.

El once de junio se celebra el cumpleaños, desde que el Marqués de Albaserrada le compró a su hermano el Conde de Santa Coloma una punta de vacas y algunos sementales con ascendencia del marqués del Saltillo. Posteriormente compró Manuel Bueno en los años veinte, y cuando fallece los sobrinos de su viuda (Antonio, Florentina y Josefa) gestionaron los destinos de las reses del hierro de la A coronada hasta principios de los años 60, anunciándose en los carteles como Herederos de Juliana Calvo y también como Escudero Calvo hermanos. Fueron de los años treinta a los sesenta en los que la ganadería al final perdió su lugar de privilegio dentro del mundo taurino.

Las Ventas es una de las plazas emblemáticas de Victorino Martín, ahora a cargo de su hijo del mismo nombre y apellido paterno, el de García es por parte de su madre.

Victorino Martín García, sigue con la obra adelante, pone muy alto el listón con la movilidad, recorrido, ritmo, codicia, fijeza y en ocasiones la fiereza para dar sello propio a su ganado. Toros extraordinarios con las características positivas o negativas (llamadas alimañas) cuando se comportan dando dolores de cabeza a quienes les toca lidiarlas.

El 1 de junio de 1982, el ruedo de Las Ventas se empapó de codicia, acometividad, fijeza y fiereza para un momento excepcional: la Corrida del Siglo. En el cartel: Francisco Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá y José Luis Palomar, con toros de Victorino Martín.

Pobretón, Playero, Mosquetero, Director, Gastoso y Carcelero eran los nombres de los seis ejemplares que el ganadero de Galapagar lidió en La Monumental. Una cauda de nobleza y codicia combinadas, con un trapío ejemplar de los astados. Los tres espadas ‒que se repartieron seis orejas‒, acompañados del ganadero y su mayoral, cruzaron la Puerta Grande gloria.

Posteriormente, en la corrida del 19 de julio de 1982 se lidió a “Belador”, el toro indultado en Las Ventas, al que toreó Ortega Cano. “El Paleto” llamado así el fundador por ser nacido en Galapagar, un pueblo, es el único ganadero que se ufana de tener el homenaje del indulto para un toro en Las Ventas.

El conocimiento del padre más práctico, el del hijo más científico, se combinaron para mantener el prestigio por lo alto y ahora la nieta, hija de Victorino hijo, sigue los pasos familiares.

Le mando mi pésame hasta España a la familia de una casa ganadera muy respetada por todo el mundo taurino y que ahora sean ellos quienes sigan a futuro luchando por mantener la llama de la acometividad, codicia, fiereza, alegría, balanceadas con nobleza y en trapío en sus dehesas.

Estimado Victorino: para la posteridad dejas la grandeza de ser congruente en lo que se piensa y en lo que se hace sin declinar en el camino, un abrazo a tu hijo con mucho afecto, sucesor de tu filosofía de crianza. Te vamos a extrañar y mucho en todo el planeta taurino y en especial en México. Me quedaré con el recuerdo de haber estrechado tu mano amiga y fuerte.

Derecho y Poder. 136 aniversario del nacimiento de Hans Kelsen

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El 11 de octubre se cumplen 136 años del nacimiento de uno de los más grandes pensadores del mundo jurídico; me refiero a Hans Kelsen. El llamado jurista del siglo veinte debatió su vida entre el reconocimiento y la persecución, ya por la brillantez acerca de sus estudios realizados sobre lo jurídico y por haber sufrido en carne propia los abusos del régimen nazi debido a su ascendencia judía.

La influencia de su denso pensamiento fue tal que sirvió de base para la conformación de la llamada Escuela de Viena. No pocos juristas de todas partes del mundo, atraídos por el prestigio del maestro austriaco, se convirtieron en sus discípulos; algunos de ellos de la talla de Alf Ross, Julius Kraft, Charles Eisenmann, Tommo Otaka o Luis Recasens Siches.

Kelsen recorrió varios países y universidades dictando cátedra. Así, de Viena llegó a Colonia de donde fue expulsado por su origen judío. Rudolf Aladár Métall describe este pasaje en el que la comunidad académica de la Universidad de Colonia se opuso firmando un documento dirigido a las autoridades. Sólo hubo un profesor que no lo firmó, siendo éste Carl Schmitt, con todo y que su llamado a la Universidad de Colonia como profesor se debía a las recomendaciones del propio Kelsen. De Colonia pasó a Ginebra y Praga para finalmente terminar en Estados Unidos hasta su muerte el 19 de abril en 1973. Cabe mencionar que, en 1960, después de dos invitaciones previas, finalmente Kelsen pudo asistir a la Facultad de Derecho de la UNAM, visita que en definitiva dejaría una huella imborrable y que se reflejaría en una duradera tradición iuspositivista de un vasto número de seguidores en nuestro país.

