La sobre exposición en los medios

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No hay, todavía, un algoritmo que nos ayude a definir la medida correcta de una campaña de visibilidad o posicionamiento. Aún nos basamos en la generación de contextos únicos creados por factores múltiples que, basados en la experiencia y los datos recolectados, nos ayuden a definir la estrategia y plan de trabajo más adecuado.

¿Cómo hacerlo bien? Además de aplicar la lógica elemental anterior, siempre resulta más conveniente apoyarse en un experto, es decir, alguien que tenga experiencia comprobada y exitosa en materia de comunicación. Si se puede, mejor aún, alguien que empiece por cuestionar por qué aparecer en medios o sólo hacer labor mediática, es útil y favorable.

Lo sé, suena una tanto escandalosa esa última línea, más para alguien que se desempeña en ese mundo. Sin embargo, la experiencia, el mundo actual y los retos de las organizaciones, ejecutivos y gobiernos, han cambiado las reglas del juego. Y si entendemos que estos factores naturalmente cambian con el tiempo, nosotros debemos hacer lo mismo. O bajo la teoría de Darwin, no prevaleceremos.

En una estrategia de comunicación o de comunicación corporativa no significa que salir en medios sea mucho más beneficioso, pero sí es importante considerarlo sabiendo cómo hacerlo con un discurso congruente y sin tratar de acaparar la atención de los medios; por lo general nos cansamos muy rápido cuando se integra una persona en un círculo y pareciera que se esfuerza en ser el centro de atención, sin que suceda naturalmente.

Salir en los medios.
Fotografía: dCIDE.

Es lo mismo en el mundo comunicacional, muchos ejecutivos o personas de interés publicable suelen iniciar diciendo que no quieren figurar, hasta que lo hacen y se dan cuenta del poder de un buen artículo, foto, espacio y declaración. Es casi adictivo.

Pero hay que tener mucho cuidado, tener objetivos claros y no parecer ociosos en el ejercicio, salir por salir es negativo en imagen, credibilidad y gestión de riesgos.

He de decir que aplaudo mucho y colaboro para brindar igualdad de oportunidades y reconocimiento para todos los géneros, pero no puedo evitar mencionar que he visto cómo equipos de comunicación, cayeron en la tentación. Me refiero a  esos que, al tener a mujeres como CEO’s de grandes organizaciones, decidieron acertadamente utilizarlas como un activo de generación de valor a la marca; como un canal de comunicación externo e interno pero sucumbieron ante el encanto de los medios y han sobreexplotado su imagen, tanto que pareciera que se convirtió en una campaña de posicionamiento personal, sobrepasando a la marca u organización y generando más riesgos que ventajas. ¿Pregúntenle a algún presidente de compañía o a un miembro de un consejo de administración si le gusta que el Director General figure más que la propia marca?

Valor de la marca.
Imagen: Tactic Center.

Por lo anterior enlisto algunas ideas que deberían ayudar a mitigar la sobre exposición pública:

  1. La estrategia comunicación corporativa y de marca es más que apariciones constantes en medios de comunicación.
  2. La reputación de la organización es uno de los activos más valiosos de una organización, tanto como su patente, plantilla de colaboradores o clientes y se construye todos los días, mediante todos y cada uno de los que integran la organización.
  3. El CEO, director general y equipo de dirección, pueden ser un activo muy valioso de las organizaciones, tiene que usarse de forma estratégica y dosificada.
  4. Un buen equipo de comunicación es aquel que no depende necesariamente de voceros, es aquel que convierte el día a día de la organización en noticia.
  5. Figurar en medios es útil, poderoso y construye reputación, pero abre una puerta que es difícil cerrar, necesitamos estar preparados para gestionar sus implicaciones.
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