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Biden cumple su promesa, Senado aprueba paquete económico de US$ 1.9 billones

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Este sábado el Senado estadounidense aprobó este sábado aprobó por mayoría el paquete de estímulos económicos de US$ 1.9 billones que propuso el presidente, Joe Biden al inicio de su administración con el objetivo de alivianar la crisis sanitaria y económica que atraviesa Estados Unidos. 

En medio de discusiones bipartidistas entre demócratas y republicanos, el Senado pudo aprobar el sábado este estímulo económico luego de que se ausentara el senador republicano Dan Sullivan, la votación terminó 50 votos a favor y 49 en contra. 

Por ahora, la iniciativa deberá regresar a la Cámara de Representantes donde los demócratas cuentan con la mayoría y no deberían de tener problemas para aprobarla y que de esta forma el presidente Biden pueda promulgarla antes del 14 de marzo, fecha en que vencen todos los beneficios a desempleados del paquete económico anterior

De esta forma, Biden logra su primera victoria en el Congreso de su administración, a pesar de que los demócratas apoyaron, durante el gobierno de Trump, todas las iniciativas que se propusieron para poder apoyar a los más afectados durante la pandemia, en este caso, los republicanos optaron por inclinar sus votos hacia la negativa. 

¨Este plan nos pone de regreso al camino de la recuperación, pero más allá establece nuevos principios para cuidar de nuestros niños, familias y de nuestra salud¨, dijo Biden en un video publicado en su cuenta de Twitter. 

En otro mensaje publicado horas antes el demócrata aseguraba este plan entregará inmediatamente cheques de estímulos económicos a los norteamericanos que desesperadamente necesitan ayuda. 

¨Para nuestra típica familia de clase media de esposo y esposa con dos hijos recibirán US$ 5 mil 600, eso significa que podrán pagar su hipoteca, mantener a los chicos en la universidad… esto hará una gran diferencia¨, sostuvo. 

Un paquete que ayudará a la economía y salud de todos

Este gran paquete económico propuesto por Biden busca ofrecer ayudas en todos los sectores golpeados producto de esta pandemia, principalmente el económico y de salud.

En este plan se destinarán cerca de US$ 20 mil millones para el programa de compra y distribución de las vacunas contra COVID-19, un rubro en el que ha sido insistente el presidente en su búsqueda por inmunizar a la población norteamericana antes del mes de agosto.

Se entregarán cheques directos en estímulos para reactivar la economía, parejas podrán recibir US$ 2 mil y familias de 4 podrán recibir US$ 5 mil 600, para esta oportunidad se contemplaron a aquellas personas casadas con residentes indocumentados

Se mantendrán los apoyos a desempleados, además de que se dará dinero a sitios de refugio y hogares que ofrecen alojamiento de emergencia a quienes no tienen un techo donde quedarse. 

Biden cumple su primera promesa, Senado aprueba paquete económico de US$ 1.9 billones

Fotografía: Getty Images

En ese sentido se extenderán los apoyos nutricionales mediante cupones de comida, el gobierno estadounidense busca que esta ayuda se prolongue hasta septiembre y no hasta junio como estaba previsto, con esto pretenden extender los convenios con restaurantes que ofrecen comidas a los más necesitados.

También se inyectará dinero a las escuelas para que pronto niñas y niños puedan regresar a clases presenciales.

A esto se le suma la iniciativa de querer duplicar el sueldo mínimo en Estados Unidos a nivel federal el cual se encuentra en US$ 7, 25 la hora y se pretende elevar a los US$ 15.

La potencia económica del mundo sigue dando el ejemplo en la forma en que se atiende a la pandemia, atacar las causas en primer lugar, maximizar el plan de vacunación para que todos estén inmunizados y dar ayuda asistencial a quien más lo necesite por periodos prolongados.

La política exterior de Joe Biden frente a México y Canadá

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La relación bilateral México-Estados Unidos vive uno de los momentos coyunturales más importantes de su historia reciente: el relanzamiento de la relación bilateral con la llegada de la administración demócrata al Ejecutivo de Estados Unidos.