Retomando; con toda seguridad Kelsen y, posiblemente, Schmitt son las figuras más emblemáticas de las posturas entre Derecho y Poder, mismas que se convierten en una inevitable dicotomía en los estudios sobre el Estado. Qué fue primero o cuál se debe imponer sobre el otro, son preguntas que no faltan en la reflexión del Derecho o de la Política. Para Kelsen la supremacía de la ley es absoluta, para Schmitt la decisión política prevalece y se impone sobre la ley.

Fue Norberto Bobbio quien resolvió hasta cierto punto la polémica al establecer que Derecho y Poder son las dos caras de una misma moneda, que ninguno vale más que el otro; son en sí conceptos relativos que se deben recíprocamente.

Mucho más tarde, en el año 2009, en México se publicó “Derecho y Poder. Kelsen y Schmitt frente a frente” bajo la autoría del Dr. Lorenzo Córdova Vianello y quien hoy funge como presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) de nuestro país. Sin duda, Derecho y Poder son los ingredientes con los que trabaja todos los días el titular del INE y valdría mucho la pena, a casi 10 años de la publicación de su libro, nos dijera a manera de comprobación de hipótesis cuál de los dos conceptos se impone en la realidad, pero, sobre todo, y más importante aún, es que nos diga cuáles son las razones por las que uno de ellos es el vencedor.

A favor de Kelsen diría que la ley controla cualquier manifestación producto de las relaciones sociales; no existe algo que se escape a la regulación del derecho ya que de éste emana todo el aparato institucional y normativo de un Estado. Desde la postura de Schmitt diría que efectivamente en la práctica se impone la decisión política incluso sobre la propia ley.

Sin embargo, lo útil sería valerse de la política como un instrumento de servicio a los intereses de la ciudadanía y concebir al derecho como un garante de ellos. Es urgente cambiar el concepto de poder entendido como la capacidad de cumplir la propia voluntad, según Max Weber, por el de capacidad de cumplir la voluntad de la mayoría.

Ambos conceptos, Derecho y Poder, son codependientes entre sí, puesto que con el poder político se ejercen los presupuestos de la ley y ésta, a su vez, limita y sanciona el ejercicio y mal uso de éste.

Kelsen, partidario de la democracia parlamentaria entendía que a través de ésta el hombre sería realmente libre y una verdadera posibilidad de realizaciones. Creyó en el imperio de la ley como fundamento del ejercicio del poder político. A 136 años de su nacimiento, el mejor homenaje que se le puede hacer es seguir cultivando los estudios acerca de lo jurídico y en cómo garantizar la eficacia de la ley aún y por encima del interés político.

@marcialmanuel3

México roto

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El sismo nos dejó claro dos cosas, los políticos no tienen el respeto de la ciudadanía y los militares cuentan con el cariño y credibilidad de un México que nuevamente está cambiando.

Las fracturas producto del sismo son muchas, fracturas en las estructuras inmobiliarias de construcciones de todos los tipos y todos los años, las fracturas sociales con la clase política se exacerbaron, pero también la cohesión es digna de admiración, los ciudadanos a pesar de no estar preparados, se volcaron a las calles a ayudar solidaria y generosamente. Salvo las Fuerzas Armadas, no hubo otros representantes gubernamentales, y la verdad es que no eran bienvenidos. Todos opinamos que pretendían sacar raja política, aprovechándose de la situación; casos como “el zape” a Osorio Chong o el desprecio por Mancera, dejaron claro que en las catástrofes los mexicanos podemos hacer las cosas sin ellos.

En este momento hay fracturas en muchos sentidos, algunos partidos se encuentran fracturados y otros de plano colapsaron, los medios de comunicación al haber abandonado su vocación de informar, perdieron la capacidad de tener credibilidad y confianza.

La plusvalía de muchas zonas se ha visto seriamente afectada y el gobierno de la ciudad no tiene ni idea de cómo atacar este problema que es una fractura económica para quienes no sufrieron daños en sus inmuebles, por lo que simplemente no acaban de entender que los gobiernos deben promover y administrar las plusvalías, ¿seguirán cobrando lo mismo de predial? Con su política de ignorancia acerca de la administración de las plusvalías seguiremos expulsando a la gente hacia las periferias, con los absurdos costos en productividad y tejido familiar, mismos que se convierten en tejido social.

Tenemos un México roto y tenemos que reconstruirlo, el sismo además de ser trágico, vino a poner en evidencia que el sistema está colapsado, que los mexicanos ya no aguantamos el sistema que nos ha sido impuesto.

