agua

Huella hídrica; huella de riesgo

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Los patrones de lluvias siguen cambiando a nivel global y regional. En el país cada año llueve menos y por consiguiente las sequías impactan más hasta los Estados donde se caracterizaban como grandes fábricas de agua.

Los expertos en el recurso hídrico aseguran que entre el año pasado y el que transcurre se ha alcanzado un récord histórico de sequía, en el que 26 entidades del país resienten los impactos de la escasez. Y en aquellos como Chiapas, Oaxaca, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz en los que hasta hace algunos años se caracterizaban por ser lluviosos, en este lapso las precipitaciones apenas alcanzaron el 50% de su patrón de precipitaciones.

No hay duda de que la escasez del agua –debido a la sobreexplotación de los acuíferos–, el déficit de lluvias y el cambio climático seguirá catalizando el proceso de acercarnos a escenarios catastróficos por este desabasto.

“Los fenómenos catastróficos derivados de la variabilidad climática serán más frecuentes en México y debemos estar preparados para ello”, así me lo precisó Víctor Villalobos, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en una plática que sostuvimos recientemente sobre el tema del agua en el país.

huella hidrica agua
Imagen: Water Logic.

Villalobos, con la experiencia que tiene en el campo y bosques, sabe perfectamente que los protagonistas del sector agroalimentario, entre otros, requieren ser más eficaces en la gestión de riesgos y en la atención oportuna ante los desastres naturales.

Desde que el Servicio Meteorológico Nacional realiza esta medición de las precipitaciones, en poco más de 15 años, es la primera vez que se presenta una sequía prolongada y severa, la cual afecta a las entidades otrora ricas en lluvia. Este tipo de sequías empiezan a generar los llamados corredores secos como hoy ocurre en Centroamérica: de Guatemala a Panamá, siendo el más afectado Honduras.

Muchos de los migrantes centroamericanos huyen sus países porque, ante la escasez de agua el campo, no producen y no tienen otra opción más que abandonar sus territorio. Sin duda, evidencias y consecuencias del cambio climático.

El agua es la clave para la biodiversidad y máxime cuando las temperaturas siguen en ascenso como ocurrió en 2019 cuando el país en un sólo mes, agosto, tuvo un temperatura promedio de 27 grados Celsius, 3 grados más de respecto a la media histórico de dicho mes. Y según los meteorólogos los niveles no han cambiado, las variantes son mínimas.   

De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el país el 77% del agua se utiliza en la agricultura; 14% en el abastecimiento público; 5% en termoeléctricas y 4% en la industria. O sea, el campo necesita mucha agua para la producción de alimentos.

demanda de agua
Imagen: Polo Verde.

“Con respecto a la huella hídrica, desafortunadamente en el país medimos nuestra capacidad productiva en función de toneladas por hectárea o índice de agostadero. Sin embargo, tenemos que reconocer que los costos para la producción, desde el punto de vista del recurso hídrico son muy altos”, puntualiza Villalobos.

Y los ejemplos que brinda la Semarnat son muy claros, y hasta alarmantes sobre el uso de agua para producir un bien: “Para producir una hamburguesas se necesitan 2 mil 400 litros de agua; para producir un litro de leche se requieren mil litros; para producir un huevo de 40 gramos son necesarios 135 litros; para producir un vaso de jugo de naranja se requieren 170 litros; para una manzana son necesarios 70 litros. Una rebanada de pan demanda 40 litros; para elaborar una playera de algodón se necesitan 4 mil 100 litros; un vaso de cerveza de 250 mililitros necesita de 75 litros de agua; una copa de vino de 125 mililitros requiere 120 litros; una tortilla de 25 gramos necesita 50 litros; una taza de café de 125 ml, demanda 140 litros; producir un par de zapatos de cuero son necesarios 8 mil litros y un microchip, de 2 gramos, necesita de 32 litros de agua”.   

Este panorama de demanda de agua para la producción de alimentos y bienes demuestra el reto que enfrentará el país en los próximos años. México está catalogado a nivel internacional como uno de los países altamente vulnerable a la falta de agua. Si bien no tenemos aún migraciones masivas por hambre y falta de agua, lo que sí está presente es la guerra por el agua. Existen diversos conflictos sociales por el recurso hídrico.

Sin duda, urge medir el costo del agua, máxime para producir alimentos y tal vez ahí los agricultores deben sentar la bases sus producción con base a la disponibilidad. Se trata de crear conciencia y que todos seamos más responsables sobre el manejo de este recurso natural. Pero también se requieren de políticas públicas que fomenten la innovación y revolucionen los campos tecnológicos para hacer más eficiente el manejo del vital líquido.