Desde sus primeros días en la Casa Blanca, el presidente Biden ha mostrado que su lema “America is Back” significa que está decidido a posicionar de nuevo a Estados Unidos como uno de los grandes países líderes del mundo. En ese sentido, en las últimas semanas ha desplegado una serie de estrategias que se podrían interpretar como el primer momento de el reposicionamiento de su país. De distintas maneras, las muestras de poder americano han resurgido en todos los sentidos. La estrategia demostrada hasta ahora combina el uso del poder duro, el bombardeo en Siria sobre milicias supuestamente pro-iraníes a finales de febrero, con el poder blando en dos niveles el multilateral y el bilateral.

A nivel multilateral, el acercamiento con sus aliados europeos, en la Conferencia de Munich por ejemplo, fue contundente. El presidente Biden hizo un llamado a reforzar el multilateralismo para fortalecer la alianza transatlántica tanto en materia de defensa como en materia económica y la solución de problemas globales como la pandemia del Covid-19. 

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Imagen: E&E.

A nivel bilateral, es claro que su interés en la región de América del Norte es prioridad. El presidente Biden tuvo reuniones, tanto con el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, como con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. En ellas quedó claro, que una vez más la agenda trilateral se construirá desde lo bilateral y teniendo como centro a Estados Unidos, posicionándolo como líder en la región.

En ambos casos, la cordialidad diplomática del presidente Biden y su equipo quedaron demostradas. Las reuniones fueron por Zoom, de acuerdo a la tendencia de la época que vivimos, y a pesar de la frialdad que una reunión por este tipo de plataformas virtuales puede proyectar, quedó manifestado su interés por plantear la relación desde los temas de convergencia más que desde aquellos que son divergentes.

En el caso de Canadá, el presidente Biden inició la reunión diciendo que el país más importante para Estados Unidos es su vecino del norte y, a pesar de las tensiones provocadas por su iniciativa de cancelar el proyecto del gasoducto Keystone, los temas de convergencia prevalecieron en la búsqueda de soluciones comunes como la pandemia, el cambio climático, la recuperación económica o el reforzamiento de alianzas, como cuando se habló del futuro de NORAD (North American Aerospace Defense Command).

En el caso de México, la reunión del pasado 1 de marzo inició con un gesto de amistad al decir que “si bien la relación entre ambos países no ha sido de vecinos perfectos, si trabajan juntos serán más fuertes y seguros”. El presidente “tendió la mano” a su vecino del sur al decir que “tratará a México como igual”. Esto puede sonar un poco fuerte, e incluso hasta se puede ver como un gesto magnánimo de un país poderoso hacia una nación con menor poder. Pero, frente a la especulación que había en torno a cómo se llevaría Joe Biden con el presidente mexicano López Obrador, que a todas luces parecía tener preferencias por el antiguo inquilino de la Casa Blanca, se debe ver entonces como un gesto de acercamiento importante.

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Imagen: Nexos.

En términos de los temas presentados en la reunión, si bien hay temas parecidos a la agenda con Canadá: la recuperación económica, la pandemia o el cambio climático, el tema de convergencia por excelencia fue el de la migración. En ese asunto ambos mandatarios dejaron claro que las raíces del problema migratorio se tienen que abordar desde los lugares de origen y que la estrategia debe estar acompañada de acciones tanto legales como de gestión.

En ese sentido el gobierno de Biden ha hecho propuestas interesantes que parecen más de tipo doméstico, pero que buscan mejorar el esquema de migración actual hacia Estados Unidos. El ofrecimiento de buscar la forma de legalizar a inmigrantes indocumentados en dicho país beneficiaría a 5 millones de mexicanos, por ejemplo. La propuesta de México en voz de su presidente fue interesante, aunque tampoco es nueva, ya que plantea la vieja idea de un mercado laboral entre los dos países si se lograran hacer acuerdos laborales para fomentar una migración legalizada. La postura del presidente mexicano deja de lado una propuesta doméstica que ponga sobre la mesa una nueva política migratoria en el país.

La reunión no abordó muchos temas de relevancia, como fortalecer la seguridad o problemáticas más inmediatas, por ejemplo, el asunto de la nueva Ley Energética en México que de entrada afectará a los inversionistas en el sector, tanto norteamericanos como canadienses, entre otros. Pero recordemos que también en el caso de Canadá, las tensiones bilaterales se dejaron de lado para que, desde la cordialidad, avanzar los temas de convergencia.