Lo peor de todo es la cantidad de recursos económicos que muchos conseguimos: ¿dónde está el dinero? ¿Quiénes están encargados de utilizar recursos para reconstruir? Lo que yo he visto es que hay varios operadores de políticos corruptos que se aprovecharán nuevamente del dinero que países, organizaciones, artistas y ciudadanos aportamos, ¡es el colmo! Ojalá ese dinero lo administrara SEDENA e invitara tanto a ciudadanos como auditores de transparencia, yo a los demás, no les creo.

@fschutte

La vida es complicada

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Siempre escuchamos frases que tienen miles de significados, millones en realidad, o tantos como personas las mencionen. Una de las que siempre me ha atraído mucho ha sido: “la vida es complicada”.

En estos días la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) ha recibido el Premio Nobel de la Paz 2017. Yo felicito esta decisión. Creo que es muy importante tal manifestación de apoyo a un movimiento justo y necesario. Sin embargo, hasta cuánto esta organización ha logrado su objetivo o qué posibilidades tiene de lograrlo es lo que realmente no sabemos.

En estos días de octubre del año 2008 escribí lo siguiente al comentar un texto:

Es tu derecho que no te gusten los yanquis y podemos conversar en forma específica sobre eso, pero con las bombas de Hiroshima y Nagasaki, incluso con los efectos sobre los sobrevivientes, no mató ni siquiera 1’000,000 de personas, pero en toda la Segunda Guerra Mundial, incluidos los estimados 6’000,000 de judíos, se estima el número entre 55 a 60 millones de personas.

Este comentario despertó muchas críticas, pues yo daba a entender que justificaba las terribles bombas de agosto del año 1945. Hoy todavía pienso que esas bombas detuvieron la guerra, que de haber seguido posiblemente hubiesen muerto muchas más personas y el mundo se hubiese seguido desangrando.

En realidad, el mundo se siguió desangrando, lo vimos con Vietnam, Irak, Afganistán, Israel, Líbano, Balcanes, Chechenia, Ruanda, Colombia; Pinochet, Videla, Sadam Hussein, y me detengo pues sólo deseo mencionar que la vida es complicada. A veces no son guerras, sino inconcebibles situaciones como las de Puerto Rico, Haití, Venezuela, las que me llevan a pensar que las balanzas utilizadas tienen distintos puntos donde ubicar el cero.

Durante los últimos años me alejé de la poesía pues sentí (o en realidad aún siento) que los buenos y excelentes deseos de los poetas no suelen anclar en terreno productivo, aunque sí me han brindado muchos amigos. Me volqué a manifestarme más en el campo de la política con la esperanza de poder colaborar en el esclarecimiento de lo que es bueno o malo. Este viraje no me ha brindado amigos y creo que hasta he perdido alguno que gané durante toda mi vida, incluso los ganados en mi época de poeta productivo.

100 poetas por la paz

Las últimas dos películas que he visto provienen del tiempo libre que tengo al no escribir poesía y no escribir política, pues ahora asumo que aquello que no logré cuando joven ya no lograré ahora. Me encantaron las películas y las recomiendo, y en forma increíble nada nuevo encuentro en ellas que yo mismo no haya vivido en estos años (Our souls at night con Robert Redford y Jane Fonda y The Magic of Belle Isle <Summer at Dog Dave’s> con Morgan Freeman y Virginia Madsen).

A pesar de ser complicada, la vida continua. Mi amiga, la poeta argentina Marta Cristina Salvador me envió la foto de la antología 100 poetas por la paz, que la condujo a presentarla en Italia. Le deseo mucha suerte, más que la que tuvimos hace 10 años atrás aquellos poetas de habla castellana en Israel que publicamos “De paz y guerras”. Estoy convencido que, en otros 10 años, volveré a participar en una antología por la paz.

La reconstrucción de la vivienda: ¿Del desorden a la miopía?

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Los sismos experimentados en el mes de septiembre causaron estragos en edificaciones públicas y privadas en la Ciudad de México y en diversos estados del Sur-Sureste del país, incluidos Puebla y Morelos.  Sus efectos destructivos se han hecho mayormente evidentes por las viviendas afectadas y por sus consecuencias directas sobre la vida de miles de familias, así como en el entramado social cotidiano de zonas urbanas y rurales.

Más allá de las acciones públicas inmediatas emprendidas para atender emergentemente a la población afectada, es evidente que ha prevalecido un desorden institucional entre los tres órdenes de gobierno, federal, estatales y municipales, para emprender la “reconstrucción” de las viviendas afectadas.  Esto hace considerar un posible desperdicio de los escasos recursos públicos anunciados, de apoyo una falta de tipificación de las viviendas afectadas y de su localización geográfica, así como un claro desconocimiento de las consecuencias económicas adversas del efecto destructivo experimentado. Por lo que las políticas y acciones de reconstrucción podrían llevar a resultados perversos y no esperados, en un ambiente de crispación social que persiste en el país desde hace años.

