Especialistas alertaron que la variante E484K del SARS-CoV-2 detectada en cuatro pacientes de Jalisco el pasado 27 de enero, podría ser una cepa mexicana de la COVID-19. Esa enfermedad que cerró el primer mes del año con 1 millón 864 mil 260 contagios y 158 mil 536 defunciones.
De acuerdo con Héctor Raúl Pérez Gómez, infectólogo y ex director del OPD Hospital Civil de Guadalajara, las posibilidades de que se trate de una variante mexicana son altas. Esto, sobre todo, debido a que solamente una de las personas tuvo contacto con otro individuo proveniente del extranjero.
El infectólogo detalló que los cuatro casos fueron enviados para un nuevo estudio al Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE). Tal acción con el objetivo de confirmar si corresponde a la cepa E484K identificada en Brasil y Sudáfrica.”
Y es que según los reportes del Laboratorio de Diagnóstico de Enfermedades Emergentes y Reemergentes del CUCS, la mutación E484K no se había detectado en México. No obstante, por el momento, se deben efectuar más estudios a fin de conocer si hay más situaciones con la cepa.
Cabe señalar que la principal característica de la mutación al SARS-CoV-2, consiste en que puede afectar la unión con los anticuerpos neutralizantes generados por el cuerpo tras una infección o tras recibir una vacuna.
Al respecto, Pérez Gómez explicó que la nueva variante podría estar en más ciudadanos. En este sentido, argumentó que no a todas las personas diagnosticadas con COVID-19, se les realizan los estudios necesarios a fin de detectar algún tipo de mutación.