El estilo del presidente Biden y su gabinete nos queda claro tras ambas reuniones, es totalmente diferente al estilo de Donald Trump, quien ponía los temas de divergencia, el lenguaje amenazante y avasallador como parte de su estrategia para relacionarse con los otros países. En cambio, con Joe Biden, sin ser blando, la “vuelta a la normalidad” en el trato a sus aliados, en las formas al menos, constituyen un aspecto de suma importancia para reconstruir el papel de Estados Unidos en el mundo. “America is Back, indeed”.


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La relación entre López Obrador y Joe Biden

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La entrevista de López Obrador con Joe Biden no tuvo el tono de un encuentro, ni tampoco las resoluciones que esperaba el gobierno mexicano; AMLO iba por dos acuerdos de efecto inmediato; iba por el anuncio de un programa bracero y por un préstamo de vacunas de Pfizer, farmacéutica con la que México tiene un contrato de compra que no surtirá hasta que cumpla con el pedido del que Biden no cede ni una ampolleta.

La agenda de Biden con México es parte de lo que es su prioridad en política exterior, que es impedir el fortalecimiento de China como potencia que ya desafía la hegemonía estadounidense; Washington se opondrá con todas las armas a la hegemonía que ya ejerce China en el hemisferio oriental, y utilizará desde la guerra económica, tecnológica, cibernética y eventualmente, la militar.

Es el proceso más importante de los acomodos geopolíticos contemporáneos. La única diferencia entre Trump y Biden son los modos; la anomalía fue Trump. Biden, después de más de tres décadas de carrera senatorial bastante gris, llegó a la presidencia apoyado por los principales medios de comunicación y corporaciones transnacionales para re-institucionalizar el poder y defender los intereses imperiales.

No hay que olvidar que, a pesar de su brutalidad, Trump es el único presidente estadounidense de los últimos cuarenta años que no metió a su país en una nueva guerra, mientras que Biden, a poco más de un mes de su investidura, ordenó el jueves 25 de febrero atacar lugares en Siria contra grupos chiíes.

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Imagen: Pablo Temes.

En la lucha de Estados Unidos por su hegemonía, Biden necesita alianzas seguras, no negociables. Del gobierno mexicano debe interesarle, entre el poliedro de asuntos, que mantenga la estabilidad social, que afirme la institucionalidad jurídica como garantía de un ambiente de libre inversión, y que contribuya a la competitividad de la región norteamericana, para lo cual la administración Biden habla de revisar el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), no para renegociarlo sino para asegurar su cumplimiento.

La estabilidad social tiene que ver con la aceptación ciudadana del gobierno; la popularidad de López Obrador sigue muy alta: 64% aprueba su gestión, según encuesta domiciliaria (El Universal, 2/02/2021), lo que eventualmente se pondrá a prueba como capital político cuando el descontento social por la caída del empleo y de los ingresos de todos los sectores sociales, deba ser gestionado para evitar que se desborde en revueltas violentas y alteración del orden social.

En lo tocante a las garantías a las inversiones privadas, el Departamento de Estado del gobierno de Biden no se detuvo en miramientos protocolarios al hacer públicas, en nombre de corporaciones privadas, las “preocupaciones” por los intereses de estadounidenses en el sector energético, preocupaciones relacionadas con la reforma eléctrica (aprobada el pasado 2 de marzo por el Senado, sin modificaciones) y el empeño puesto por el gobierno mexicano en revisar y renegociar contratos en ése y otros sectores.

El T-MEC ya está negociado, pero Estados Unidos necesita asegurar que el gobierno propicie espacios de inversión y la eficacia de las cadenas de suministro de insumos a la planta productiva estadounidense que ofrecen maquiladoras y proveedores en México.

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Imagen: Nerilicón.

Biden enfatiza que el T-MEC debe propiciar un desarrollo más incluyente en los dos países; el comunicado del encuentro consigna el compromiso con “un desarrollo económico equitativo y sostenible”. Como punta de lanza están las reglas de origen del sector automotriz que se vigilarán estrechamente.

Recordemos que cada coche que se exporte a Estados Unidos desde México debe tener un contenido de 75% producido en cualquiera de los tres países, y al menos el 40% del valor del vehículo deben haberlo manufacturado trabajadores que ganen 16 dólares la hora, o más.