La falta de coordinación entre los tres órdenes de gobierno queda en evidencia con el simple repaso de las acciones enunciadas en Chiapas, Oaxaca, Morelos, sólo por listar los estados más representativos.  Tales acciones no parecen tener una unicidad de dirección y contrastan claramente con las medidas dadas a conocer para la Ciudad de México.  De esta manera, para los afectados en la Ciudad de México se ofrecieron apoyos hasta por dos millones de pesos, en tanto que en Chiapas se dio a conocer un monto de ciento veinte mil pesos en ministraciones para los beneficiarios a lo largo de los próximos meses. Más grave aún, en el caso de la Ciudad de México se ofreció que los beneficiaros únicamente pagarían intereses anuales de 9%, durante un periodo de hasta 20 años, del capital total que proporcionado a los afectados.  Este tratamiento económico y financiero resulta a todas luces discriminatorio contra la población de las zonas más pobres del país.

Sin duda, la mayor afectación física de viviendas ocurrió fuera de la Ciudad de México, especialmente en los estados de Chiapas, Oaxaca y Morelos. De igual manera, es de esperarse que el mayor número de viviendas afectadas haya sido aquellas que fueron edificadas bajo el sistema de autoconstrucción. Estos hechos, de ser ciertos, deberían llevar a procesos de reconstrucción técnicamente diferenciados, de acuerdo a tradiciones, costumbres y condiciones geográficas.  Lo que no necesariamente es base para la discriminación en materia del capital a ser resarcido.  Principio de subsidiariedad general que debería ser honrado por el gobierno federal, por el bien de los afectados y en justicia de la atención particularmente del Sur-Sureste del país.

Desde el punto de vista económico, la “reconstrucción” de la vivienda, como se ha denominado la atención de la “morada” de los particulares, es una inversión.  Esta inversión, según el caso, se debería destinar a la reposición, cuando la afectación extrema de la vivienda la hace inhabitable; la reparación, cuando pueda ser recuperada la vivienda original; y finalmente el mantenimiento y la conservación, para la atención menor de la vivienda en su adecuado uso y servicio.  Un concepto más de inversión sería la relativa a la ampliación de las viviendas; lo cual pareciera ser un caso remoto para lo que hoy se vive en México.

Bajo esta identificación del posible gasto directo de la “reconstrucción” de la vivienda, habría que agregar otros gastos para la provisión de servicios públicos, de ser el caso, como agua, pavimentación, energía eléctrica, entre otros. En general, ambos tipos de gastos son netamente de capital o de inversión, por lo que deberían ser amortizados o depreciados a lo largo de un amplio periodo de tiempo y asociados a su esperado efecto multiplicador, en empleo y producción, sobre el conjunto de la economía.  Hecho, este último, que difícilmente se visualiza en el “matra” de la burocracia política federal.

Así, la “economía convencional de la vivienda y la investigación económica virtualmente ignora las interacciones con la macroeconomía” (Leung, 2004).  En contraste, convencionalmente, la construcción ha sido considerada por los economistas, como una “actividad motriz” (Schultze, 1965), dado que encadena una demanda de insumos y servicios de otras actividades productivas (Viernes 21 de junio de 2013, El ciclo económico de la vivienda y la crisis financiera, El Semanario). De la misma manera, la vivienda tiene un comportamiento asociado al ciclo económico general, con una expansión y contracción que pueden durar hasta treinta años, influidos, además, por los cambios en población, disponibilidad de créditos y viviendas vacantes. Así, es reconocido que la vivienda constituye una parte significativa tanto de la riqueza como del gasto de las familias.

En el caso de Estados Unidos (USA), hace una década la cuenta del PIB en vivienda (housing GDP accounts) representaba 16.3% (Based on National Income and Product Accounts, 1/27/06, USA), del total de todos los bienes y servicios producidos en un año nacionalmente.  Tal porcentaje del PIB explicaría por qué para fines de los años ochenta se estimaba que la vivienda constituía 50% del capital del país (Buckley, 1989).  Dicho de otra manera, la mitad de la riqueza del vecino país se acumulaba en la vivienda.

En el caso de México, la vivienda ha sido estudiada mayormente desde el punto de vista social, considerándosele para fines del PIB como un componente más de la construcción, con una clara subestimación de su importancia económica. En México no existían mediciones adecuadas de la importancia macroeconómica de la vivienda hasta la realización, en 2006, de un estudio del INFONAVIT que evidenció que el gasto (consumo e inversión) de las familias en vivienda en 2000 fue 11.9% del PIB, en tanto representó 11.3% y 10.8% en el 2002 y 2004, respectivamente.