Mucho se habla de una agricultura sustentable, pues es el momento de conocer programas y proyectos de Estado para garantizar este esquema para los próximos 30-50 años.

Nuestra huella hídrica hasta ahora es desastrosa.


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Invierten en Cozumel 248 mdp para obras urbanas

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El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, destacó que el municipio de Cozumel recibió una inversión histórica por 248 millones de pesos para realizar obras de infraestructura urbana.

El mandatario estatal realizó un recorrido por Cozumel para supervisar diversos trabajos en materia de agua potable, drenaje sanitario y saneamiento que buscan mejorar los servicios públicos en beneficio directo de miles de familias.

“Son obras importantes que se requieren en la isla, para evitar contaminaciones al medio ambiente, para mejorar los servicios que la gente necesita, con todas las características que se debe de tener de estos tiempos modernos de atender a más de 100 mil personas que viven en la isla, más visitantes, más cruceros que por supuesto generan un número mayor de necesidades” expresó el gobernador.

Como primer punto, el funcionario hizo un recorrido en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales San Miguelito, en donde constató la operación, tratamiento y funcionamiento de los diferentes módulos y destacó la inversión que se ha realizado en de los últimos dos años, por 57 millones 364 mil 895 pesos.

Acompañado del director general de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) Gerardo Mora Vallejo y del presidente municipal de Cozumel Pedro Joaquín Delbouis, el gobernador también supervisó los trabajos que se realizan para la sustitución de la línea de distribución de agua potable, con tubería de pvc hidráulico de 10 pulgadas de diámetro y la sustitución del colector de aguas residuales de la Rafael E. Melgar con tubería de pvc sanitario de 24 pulgadas entre el cárcamo 2 y 1 de la ciudad de Cozumel, donde se invierten 72.2 millones de pesos..

Finalmente, la comitiva se trasladó a la colonia Altamar, donde el gobernador Carlos Joaquín constató los trabajos de rehabilitación y activación del tanque de regulación de mil 500 metros cúbicos de capacidad de la colonia Altamar, cuyo tanque de agua potable garantiza el servicio óptimo para 8 mil 800 habitantes de la zona.

#SmartWater: Internet de las Cosas para la Base de la Pirámide

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Pocos elementos de la vida son tan importantes como el agua. Su presencia es un indicador generalizado de bienestar personal y social, mientras que su carencia o escasez generan crisis. Efectivamente, la escasez de agua utilizable por el ser humano se traduce en efectos por demás nocivos, como enfermedades, hambre, muerte e incluso guerras y otros tipos de conflictos sociales.

Para nadie es un secreto que el agua es un elemento clave del desarrollo integral. La humanidad y su devenir histórico lo demuestran: acueductos, plantas potabilizadoras, presas, cárcamos. Todos, obras de infraestructura destinada a que las grandes civilizaciones se alleguen del vital recurso.

En parte ahí radica la importancia de un novedoso ejercicio de impacto social en donde una aplicación tecnológica celular, sensores de monitoreo y redes 4G han sido la base del proyecto radicado en la Ciudad de Mérida y la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (JAPAY), autoridad local de agua, anfitriones de esta iniciativa denominada “Smart Water”.[1]

Así, esta inteligencia tecnológica aplicada en términos del Internet de las Cosas (IoT), ha dado lugar a la convergencia de esfuerzos de empresas tecnológicas, órganos gubernamentales del agua y, sobre todo de la comunidad de Mérida, Yucatán, que ha sido la beneficiaria. En el proyecto confluyen soluciones de tecnología móvil, trabajo comunitario y apertura gubernamental, todo con el objeto de optimizar el monitoreo de la calidad del agua y transparentar esa información.[2]

En el proyecto ha destacado la receptividad tecnológica de la JAPAY y del Gobierno del Estado, quienes demuestran que en su DNA se encuentra la innovación, insumo esencial del buen gobierno, pero también la transparencia ante la sociedad, elementos poco observables en universo de instancias públicas de México.[3]

Smart Water echa mano de las redes de telecomunicaciones de última generación, sensores, software móvil y, en general, de soluciones de IoT para asegurar un monitoreo en tiempo real de la calidad del agua. Pero también pone a disposición de la comunidad dispositivos y la aplicación móvil. Dime H2O para transparentar información de calidad del agua.  