Tales reglas de origen implican una reestructura del mercado laboral mexicano, regulado por normas que efectivamente liberen a los trabajadores o sus organizaciones para hacer valer sus derechos ante las empresas, que podrán responder en la medida de su eficiencia productiva, y las que no puedan, dejarán espacios para inversiones tecnológicamente más aptas que se originen en la región.

La cooperación contra el cambio climático es la segunda prioridad en política exterior del gobierno de Biden, cosa muy alentadora en esa materia, pero que obligará a AMLO a promover una eficiencia energética que, por supuesto, no ofrecen los hidrocarburos.


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Retoma EU estrategia de fuerza ante Irán

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Esta semana el gobierno de Estados Unidos reiteró sus intenciones de retomar las negociaciones con Irán en beneficio del Acuerdo Nuclear, luego de ambos países abandonaran el tratado en 2018.

Luego de una semana convulsa, donde Estados Unidos respondió con ofensivas militares a milicias iranís en suelo sirio, esto, luego de que Irán arremetiese contra bases donde se albergaban tropas estadounidenses en Irak. 

Además, a estos acontecimientos se suma un nuevo ataque con misiles este miércoles a una base aérea estadounidense en coalición con Irak con 10 mísiles, ataque del cual ningún grupo se ha hecho responsable hasta el momento

Este clima conflictivo rodea a las negociaciones de un Acuerdo fundamental en materia de seguridad mundial porque, desde que se desechó el contrato, Irán aumentó su enriquecimiento de uranio para fabricar armas nucleares hasta un 4,5%, 14 veces más del límite permitido. 

Bajo todo este contexto, el gobierno de Irán empezó a limitar las inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) luego de incumplir las regulaciones acordadas en enriquecimiento de uranio que darían paso a la flexibilización de las sanciones económicas

Estados Unidos ha reiterado que no levantará las sanciones económicas contra Irán a menos que el país islámico se sienta a negociar la reintegración al Acuerdo Nuclear, pero se muestra ¨abierto al diálogo¨ para cooperar y llegar a un punto en común.

Por su parte el presidente iraní, Hasán Rohaní aseguró que no observa un paso serio por parte del gobierno estadounidense para llegar a un acuerdo en este sentido, haciendo referencia al levantamiento de sanciones.

Irán exige acciones, no confía en las palabras

Negociaciones conflictivas entre Estados Unidos e Irán
Fotografía: EFE

El presidente de Irán fue tajante con sus declaraciones entorno a las negociaciones del Acuerdo Nuclear con Estados Unidos, Rohaní apuntó a que las palabras no son suficientes, sino las acciones.

¨A día de hoy, el tono de la nueva administración estadounidense ha cambiado un poco y ha reconocido los errores de la administración anterior… pero las palabras no son suficientes, son necesarias acciones¨, sostuvo el mandatario iraní. 

Por su parte el portavoz del gobierno de la nación islámica, Alí Rabií amenazó que Teherán podrá revisar si existe cooperación entre la OIEA y el gobierno de Estados Unidos con el objetivo de perjudicar a Irán.

El funcionario tachó de ¨retórica hipócrita e inaceptable¨ el diálogo propuesto por Estados Unidos. 

Habrá que seguir muy de cerca las convulsas negociaciones entre ambos gobiernos, porque para la administración Biden es fundamental acordar con el gobierno de Irán en materia nuclear, alguno tendrá que ceder ante la exigencia del otro, veremos quien tiene el mayor pulso para imponer su posición

Un primer encuentro cordial y amistoso entre AMLO y Biden

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Estados Unidos tratará a México como un igual, así lo expresó Joe Biden en la reunión virtual que sostuvo con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ambos mandatarios acordaron trabajar en conjunto por Norteamérica.

En este primer encuentro, de acuerdo con las imágenes que se pudieron ver de la transmisión, ambos dirigentes se mostraron políticamente correctos, con elogios mutuos y palabras de aprecio entre ambos.

Por su parte, Joe Biden expresó que, desde la administración de Obama, en la que sirvió como vicepresidente, siempre se trató de ver a México como un igual y no como un país al sur de la frontera, a pesar de que históricamente no siempre han tenido buena relación ambas naciones.