Más recientemente y a raíz del estudio del INFONAVIT, el INEGI dio a conocer que en 2012 la vivienda, como actividad económica medida en una cuenta satélite que permite captar entrecruzamientos económicos sectoriales, equivalía a 14.1% del PIB, imputando el pago de alquiler, e involucraba, por lo tanto, más 3 millones de empleos generados. Estas cifras evidencian la importancia económica nacional y regional que es de esperarse genere la “reconstrucción” de la vivienda, tanto por la demanda directa de insumos, como por la generación de empleo.

Ante la importancia social y económica de la vivienda, muchos desearíamos que nuestros funcionarios vean más allá de la emergencia y la “reconstrucción” física y tengan una visión estratégica, integral y equitativa para atender a nuestros compatriotas en estas horas bajas que vive México y que se ya prolongan por varios lustros. Siempre reconstruir, dice la sabiduría popular, es más difícil que construir; ojalá y no sea el caso para este país.

La venganza de los masoquistas

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El masoquista es una víctima voluntaria, se entrega al sufrimiento porque sabe que perdura más que el placer, su gozo es persistente, le acompaña en cada herida. El sádico es efímero, su instante se volatiliza, la recurrencia no es suficiente, porque es eternamente breve. La Comedia dell’arte creó a Pulcinella, el personaje que encarna al masoquista, al ser que provoca la risa y el escarnio, que se humilla a sí mismo exhibiéndose insignificante y dentro de esa máscara burlarse del poder que lo somete, del sádico que ingenuamente cree que su desahogo puede hacer daño. El sufrimiento es fetichista, el vestuario de Pulcinella lo señala, el traje blanco, cuello con pliegues, botones grandes, zapatillas, una máscara, se viste pare el ridículo, dentro de ese traje habita un residuo de nuestra propia entrega, de la sumisión que desata la codicia del otro, la neutralidad del color le permite responder, agredir, invertir el papel, y ser el espejo degradante del sádico.

Tiepolo, Giandomenico
Tiepolo, Giandomenico (1727-1804), “Punchinellos Felling (or Planting) a Tree,

En las escenas galantes de Watteau, las damas tienen la compañía de un Arlequín melancólico, que canta y bromea, con su inocencia fingida y asexual es un juguete que se deja hacer, es receptor del gozo, su entrega no tiene consecuencias, encarnar al títere de nuestras bajas diversiones es parte de su juego, es el bufón que desprecia servir con lealtad. El Puncinello de Tiepolo inicia la deformación que provoca el morboso escarnio del sádico, la joroba, la máscara negra, el vestuario blanco de pantalones cortos, se viste para ser el leproso de la risa enferma, desde la infancia es educado para disfrutar de la crueldad y la vejación. Tiepolo dibujó a Puncinello para los niños, el horror se infusó en la memoria, y germinó la repulsión al personaje, a su constante provocación del dolor, escenas con flagelaciones, peleas, montoneros, libertinos asesinos en la Revolución Francesa, nos inicia en la tragedia, en la certeza de que la sumisión se trastoca en maldad. Pagliacci, la ópera de Loncavallo, lleva el personaje a la demencia, sin distinguir entre la realidad y la ficción de su traje, asesina a su amante poseído por los celos, esa cumbre del dolor.

"Pierrot" de Antoine Watteau
“Pierrot” de Antoine Watteau.

Stephen King en su novela It decreta el miedo como sufrimiento, convoca al clown que todos hemos temido, del que no comprendemos su degradación y por qué nos debemos reír con ese espejo grotesco, obligándonos a desflorar nuestro sadismo, a tener miedo de nuestra propia adicción a sufrir y dañar para perpetuar nuestro egoísmo. King se ensaña con nuestra cobarde  obsesión de no ver nuestro traje blanco, de no caminar por el escenario y asesinar lo que imaginamos. La versión cinematográfica (2017) de Muschietti viste al payaso Pennywise de Puncinello, es la recreación de este fantasma, concentra esa pervertida relación con la humillación y la crueldad, nos ofrece la catarsis y asumimos que el circo, el payaso, nos entregan la ilusión horrenda de ser verdugos mientras somos victimizados.

Pennywise de Stephen King
Pennywise de Stephen King.

El movimiento romántico: naturaleza e imaginación

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Por los caminos de estos ensayos hemos llegado a la transición del siglo XVIII al XIX, un periodo de quiebre y transformación en la cultura europea a raíz de la Revolución Francesa y el movimiento Romántico que germinó en Alemania e Inglaterra. El romanticismo fue una renovación esperanzada y enérgica que impregnó a las artes, la filosofía, las creencias, la vida cotidiana, la cultura en general y a la conciencia misma. Mediante el cultivo de una expresión artística cimentada en la libertad individual, el romanticismo ensalzó la imaginación, la emoción y la intuición a un papel equiparable o aún superior al que tuvo la razón para la ilustración iluminista del XVIII. El objetivo del movimiento romántico empezó a perfilarse como el imbuir al mundo físico de un significado espiritual. En este sentido, la anhelante perspectiva se interesó en el nexo entre mente y cuerpo en el contexto de la relación entre el espíritu y la materia.

