Enero del 2021 no fue un mes más en la historia de Estados Unidos, la irrupción al Capitolio la primera semana, las constantes amenazas de más protestas advertidas por el FBI, el juicio político a Trump y la inauguración de un nuevo gobierno.
Todo daba indicios de ser un año convulso, teniendo en cuenta que Trump no aceptaba el resultado de los comicios de noviembre pasado.
Si bien es cierto que, hasta el momento, no se ha presentado ningún evento violento de las magnitudes de lo que ocurrió en el Capitolio, el día de la inauguración de Joe Biden sí hubo un par de protestas, pero no en la capital estadounidense.
El día de toma de posesión de Joe Biden hubo una serie de protestas en el estado de Washington en las ciudades de Portland y Seattle por parte de grupos de izquierda en contra de la discriminación racial.
Los manifestantes en Portland llevaban consigo pancartas anti-Biden y anti-policías, el disturbio terminó en vandalismo contra la sede del Partido Demócrata, el cual terminó con varias ventanas rotas.
Los ´Antifa´ (antifascistas) como se les conoce, también generaron daños al edificio del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Las fuerzas policiales locales usaron gas lacrimógeno para poder dispersar la manifestación y los cerca de 200 protestantes se dieron a la fuga, pero 15 de ellos fueron arrestados horas después.
La policía local publicó las fotografías de los detenidos y las armas que portaban, de las cuales se destacan bombas caseras, cuchillos, porras, entre otras.
Biden en silencio
El presidente Biden no habló de este tema durante sus primeros cinco días como presidente, fue hasta el lunes de esta semana que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki condenó los actos violentos.
¨Las protestas pacíficas son una piedra angular de nuestra democracia, pero romper ventanas no es protestar ni saquear, y acciones como estas son totalmente inaceptables”, explicó la secretaria.
Psaki dijo que el presidente Biden también condenaba los actos de violencia y cualquier violencia de ¨forma enérgica¨.
La paz y la calma parecen volver a Estados Unidos a una semana del inicio de gobierno de Joe Biden, pero todavía queda mucho camino que recorrer y la unidad del país sigue en juego.
¿Dónde está Trump?
Desde que abandonó la Casa Blanca y se dirigió a su club privado en Florida sin estar presente en la toma de posesión de Biden, Trump ha estado sin salir a dar una declaración pública.
Muchos podrán argumentar que se debe al cierre de su cuenta en Twitter, la principal red social que usaba el expresidente para mandar mensajes a su población.
Pero Trump volvió a estar en el radar de la política estadounidense tras su reunión con el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
La reunión tuvo lugar en el club privado de Trump en Mar-a-Lago, el tema principal a tratar fue las elecciones intermedias de 2022 en la que los republicanos buscarán quitarle la mayoría a los demócratas.
McCarthy, quien fue uno de los que apoyó a Trump en sus reclamos de un supuesto fraude electoral, se distanció del expresidente luego de haber incitado la irrupción en el Capitolio, pero al volverse a ver, afirmó ¨La popularidad del presidente Trump nunca ha sido más fuerte que ahora¨.
Luego de la reunión, McCarthy emitió un comunicado que publicó en su cuenta de Twitter, donde remarca los logos alcanzados en la administración de Trump y afirma que él ayudará a escoger los candidatos republicanos para las elecciones de 2022.
¨Hoy, el presidente Trump se comprometió a ayudar a elegir a los republicanos en la Cámara y el Senado en 2022. Una mayoría republicana escuchará a nuestros compatriotas estadounidenses y resolverá los desafíos que enfrenta nuestra nación¨, dice en el comunicado.
Es importante recordar que Trump tendrá que pasar por un segundo juicio político y de proceder, no podrá formar parte de ningún proceso político de por vida.