Un primer encuentro cordial y amistoso entre AMLO y Biden
Fotografía: Gobierno de México

El presidente estadounidense resaltó que México y Estados Unidos son más fuertes estando unidos y apuntó que las decisiones que se tomen en México y su progreso impacta en el hemisferio

Por su parte, AMLO apuntó a tener buenas relaciones entre ambos países fundamentados en el respeto mutuo, destacó la importancia de poder dialogar sobre asuntos internacionales y detalló que observa voluntad desde el gobierno de Biden para mantener buenos lazos.

Un aspecto pintoresco en las palabras que sostuvieron frente a los medios ambos dirigentes fue cuando AMLO recordó la frase de Porfirio Díaz ¨Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos¨.

Acto seguido el presidente de México aseguró que hoy puede decir: ¨Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos¨, Biden al escuchar la traducción no hizo más que esbozar una sonrisa en su rostro que se borró en pocos segundos. 

¿Quién salió mejor posicionado del encuentro? 

Un primer encuentro cordial y amistoso entre AMLO y Biden
Fotografía: Anna Moneymaker/The New York Times/Bloomberg

En la declaración conjunta se observan los diversos acuerdos a los que llegaron durante esta conversación virtual, ambos mandatarios se mostraron bastante accesibles al momento de negociar.

Uno de los temas principales fue la atención a la pandemia, en este punto se acordó profundizar las mejoras en el sector de salud pública, intercambio de información que ayude a la cooperación económica.

En ese sentido, reafirmaron la importancia del T-MEC para generar oportunidades laborales y prevenir el trabajo forzado, ya AMLO previamente destacó que a ambos países no sólo los une la geografía sino la relación económica y comercial

Para el gobierno de México era importante poder confirmar el compromiso de Estados Unidos con el T-MEC especialmente por el aspecto económico, un punto importante para el desarrollo de nuestro país en este año.

También, como era de esperarse, se abordó el tema del cambio climático, a pesar de que Estados Unidos es una de las naciones más contaminantes, para la administración Biden es un tema fundamental que pondrá en marcha y presionará a sus aliados a guiarse bajo esta dinámica.

En el documento se precisa que ambos presidentes destacaron la importancia de enfrentar la crisis climática, además reconocieron los beneficios de reducir los efectos de gases invernadero en el corto plazo.

En ese sentido, AMLO se negó a retroceder con la Reforma Eléctrica que se aprobó la semana pasada

Otro de los temas fue el de migración, en el cual acordaron impulsar políticas donde se le reconozca la dignidad de las personas migrantes, además de desarrollar vías legales para una migración ordenada.

Destacaron la relevancia de impulsar la zona sur de México y del Triángulo Norte de Centroamérica y resaltaron las contribuciones de personas migrantes para la fortaleza económica.

Aspectos que no pueden pasar aislados

Un primer encuentro cordial y amistoso entre AMLO y Biden
Fotografía: Anna Moneymaker/The New York Times/Bloomberg via Getty Images

Temprano, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki aseguró que el gobierno de Estados Unidos no compartirá vacunas con México ya que la prioridad es inmunizar a la población de la unión americana.

Pero, tras la comparecencia en medios Biden aseguró que iban a discutir del tema en la reunión virtual, AMLO, de acuerdo con la revista Proceso, ya le había pedido a Estados Unidos vacunas para acelerar el plan de vacunación en el país.

De momento, en la Declaración Conjunta no se detalló sobre la posibilidad de compartir vacunas. 

Otro aspecto importante es la presencia de Roberta Jacobson en la reunión quien es coordinadora de los asuntos de seguridad en la frontera sur, Jacobson fue una de las figuras demócratas que criticó fuertemente la visita de AMLO a Washington en medio de la campaña presidencial estadounidense

La exembajadora expresó, en una entrevista con Carlos Loret de Mola, que el partido demócrata tomaría mal esa reunión y la apuntarían para futuras conversaciones. 

Tal parece que aquel hecho no influyó mucho en la discusión, como lo explicó la titular de la Secretaría de Economía, Tatiana Clouthier quien, a través de su cuenta de Twitter, expresó que la reunión fue muy productiva y nos permitió reafirmar lazos de amistad entre nuestros países.

Asimismo lo sostuvo AMLO, quien destacó que el encuentro fue amistoso y por el bien de ambos pueblos.

El resultado final podríamos decir que no favoreció por completo a un solo bando, ambos entienden la importancia del otro en la relación y hubiese sido contraproducente resaltar las diferencias por sobre los puntos en común, como ocurrió durante toda la administración Trump.

