Mi experiencia con la vacuna para Covid-19

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Tengo 74 años y vivo en Cuajimalpa, por lo que tuve la oportunidad de vacunarme en contra de la Covid-19. El registro electrónico que requirió la Secretaría de Salud me costó mucho trabajo realizarlo, al quinto día de intentarlo, a deshoras durante la noche, lo conseguimos finalmente mi esposa y yo. El sábado 13 de febrero anunciaron que se vacunarían los mayores de 60 años de las delegaciones de Milpa Alta, Xochimilco y Cuajimalpa, además de diversos municipios de otros 30 estados de la República; poco después se anunció que la administración de la vacuna se dividiría según la letra del primer apellido, correspondiéndonos el tercer día de la aplicación.

El lunes 15 apareció en la red, para la delegación de Cuajimalpa, una lista de 32 sitios de vacunación. Para saber dónde nos tocaría asistimos al centro de administración, encontrándonos un verdadero desorden, voces, filas, policía, ejército, servidores (o siervos) de la nación (chaleco morado) y voluntarios del gobierno de la ciudad (chaleco verde). Nadie proporcionaba información precisa, un voluntario de chaleco verde se acercó y nos dijo que no nos angustiáramos, que al día siguiente asistiéramos al centro de vacunación más cercano a la casa y nos vacunarían. Poco después surgió en la red una noticia anunciando que en un centro, cercano a mi casa, sobraban dosis de vacuna y nos presentamos, pero nos encontramos otro caos en donde los servidores de la nación de malas maneras informaban que ya no había vacunas.

Al día siguiente, a primera hora nos presentamos y reinaba el mismo desorden, no ayudaba que el centro está situado en una calle muy estrecha sin salida fácil, lo que provocaba grandes aglomeraciones; el trato no era de ninguna manera cordial y lo peor de todo es que la información era muy imprecisa, así que decidimos presentarnos en otro centro de vacunación, éste guiado y controlado solamente por voluntarios de chaleco verde. Nos formamos, aun anunciando la letra de nuestro apellido, y muy cordialmente nos dijeron que continuáramos, nos tocó el número 271 y 272 de vacunación, nos informaron que nos retiráramos y volviéramos a las 14 horas. Así lo hicimos, al llegar nuevamente pasamos rápidamente, siempre guiados y acompañados por los funcionarios de chaleco verde, llegamos a un área sombreada donde nos sentaron y quedamos en mano de los chalecos guindas, quienes de manera desordenada, impersonal –creo que inexperta–, nos tomaron algunos datos, especialmente sobre nuestro estado de salud, tomaron una foto de nuestra credencial del INE y una de nuestro rostro (con cubrebocas).

vacunacion covid, Mexico
Fotografía: Vanguardia.

Luego nos condujeron ya con el personal de vacunación, seis enfermeras, una jefe de enfermeras y una doctora, se notaba su expertiz y disposición; nos tomaron datos clínicos, esta vez de manera rápida y precisa, nos administraron rápidamente la vacuna, explicándonos lo que estaban haciendo y las molestias que podrían presentarse. Después fuimos a una nueva área sombreada, en espera de alguna respuesta alérgica; el personal de chaleco y verde y la doctora nos preguntaron varias veces cómo nos sentíamos; estuvimos un poco más de media hora; al terminar, nos regresaron nuestra credencial del INE con un comprobante de la administración de la vacuna Astra Zeneca, personalizada. Resalto dos cosas, la primera, en las instalaciones había fuerzas militares que vigilaban las operaciones, lo que me pareció excesivo e incluso inútil; la segunda, el servicio resultó tan eficiente que incluso se habilitó en un lote aledaño un estacionamiento.

Durante esta última etapa tuve tiempo para pensar en la maravilla que resulta tener una vacuna para una enfermedad que ha ocasionado una morbilidad y una mortalidad tan grande, con consecuencias económicas, sociales y políticas tan costosas; una verdadera y grave sindemia; además por una enfermedad auténticamente nueva, el SARS-CoV-2 y la Covid-19 eran desconocidas y no habían ocasionado ningún caso y mucho menos ningún fallecimiento hasta diciembre de 2019, que se presentaron los primeros en China; en México el primer fallecimiento sucedió en marzo de 2020. Por eso es una maravilla que se cuente con vacunas en febrero de 2021.

México quedó fuera de los circuitos en donde se buscó conseguir una vacuna, el nivel de desarrollo científico no nos alcanzó; ésa es la cuota que hay que pagar por los años de descuido en el desarrollo de la investigación científica. Los descubrimientos sobre virología, genética, biología molecular (entre otras áreas) de muchos años, permitieron primero descubrir el agente de las causas y luego desarrollar la posibilidad de una posibilidad profiláctica; y lo que por muchos hubiera podido ser catalogado como investigación básica un poco estéril, de repente son las bases para un uso absolutamente pragmático; viene además el requerimiento de una planta industrial que permita la elaboración y la distribución del fármaco, ya que no contamos tampoco con ello. Quedamos, pues, en manos de terceras personas, el Ing. Carlos Slim formalizó un convenio, mediante una gran inversión, para contar con una gran cantidad de dosis de vacuna, esto todavía no se ha cristalizado.

vacunacion covid-19
Fotografía: LatinUs.