La expresión de la individualidad y la emoción se tornó esencial en las artes, en particular la música, la pintura y la poesía. Los autores y compositores del primer romanticismo cultivaron los artificios objetivos capaces de transmitir estados de ánimo y procesos subjetivos. Es así que, en su Tercera Sinfonía “Heroica”, compuesta entre 1802 y 1804, Ludwig van Beethoven (1770-1827) fue capaz de expresar no sólo emociones profundas y arrolladoras, sino la alegoría del héroe, tema central en el romanticismo ulterior. Al tiempo que Beethoven fraguaba su deslumbrante Heroica, el pintor aragonés Francisco de Goya (1746-1828), otro genio víctima de la sordera, grababa su serie de Caprichos, que luego de una mordaz diatriba contra la sociedad de su tiempo va desplegando seres monstruosos y escenas delirantes. Los críticos posteriores tomaron a Goya como la irrupción de la pintura romántica por la libertad de su ejecución, el rompimiento con la plástica racional, la violenta sátira contra la sociedad de su tiempo, su carácter alegórico y fantasmagórico, la impotencia de la razón ante la locura y el nacimiento del arte grotesco, características capaces de desatar un torrente emocional en el observador.

Francisco de Goya
Francisco de Goya “Devota profesión”. Capricho No 70 de la serie de 80: Aguafuerte elaborado en 1799.

El poeta y pensador inglés Samuel Taylor Coleridge (1772-1834), otro de los heraldos más notables del romanticismo, adelantó una teoría de la imaginación según la cual esta facultad proteica y creativa no sólo constituye la liga más apropiada de la mente con la naturaleza, sino que implica además la unión fundamental entre la mente y el cuerpo en el sentido de que el cuerpo provee de fundamentos para las operaciones de la imaginación. Así, para este poeta inglés, no existe dualidad, pues el cuerpo imaginado o sentido es motor del pensamiento, de la memoria y la emoción, constituyendo una clave cardinal para que surja el poder creativo de la imaginación. Coleridge atribuyó al cuerpo, a las emociones y a la conciencia de sí funciones esenciales del pensamiento imaginario. Más aún, en referencia a la estética, las funciones mentales que dependen e incorporan las funciones corporales en sus procesos se expresan en metáforas poéticas, en particular las de su amigo William Wordsworth (1770-1850), otro pionero del romanticismo poético, quien en sus Baladas Líricas de 1800 definió a la poesía como “la emoción recobrada en la tranquilidad”.

Van Dyke
Retrato al óleo de Samuel Taylor Coleridge (1795) por Peter VanDyke.

En Alemania se empezó a gestar una antropología filosófica cuyo tema central era la relación entre la fisiología que se desarrollaba a partir del descubrimiento de la electricidad animal por Galvani y la mentalidad humana en referencia a teorías morales y estéticas. Varios alemanes notables protagonizaron la transición entre el iluminismo del siglo XVIII y el romanticismo del XIX, particularmente en referencia al problema mente-cuerpo. Algunos de ellos, como Goethe y Humboldt, encarnan la pasión por cultivar y abarcar todo el saber, un ideal que probablemente tiene en ellos a los últimos individuos universales en el sentido que llegaron a conocer y cultivar todos o casi todos los conocimientos de su tiempo. Johann Wolfgang von Goethe (1749 – 1832) fue un excepcional poeta, novelista, dramaturgo, político y científico. Amaba la unidad entre el espíritu y la materia que había aprendido y rescatado de Spinoza, según la cual mente y cuerpo están inextricablemente ligados y el ser humano es una totalidad que combina estos dos ámbitos de múltiples maneras.

Goethe en la campiña romana
“Goethe en la campiña romana” (1787), óleo de Johann Heinrich Wilhelm Tishbein. El pintor intentó utilizar la teoría de los efectos emocionales de los colores de Goethe, la pastoral campiña, así como plasmar en el friso en ruinas escenas de Ifigenia en Táuride que el literato escribía en ese tiempo.