Biden-AMLO: ‘cartas y músculo’ en la mesa

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Este lunes se reunirán de forma virtual el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, después de un mes de la primera conversación oficial cuando el mandatario estadounidense asumió su cargo, un encuentro que será fundamental de cara al futuro de la relación bilateral entre ambas naciones.

De acuerdo con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard los temas a abordar en esta reunión bilateral serán el apoyo mutuo frente a la pandemia, migración, cambio climático y recuperación económica.

Todos son temas, a excepción del migratorio, en que ambos dirigentes tienen visiones diferentes, y en el caso mexicano hasta de retroceso con el gobierno de la llamada 4T.

Mientras AMLO critica abiertamente a las naciones que acaparan las vacunas contra el COVID-19, Estados Unidos adquiere cada vez más dosis para poder inmunizar a 300 millones de estadounidenses para finales de julio, según palabras de Biden.

Esta semana se reunieron el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau y Biden para cooperar en conjunto en medidas que ayuden a reducir los gases de efecto invernadero que estén acorde a la meta de tener cero emisiones para 2050.

En México, ese día, se aprobó en lo general la reforma eléctrica presentada por AMLO para que la CFE no esté obligada a comprar en subastas la energía que producen empresas privadas, sino que se priorice la infraestructura estatal, a pesar de las advertencias que explican que esto traería efectos negativos al medio ambiente, pues producirá energía eléctrica mediante el uso de combustóleo (altamente contaminante) y carbón, principalmente. Además, de que los compromisos del Acuerdo de París, en el que México se comprometió a elevar la generación de energías limpias, se encuentra estancado, pues se ha preferido el uso de combustibles fósiles a las energías renovables.

En temas económicos faltaría ver cómo avanza las finanzas públicas hasta el primer trimestre del año para poder hacer un análisis de hacia dónde vamos, pero es ineludible que nuestro presente económico no es el mejor.

Las consecuencias económicas pudieron haber sido peores sin la industria manufacturera y la relación comercial con Estados Unidos

¿Qué están dispuestos a ceder ambos mandatarios?

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Fotografía: CNN.

Abordemos el tema energético que, seguramente después del tópico de la pandemia, será el más discutidos entre ambos mandatarios por sus diferencias en políticas enfocadas hacia este sentido.

AMLO ya expresó en la conferencia matutina del viernes pasado que Estados Unidos debe respetar la reformas eléctrica y que no debería entrometerse en asuntos que tengan que ver exclusivamente con México. Biden, lógicamente, tratará de persuadir a AMLO en su búsqueda de que pueda matizar un poco esta Reforma con el objetivo de que afecte lo menos posible al ambiente y al negocio de empresas estadounidenses en México del sector energético, porque esa fue una de sus promesas de campaña de mayor peso, el cambio climático.

El gobierno de México, por su parte, sigue empecinado en una economía enfocada en la quema de combustibles fósiles como vía para sacar a la gente de la pobreza, además de que su campaña está enfocada en un mensaje nacionalista que acompaña con sus políticas.

Estamos en épocas electorales, las más grandes de la historia de nuestro país, y si hay un rubro en donde el gobierno ha sido fuertemente criticado es por la incertidumbre en la vacunación debido a que las entregas de dosis han sido muy inconsistentes y afectaron al proceso.

Si hay algo que hoy le sobra a Estados Unidos son vacunas contra el COVID-19, de acuerdo con Proceso en una conversación entre ambos mandatarios, AMLO le solicitó a Biden ayuda en este tema, pero el demócrata dio una respuesta negativa.

No sonaría descabellado llegar a un acuerdo entre estas dos necesidades de ambos gobiernos, recordemos que, cuando AMLO visitó a Trump en Estados Unidos en medio de la campaña electoral, el exgobernador priista de Chihuahua César Duarte fue detenido en Florida, en ocasiones así funciona la política

Atacar el tráfico de armas para atender las causas migratorias 

Reunión entre Biden y AMLO, un encuentro vital de cara al futuro de la relación bilateral
Fotografía: CNN En Español

Uno de los temas fundamentales podría ser el de atención de causas de migración, una de las razones por las que mexicanos emigran a Estados Unidos, más allá de las precariedades económicas, es la alta violencia producida por el crimen organizado.