Iniciativa Smart Water

Este proyecto es una respuesta a las adversas condiciones de relieve de la Península de Yucatán, las cuales hacen que el acuífero sea altamente susceptible a la contaminación por actividad humana. El alto nivel de susceptibilidad exige un mecanismo de monitoreo en tiempo real y acceso a la información de este de una forma tan ubicua que sólo las tecnologías móviles lo permiten.

Conectividad móvil, software y sensores

Los elementos tecnológicos del proyecto Smart Water involucran tres ejes fundamentales: sensores de monitoreo de calidad del agua, software especializado y redes 4G.

Los sensores inteligentes permiten recolectar información en tiempo real de parámetros específicos de la calidad del agua y se encuentran instalados en dos puntos de potabilización y distribución de la Ciudad de Mérida. En términos técnicos, la calidad se refiere a factores como la turbiedad, el cloro libre, el carbón orgánico disuelto (COD), el carbón orgánico total (COT), la conductividad del agua, la temperatura, los nitratos y el pH.

La conectividad 4G es fundamental, al constituir el canal de comunicación para que las autoridades y la comunidad se informen ubicuamente sobre la evolución de la calidad del agua. Las autoridades podrán tomar acciones correctivas en casos de desviación de la norma y los ciudadanos podrán observar constantemente la calidad del recurso hídrico administrado por la autoridad.

App Dime H2O

Smart Water
Fuente: The Social Intelligence Unit para la Iniciativa Smart Water.

Otro componente es el sistema y la aplicación Dime H2O, los cuales, por un lado, permiten cargar la información de los parámetros para su análisis y generan un Índice de Calidad del Agua, que concentra la información crítica generada por los sensores y, por el otro, proveen la comunidad y a la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (JAPAY) acceso al índice.

El elemento social

Familias de la colonia popular Dolores Otero y circundantes en Mérida recibieron teléfonos inteligentes con la aplicación Dime H2O precargada, asimismo, fueron alentados a participar en campañas educativas dedicadas a promover la cultura del agua.

Estas campañas educativas, conocidas como Ferias del Agua, representan el elemento de cohesión entre tecnología y comunidad. Una plataforma digital permite a la comunidad acceder a información crucial de calidad del agua, pero para que eso suceda, la sociedad requiere de acompañamiento del proyecto para aprender a aprovechar dicha plataforma en un nivel óptimo.

Entregar plataformas móviles no es suficiente, debe existir un ejercicio de acompañamiento y seguimiento para garantizar el óptimo aprovechamiento comunitario, esto representa el corazón de las Ferias del Agua.

Impactos y beneficios

En términos de eficiencia para las autoridades de agua locales, Smart Water y su aplicación Dime H2O permitieron al personal de JAPAY ahorrar 80% del tiempo destinado a la recolección de muestras de parámetros de calidad del agua específicos (Turbidez, el cloro residual, la conductividad y el pH).

Smart Water
Imagen: VOX.

Asimismo, en lapsos de tan sólo tres días, los sensores recolectan más de dos mil mediciones de parámetros como nitratos, carbono orgánico disuelto y carbono orgánico total. Mucho más que lo recolectado a través del muestreo tradicional.

En lo que toca a su dimensión social, Smart Water, a través de sus intervenciones, demostró que 99% de la comunidad participante tiene mayor confianza en su conocimiento sobre la calidad del agua.

Vivimos en la era de la abundancia en la innovación tecnológica. Es crucial conducirlos y enfocarlos en el desarrollo integral. El agua, al ser una condición sine qua non para la vida, las personas y las comunidades tiene efectos transversales en toda la operación social y económica. Por ello, aparejar su administración con la tecnología del más alto calado es fundamental.

Smart Water es un ejemplo de ello. Detona el poder de las Tecnologías de la Información (TIC) para vigilar la calidad del agua, dando un doble beneficio: el gubernamental, al facilitar la operación de las autoridades y el social, al promover la transparencia en la era digital.


Notas:
[1] Este programa es coordinado por The Social Intelligence Unit, auspiciado por Qualcomm® Wireless Reach™ y que suma los esfuerzos y experiencias de s::can, Grupo LAN y Colectividad Razonatura, en campos de tecnología de monitoreo de calidad del agua, desarrollo de software y desarrollo sustentable, respectivamente.
[2] Video del proyecto Smart Water-Dime H2O disponible en: https://bit.ly/2PBxh5D
[3] Caso de Estudio: Smart Water. Disponible en: https://bit.ly/34Fr7px