En tanto tenemos que esperar a que Estados Unidos, el Reino Unido, Rusia o China, nos proporcionen vacunas, aunque nuestro Canciller haya dicho ya en dos ocasiones “misión cumplida”, esto no ha sido así, menos del 1% de la población ha podido ser vacunada, la mayoría sólo con la primera dosis. En tanto suceden cosas paradójicas, hay noticias de que el Conacyt va a reducir los apoyos a la investigación y que se enfocarán a campos cupularmente seleccionados –espero tomen en cuenta que los conocimientos nuevos, que parecen poco prácticos, suelen tener resultados al paso del tiempo–. Los países que nos tendrían que dotar de las vacunas son especialmente Estados Unidos, El Reino Unido, Rusia y China.

Nuestro presidente se tardó muchas semanas en felicitar al presidente Biden, criticó públicamente a Twiter y Facebook por censurar a Trump, en sus conferencias matutinas ha criticado públicamente la gestión de la pandemia que se ha hecho en Inglaterra, España, Italia e incluso a Alemania, un poco justificando los malos resultados que se han tenido en México. La OMS no ha podido tomar el comando del manejo de la pandemia y, por lo tanto, tampoco de la distribución de las vacunas, sin olvidar que Trump se había salido de ella y recientemente Biden reingresó a su país. Nos hemos pasado hablando mal de la industria farmacéutica, pero cuando se necesitan las cosas es porque hay una urgencia real. El caso es que independientemente de la justicia social, nuestros funcionarios han fallado en conseguir las dosis que se requieren, países como Chile y Argentina están mucho más avanzados. La esperanza con las vacunas chinas y rusas es mayor.

Al tiempo que esperaba una posible reacción alérgica, también reflexioné sobre la presencia de los colaboradores de chaleco morado (los servidores o siervos de la nación), su participación me pareció absolutamente inútil y en algunos casos obstruccionista para el proceso, al contrario de los chalecos verdes que, por cierto, no me quedó claro si son trabajadores o voluntarios del gobierno de la ciudad. Me entró miedo que los servidores o siervos de la nación del Ministerio del Bienestar se conviertan, o se esté pretendiendo que se conviertan, en grupos como los que fundó Castro al inicio de la Revolución con los Comités de Defensa de la Revolución, o Franco al triunfo del golpe de Estado con el Ministerio del Movimiento, que fueron –el primero aún lo es–, grupos que controlan y vigilan a los ciudadanos.


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Angélica Serrano

Me parece muy interesante la reflexión que realizó durante esa espera tan afortunada después de la aplicación de la vacuna. Me llama la atención lo que menciona sobre el apoyo hacia la investigación básica y lo que esta investigación representa, no solo para un país, sino para el mundo entero. Desafortunadamente la ignorancia, que no es sinónimo de no saber, sino de no querer sáber, es la bandera con la que se toman desiciones vitales y marcan el rumbo de nuestro país. Trístemente no tenemos no solo la infraestructura y los recursos, sino que tampoco tenemos los insumos básicos para poder avanzar tanto como otras naciones durante esta pandemia en la guerra contra la COVID19. Nosotros, que debemos esperar meses para que nos lleguen los reactivos, no se diga los equipos. Aún así, lo seguimos intentando porque afortunadamente Mexico cuenta con un gran gremio de investigadores que no conoce límites y no se dará porvencido a pesar de todo.
Excelente nota

Sofia

Felicidades tener la vacuna es como ganar la lotería todavía te falta la segunda y gracias a Dios podrán superar algo la pandemia porque no es una vacuna de prevención sino todas son una ayuda para que el virus no te mate cuando te de disminuye lo más que puede la carga viral yo feliz de saber que nuestro Manuel Ramiro y Cecilia Ximenez van adelante. Triste de no verlos.

Teléfono
5093014298
Hortencia Zarazu G.

Desafortunadamente se presentan irregularidades en el proceso de vacunación por la falta de conectividad pero la actitud que muestran las personas que ya la recibieron muestran muestran la esperanza que se tiene de salir adelante . El problema continúa por que el suministro no es suficiente y la programación de las fechas acordadas se desfasa; ojalá y el acuerdo del Se. Alimentos con AstraZeneca pudiera lograrse antes de la fecha calculada porque así se lograría Aún poco de tranquilidad para que está pandemia se vaya controlando.

Juan Carlos Arguelles Ximenez

Excelente reseña Doctor, me da mucho gusto saber que usted y su esposa ya cuentan con la vacuna. Por mi parte estoy completamente de acuerdo, las acciones realizadas para mitigar el impacto de la pandemia son ridículas. Es realmente una tristeza lo que esta pasando. Mi experiencia fue muy similar, aunque a mi se me aplico en una base militar, con un poco menos de desorden y confusión, no vimos una linea clara de los protocolos que se estaban siguiendo para validad quienes y por que estaban recibiendo la vacuna, y después de 25 días, seguimos esperando la aplicación de la segunda dosis.

Dinard

¡Vaya experiencia! Nada mas es la primera parte de la aventura. Falta la segunda parte con las dosis complementaria y la determinaciones que están tomando para la población menor de 45 años con vacunas menor eficacia. Triste pero por lo menos hay un paso hacia adelante.

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