Ese crimen organizado que se abastece de armamento gracias al tráfico que hay en la frontera norte, podrían priorizar este rubro y, aprovechando que los demócratas cuentan con la mayoría en ambas Cámaras del Congreso, generar cambios sustanciales que colaborarían con el ataque al crimen organizado y la atención al tema migratorio. 

Esto favorecería a México y Biden sacaría una importante victoria en la opinión pública, ya que gran parte de los estadounidenses, incluyendo sectores de conservadores, están de acuerdo con restricciones al acceso de armas, además de ser un tema ampliamente discutido en la unión americana.

De aprobarse una restricción de acceso y portación de armas, ayudaría a disminuir el trafico que viene de el país vecino a nuestra nación y que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, fueron más de 2,5 millones de armas de fuego las que entraron a México en la última década

La recuperación económica, una posición nada favorable para México

Reunión entre Biden y AMLO, un encuentro vital de cara al futuro de la relación bilateral
Fotografía: altonivel.com

En el tema de la recuperación económica, México no está en la mejor posición posible, el arrastre de dos años en decrecimiento con respecto al PIB, millones de desempleos y cada vez más personas entran a la pobreza.

En este sentido el gobierno de México deberá ceder más, ya que la relación comercial con Estados Unidos es vital en términos económicos, desarrollo y avances tecnológicos para nuestro país, no se puede prescindir tan fácil de ella en tiempos tan difíciles.

El presidente deberá dejar de lado sus diferencias con el sector privado y trasnacionales para poder mantener una estabilidad económica y que México pueda seguir generando fuentes de empleos, especialmente a aquellos que lo perdieron durante la pandemia.

Tampoco puede dejar pasar las señales que está recibiendo, una de ellas podría ser la salida de JP Morgan del país, el banco de inversión estadounidense cerrará sus oficinas en México.

Se especula que la decisión se deba a las limitantes que el gobierno ha interpuesto a la inversión privada y las alarmas que se encienden a causa de políticas públicas, como por ejemplo la iniciativa de querer prohibir la subcontratación.

AMLO, en diversas oportunidades, no le ha prestado atención al PIB, si bien especula todos los años cuanto cree que crecerá el país, no es un dato al que le ponga especial énfasis, debido a que, según él, no mide ni el bienestar ni la felicidad

En este rubro, México deberá ceder más ante las exigencias estadounidenses para poder salvaguardar la estabilidad económica, aún así el gobierno puede interferir para evitar que se cometan abusos contra los trabajadores.

Esto lo deberá hacer sustentado en pruebas y no como un ataque ideológico para mostrarse como autoridad moral ante la población.

¿Cómo afectará la relación en el futuro?

Un punto para tener en consideración es que, el mandato de ambos presidentes terminará en 2024 así que las decisiones de ambos afectarán en los gobiernos de sus predecesores, en caso de que Biden no busque la reelección.

Ambos tienen la oportunidad de salir favorecidos de este encuentro y mejorar la posición de sus gobiernos ante la opinión pública, y dejar varios acuerdos a largo plazo que beneficien a ambas naciones en esta compleja relación.

Lo que sí es cierto es que esta reunión será el punto de partido de cuatro años fundamentales y dictaminará la dinámica del futuro de la relación más importante de América.

Trump demandado; demócratas buscan una nueva forma de inhabilitarlo

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La semana pasada sobresalía la demanda interpuesta personalmente por el representante demócrata por el estado de Mississippi, Bennie Thompson acusando al expresidente Donald Trump y a su exrepresentante legal Rudy Giuliani por conspirar con grupos extremista y la irrupción al Capitolio el 6 de enero.

Luego del fracaso del partido en el poder en Estados Unidos en sus intentos de enjuiciar políticamente a Donald Trump por segunda ocasión, sólo pudieron conseguir el voto de siete republicanos y el exmandatario quedó absuelto

Ahora buscan, desde otras instancias legales, hacer todo lo posible para que Trump no pueda participar en el proceso electoral de 2024, como se especula haría el republicano. 

En la denuncia se cita la Ley de derechos civiles de Estados Unidos, la cual fue redactada después de la guerra civil con el propósito de proteger a la población afroamericana en los estados confederados quienes eran víctimas de abusos por parte del Ku Klux Klan. 

