Él

“Él” de Luis Buñuel

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Leí la nota de Pablo Viñamata, escrita hace unos días en las páginas de este nuestro diario El Semanario. Viñamata, quien parece una nueva adquisición para el periódico y que estoy seguro lo enriquecerá, por la foto de su perfil parece un hombre joven que vive en Barcelona y es un experto en Luis Buñuel, su tesis doctoral fue de la película Los olvidados. Hace unos días escribió una nota sobre la conmemoración de esta película, dado que se exhibió por primera vez en octubre de 1950, por lo tanto, cumpliría 70 años. Viñamata hace un análisis extraordinario no sólo del film, sino de las circunstancias que lo rodearon, después nos habla de algunas otras de sus películas, y entre ellas no menciona a Él. El motivo de esta nota no es criticar ni cuestionar a Viñamata, quien evidentemente es un experto en Buñuel; más bien complemento su escrito incluyendo a Él entre las obras más destacadas del cineasta.

Luis Buñuel había llegado a México después de su fracaso en la industria norteamericana, salió de España en 1939 como exiliado, ante el triunfo de la insubordinación franquista, y después de haber filmado El perro andaluz (1928), un cortometraje en el más puro lenguaje surrealista; a lo largo del tiempo se ha ido convirtiendo en una obra emblemática. También rodó Las Hurdes, un documental que muestra la miseria de una zona española; tuvo éxito, aunque envuelto en la polémica por su crudeza. Su exilio lo inicia en Estados Unidos en donde se incorpora a la industria en diferentes labores, pero nunca obtiene la oportunidad de crear, de dirigir. Desde luego, es muy probable que su participación lo haya enriquecido en su oficio cinematográfico y forme parte de su bagaje para su posterior creación artística. Al final, varias deben haber sido las causas para su fracaso en el sueño americano, pero una que resultó crucial forma parte de la historia de amor-odio entre Buñuel y Dalí, ya que éste publicó su libro La vida secreta de Salvador Dalí, en donde lo acusa de ateo y comunista. Esto de alguna manera dificulta aún más su estadía.

Luis Bunuel
Retrato de Luis Buñuel (Fotografía: Hola Cultura):

No obstante, aunque no era su intención refugiarse en México, llega aquí y se ve en la necesidad de aceptar la oferta para dirigir “películas comerciales”. Una que resultó un verdadero fracaso comercial fue Gran Casino, en la que participaba Jorge Negrete, otra película, por el contrario, resultó un bombazo comercial, El gran Calavera, producida por Fernando Soler. Esto le abrió las puertas, y a partir de ese momento nunca se le cerraron. Su siguiente película fue Los olvidados –que tan bien analiza Viñamata, como muchas de sus obras, especialmente las iniciales–, y en la que su arranque fue controversial, y no es sino hasta después de su participación en Cannes, en donde obtiene el Premio a la Mejor Dirección, cuando es reconocida en México, y a pesar de que varios intelectuales habían reconocido sus méritos desde su estreno, ya que para mucha gente resultó una película sumamente polémica por la dureza de su argumento y realización; destaco que en Los olvidados, la historia y el guion son del propio Buñuel.

Unos años después, en 1953, filma Él, basada en la obra homónima de Mercedes Pinto. La escritora canaria tiene, también, una historia interesante, casada en primeras nupcias con un hombre que resultó muy patológico y de quien finalmente pudo separarse; sus hijos Pituka de Foronda y Rubén, y de su segundo matrimonio, Gustavo Rojo, tuvieron una carrera destacada en el cine mexicano y español.  Él se filmó en un tiempo muy breve, en tres o cuatro semanas en diferentes versiones; con presupuesto muy corto, con la participación de actores que eran grandes figuras del momento: Arturo de Córdova, Delia Garcés, Rafael Banquells y Luis Beristáin y Carlos Martínez Baena, éste en un papel no protagónico pero que resulta central, el del sacerdote Velasco. El guion es del propio Buñuel en conjunto con Luis Alcoriza, la fotografía es de Gabriel Figueroa, que resulta precisa, luminosa, pero no es de las muchas obras estruendosas a los que nos tiene acostumbrados, se dice que por indicaciones muy puntuales de Buñuel.

Él trata sobre varias psicopatías, la más obvia es la celotipia feroz que sufre Francisco Galván, el personaje central, pero va más allá en las imágenes iniciales que se han hecho famosas, el lavado de pies de los acólitos por el padre Velasco sugiere una gran sexualidad, una pederastia obvia, que por cierto es también tratada de manera fugaz en Los olvidados.

el de Luis Bunuel
Fotograma de la película “Él”, dirigida por Luis Buñuel (1953).

Los celos de Galván crecen a lo largo de Él, hasta llegar a niveles absolutamente psicopáticos con sugerencias de agresiones brutales, la crítica a la iglesia católica resulta obvia y descarnada y las connotaciones sexuales aparecen con una heterosexualidad totalmente reprimida, así como los intentos de acercamientos, frustrados, a la homosexualidad. La escena final se ha vuelto emblemática con un Galván psicótico, subiendo una escalera de manera diagonal. Por cierto, finalmente la esposa sí lo engaña con su amigo, ironías de Buñuel.

Su primer estreno en México fue un fracaso, desató críticas durísimas incluso de amigos de Buñuel, como Max Aub, sin embargo, una vez más es llevada a Cannes donde logró muy buena recepción, aunque no fue premiada porque no entraba en ninguna de las categorías. A su regreso es mejor recibida. En París también fue muy bien acogida. Una de las críticas principales que se le hicieron es que desataba la risa entre los asistentes en las salas, aunque teóricamente esto no es lo que se esperaba ni lo que debería suceder, al paso del tiempo ha surgido la explicación de que las conductas humanas en situaciones extremas pueden desatar  hilaridad y dolor simultáneamente, lo cual me parece que puede ser cierto.

Él es una de las películas de Buñuel que más han sido apreciadas con el tiempo, me parece que junto con El ángel exterminador muestra más claramente el espíritu surrealista de Buñuel. La crítica y el público la han ido revalorando, los intelectuales, incluido Max Aub, han ido expresando muy buenas críticas. Buñuel, cerca del final de su vida, se refirió a Él como una de sus mejores películas, una de las más personales y apreciadas.

posters de la película

Si incluimos a Viridiana en el periodo mexicano, el trabajo notable de su productor y la estrella protagónica, me atrevo a afirmar que esta etapa es la mejor y más creativa de Buñuel.

Entre las lecturas que les recomiendo destaco la obra de González Crussí, donde hace un análisis extraordinario de la celotipia y específicamente de Él.

Saludo desde aquí a Viñamata y lo felicito por tener la suerte de dedicarse profesionalmente a un aspecto del cine, del que yo sólo soy un aficionado.


Lecturas recomendadas:
Francisco González Crussí. Sobre la naturaleza de las cosas eróticas. Verdehalago. Puebla. 1999: 59-65.
 Javier Herrera. Luis Buñuel en su archivo. De los olvidados a Viridiana. Fondo de Cultura Económica. México. 2015: 185-217.
Carlos Barbachano. Buñuel. Salvat. Barcelona. 1986.
Gállego Pérez-Larraya, J., J.B. Toledo, E. Urrestarazu, J. Iriarte. Clasificación de los trastornos del sueño. Anales Sis San, Navarra. 2007; 30 (supl.1): 19-36.


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