Este sabio de Weimar produjo una obra científica menos conocida, quizás por encontrarse opacada por su inmensa producción literaria. En ella se oponía tajantemente a la idea de que el universo y el cuerpo humano son como máquinas sujetas a leyes inamovibles que pueden ser descritas matemáticamente. No es necesario aplicar matemáticas para reconocer una rosa, pues su estructura aparente se ajusta a una forma-tipo, a un arque-tipo: la forma que permite reconocer a cada una de las rosas individuales que vemos, tocamos y olemos. Goethe defendía y cultivaba una aproximación científica a la naturaleza que no se basa en la cuantificación, sino en la contemplación y descripción de lo visible, en particular de las formas y sus desarrollos. Se interesó en el crecimiento de las plantas, la producción de los colores o la formación de los estratos geológicos y concibió a estos procesos como fenómenos, no en el sentido que Kant le dio a esta palabra de apariencias mentales de los objetos del mundo, sino de la realidad cambiante de la naturaleza, según es apreciada por la mente humana. Por esta razón inventó la ciencia de la morfología, como el tratado de las formas orgánicas y las apariencias de los organismos vivos que incluirían a los procesos mentales. Así como hay metamorfosis en el mundo animal, las hay también en las actividades de la mente y en las ciencias mismas que cambian para dar origen a perspectivas nuevas e inesperadas. A diferencia de Kant para quien, como hemos visto, el objeto de la filosofía trascendental es la cognición humana más que los objetos de la naturaleza, para Goethe el pensamiento no se reduce a conceptos y razonamientos, pues hay formas no discursivas de pensamiento más cercanas a la experiencia cruda y a la intuición.

Uno de los compromisos característicos del movimiento romántico es que el arte y la belleza pueden modular no sólo la filosofía y las artes, sino todas las facetas de la vida como elementos fundamentales de la existencia humana. Mediante la educación y el compromiso ético, cada individuo puede madurar en sí mismo las virtudes de la independencia, la sensibilidad y la responsabilidad, un desarrollo que cifran en el término alemán de bildung. El romanticismo concebía un Absoluto como la totalidad incondicionada que a su vez condiciona como principio creativo todas las manifestaciones físicas y mentales, una noción que remite a la sustancia única de Spinoza y al omnitudo realitatis (la realidad es una) de Kant. En esta visión, la naturaleza constituye un todo orgánico, una unidad conformada por partes interdependientes de cuya articulación emerge una energía o fuerza viviente que, a su vez, es auto-organizadora y auto-generadora. Los seres humanos no están aparte de la naturaleza, sino que son parte de ella. La naturaleza es mental y física, tiene alma y cuerpo, por lo que en esencia no difiere del ser humano, sólo en grado.

Otro de los iniciadores del romanticismo, el erudito alemán Friedrich Schlegel (1772-1829) clamaba que a través de la ciencia el romántico debería convertir a la naturaleza en arte. En su “Oda a una urna griega” el malogrado poeta inglés John Keats (1795-1821) advertía: “La belleza es verdad y la verdad belleza…/ Nada más se sabe en esta tierra y no más hace falta”. Poesía y ciencia van de la mano; mente y cuerpo son uno.

 Keats
Tumba de Keats en el Cementerio Protestante de Roma, con el epitafio: “Aquí yace uno cuyo nombre se escribió en el agua”.
Los contenidos de la columna Mente y Cuerpo forman parte del próximo libro del autor. Copyright © (Todos los Derechos Reservados).

Uso y conservación de los suelos*

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La agricultura está estrechamente ligada a la fertilidad de los suelos y su degradación es considerada como el mayor problema ambiental que amenaza la producción mundial de alimentos (Cotler et al., 2011) y una de las principales amenazas para el desarrollo sostenible de los terrenos agrícolas.  Entre los factores que han llevado a la degradación, están la erosión hídrica de los suelos que ocasiona impactos tanto en la parcela, como fuera de ella y que tiene efectos en la disminución de la productividad de los suelos, la pérdida de suelo y nutrientes, y por las consecuencias ambientales ocasionadas por la pérdida de servicios eco sistémicos brindados por los suelos (Cotler et al., 2011). De acuerdo a un informe realizado por la SEMARNAT y el Colegio de Posgraduados en 2002, 45% del territorio nacional (888,968.75 km²) mostraba  cierto grado de degradación del suelo, principalmente a través de la erosión hídrica y del agotamiento de nutrientes, donde las actividades agrícolas ocasionan 77% de deterioro.

En lo que respecta a los avances tecnológicos aplicados a la agricultura, la revolución verde fue uno de los hechos más relevantes para el sector agroindustrial y alimentario que se tradujo en la introducción de una serie de mejoras tecnológicas entre las que encontramos: la introducción de variedades mejoradas, el riego, el empleo de plaguicidas y fertilizantes minerales en los cultivos básicos, junto con inversiones en infraestructuras institucionales y  nuevos programas de investigación (FAO, 1996). Lo anterior tuvo como resultado un incremento de la productividad muy importante sobre todo para los países en desarrollo, incluido México, pero al mismo tiempo y en el largo plazo esto condujo a una serie de daños al medio ambiente en especial al suelo por el uso indiscriminado de fertilizantes y plaguicidas primordialmente.