La argumentación de Thompson, al igual que la del partido demócrata durante todo el proceso de impeachment, es que Trump es responsable del asalto al Capitolio por las palabras que dio en su discurso a las afueras de la Casa Blanca aquel día.

De proceder la demanda significaría que tanto Trump como testigos del acontecimiento deberán de presentar pruebas para que se pueda hacer un dictamen, lo que abre un abanico de nuevas posibilidades a las cuales no se dieron espacio en el proceso llevado a cabo en el Congreso.

La demanda pudo haber sido incitada por un republicano 

Trump demandado, los demócratas buscan una nueva forma de inhabilitarlo

Fotografía: Samuel Corum/Getty Images

Lo llamativo de esto es que la demanda pudo haber sido provocada por el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell quien, tras votar por absolver a Trump, dijo el expresidente era culpable de los acontecimientos, pero no podía ser juzgado por esa vía ya que ahora es un ciudadano más. 

¨Tenemos un sistema de justicia penal en este país, tenemos litigios civiles… y los expresidentes no son inmunes a rendir cuentas ante ninguno de los dos¨, sostuvo McConnell luego de la votación. 

Pero podemos entender este mensaje como una invitación por parte del partido republicano a que los demócratas sí lleven la demanda a otras instancias donde Trump pueda terminas siendo condenado.

Los republicanos no pueden hacer esto por ellos mismos porque entiende que Trump sigue siendo la figura máxima de su partido para los votantes, la población republicana en Estados Unidos, en su mayoría, hoy se amparan bajo la figura del expresidente y no del partido.

Que el partido republicano se muestre en contra de Trump, primero probaría que se equivocaron al permitirle ser su candidato a presidente en 106, y que su gobierno falló, además el costo político sería incalculable de cara a la preparación de la campaña a las elecciones intermedias. 

De ser condenado Trump, los republicanos podrán hacer uso del suceso para trabajar en reconstruirse a partir de la imagen del partido y el conjunto que lo representa más allá de esperanzarse en un personaje.

Una apuesta que podría resultar contraproducente 

Trump demandado, los demócratas buscan una nueva forma de inhabilitarlo

Fotografía: Alex Wong/Getty Images

Los demócratas siguen desesperados en querer eliminar a Trump de la vida política del país porque, en el fondo, entienden que sigue siendo un peligro y que tendría muchas posibilidades de ganar una contienda electoral en el futuro.

Pero es un intento arriesgado porque, mientras todo esto ocurre, el partido en el poder, tal vez de forma inconsciente, le sigue dando vida a la figura Trump en la agenda pública, algo que ya se lo había quitado las redes sociales como Twitter.

Esta dinámica, además, sigue dando pie a que simpatizantes de Trump lo martiricen y crean en teorías que suponen que existe una élite que impide gobernar al republicano. 

De fracasar o no este proceso legal, los demócratas tendrán que enfocarse, principalmente, en su administración porque fueron elegidos bajo una inmensa responsabilidad, donde entran labores de reunificar a un país tan dividido y polarizado, lucha contra el racismo sistemático y borrar la mala imagen que Trump creó del país.

Las expectativas son muy altas, como grandes pueden ser las decepciones y el partido demócrata puede ser señalado históricamente como aquel que no pudo hacerse cargo de uno de los momentos más importantes de la historia reciente de Estados Unidos.

Próximo lunes AMLO y Biden sostienen su primera reunión bilateral virtual

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Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y Joe Biden, su homólogo en Estados Unidos, sostendrán su primera reunión bilateral el próximo lunes 1 de marzo. No obstante, el formato del encuentro será virtual.

Por medio de su cuenta oficial de Twitter, Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), calificó el hecho como una “nueva etapa de cooperación”. En este sentido, señaló que se abordarán temas como la pandemia de COVID-19, las causas estructurales de la migración, la acción climática y la crisis económica.

“Próximo lunes 1o de marzo se llevará a cabo la primera reunión bilateral de los presidentes de México Andrés Manuel López Obrador y de los Estados Unidos, Joe Biden. Estaré informando temas y participantes de ambos gobiernos. Una nueva etapa de cooperación se inicia”, escribió el canciller.

Cabe señalar que la reunión del lunes se suma al que hoy sostuvo Marcelo Ebrard con Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos. Un encuentro enfocado en la política migratoria.