Las investigaciones tecnológicas y las aplicaciones de nuevas técnicas productivas involucraron al maíz y el trigo, frijol, papa, hortalizas, sorgo, cebada, forrajes y la ganadería.  Los resultados fueron nuevas variedades resistentes a las plagas, a la sequía y a los insectos, y con un menor ciclo de desarrollo (Fujigaki, 2004). La revolución verde en México implicó cambios sustanciales en los sistemas de irrigación, de investigación; además del desarrollo de paquetes tecnológicos compuestos por: semillas, abono y maquinaria, pero también implicó el abandono de prácticas ancestrales y tradicionales que en gran medida ayudaban a conservar las tierras en buen estado.

Los cambios en los patrones de producción agrícola han tenido grandes repercusiones en el medio ambiente. Hay daños a la flora, fauna, salud humana y animal, así como a los suelos. Lo que ha provocado que en ocasiones las tierras se vuelvan inservibles dado el deterioro que presentan. Esto sin duda se complementa con el cambio climático y las consecuencias que este ha tenido en los ciclos de la producción; en muchos casos ha sido necesario recurrir a viejas prácticas y nuevas tecnologías para recuperar la vida de las tierras. Éste es un proceso interesante ya que conviven aspectos novedosos técnicos con prácticas tradicionales a favor de equilibrar la relación producción-medio ambiente.

La degradación de los suelos es resultado de múltiples factores ambientales y socioeconómicos; donde las actividades humanas constituyen el factor preponderante. En general, todo uso de la tierra, que modifica el tipo y la densidad de las poblaciones vegetales originales y/o que dejan al descubierto la superficie del suelo, propicia su degradación. Por ello la lluvia tiene efectos agresivos cuando la vegetación es removida. Además, de acuerdo con sus  características como la textura, la estructura y el contenido de materia orgánica,  y del relieve, se presentan alteraciones en la capacidad de infiltración del suelo, propiciando el escurrimiento superficial, causante de la erosión hídrica. Los cambios en los patrones de precipitación causados por el cambio climático afectan también la condición del suelo, especialmente en su humedad y escurrimiento (Cotler, 2003). Entre las principales actividades humanas que inducen la degradación de suelos en el campo se encuentran los sistemas de producción agropecuarios. Uno de los principales detonadores de la erosión del suelo, constituye el retiro de la cubierta vegetal natural. A lo largo del tiempo, la expansión de la agricultura en nuestro país se ha basado en la expansión de la frontera agrícola, de manera que la tierra total dedicada a la agricultura (incluyendo campos en barbecho y abandonados) aumentó cerca de 2.57 millones de hectáreas de 1993 a 2001, con un ritmo anual de 1.16% (SEMARNAT, 2002).

En los últimos años y a pesar de los esfuerzos gubernamentales, la  degradación de suelos no sólo continúa sino que se ha acentuado. Una de las causas de esta situación obedece a los modelos que han regido la conservación de los recursos naturales en general, y del suelo, en particular, como resultado de las políticas públicas. En general se guían por el beneficio económico y político que éstas pueden proporcionar. A lo que se agregan los cambios jurídicos, los subsidios a determinados cultivos y prácticas, los créditos rurales, la discontinuidad sexenal en las políticas públicas y, el divorcio casi constante entre los programas y las acciones ejecutados por las distintas instituciones del Estado. Los distintos programas de subsidios otorgados al campo en las últimas décadas como el control de precios a los cultivos, los subsidios a agroquímicos o al diésel, tienen como objetivo el aumento del rendimiento sin considerar el impacto negativo al suelo, pero sin duda, hemos llegado a un momento crucial donde debemos preguntarnos seriamente cuál es el camino que debemos seguir ya que tal y como vamos no llegaremos muy lejos.

* Una versión extensa de esta reflexión fue presentada en el Congreso Internacional de Cambio Climático 2015 con el nombre de “Environmental soil practices and innovations in agricultural producer groups in México” en conjunto con la Dra. Rebeca de Gortari.

Referencias:

FAO (1996) Documentos Técnicos de Referencia. www.fao.org

Fujigaki E. (2004) La Agricultura, siglos XVI al XX coordinador de la colección Enrique Semo. UNAM- Océano.

Cotler, H. Carlos A. López, Sergio Martínez Trinidad (2011). ¿Cuánto nos cuesta la erosión de los suelos? Aproximación a una valoración económica de la pérdida de suelos agrícolas en México. Investigación ambiental, 3, 2, pp.31-43.

Cotler, H. et al. (sf). La conversión de suelos como un asunto de interés público. Instituto de Ecología http:www2.inecc.gob.mx/publicaciones/gacetas/522/conservación.