Mientras que el consumo en loncherías se ha incrementado, dejando de lado opciones como restaurantes, comprar en estos lugares es más costoso por el incremento en los productos estacionales.
Ciudad de México.- El consumo en loncherías es más costoso en México debido a la alza en la inflación y a un mayor consumo en ellos.
La inflación reportada este viernes mostró un crecimiento, sin embargo, mientras que el precio del jitomate aumentó, el del pollo registró una baja, aunque el de productos como loncherías tuvo un incremento de 0.47% de variación mensual, superando la registrada por restaurantes de 0.28%.
Debido a esto, lugares como loncherías, fondas, torterías o taquerías han tenido un incremento en sus precios superando al que los restaurantes han hecho en sus menús, a pesar de que el incremento en el consumo de los primeros lugares mencionados, rebasa al de los restaurantes.
“Lo que se refiere al rubro de lonchería, pues tiene que ver con una mayor demanda de personas que comen fuera de su casa y que es un fenómeno de sustitución de un bien por otro”, explica en entrevista telefónica a EL SEMANARIO, el doctor Raymundo Tenorio, director de la carrera de Economía en la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
En este sentido, Tenorio refiere como este fenómeno, el de mayor consumo en loncherías, deprecia el consumo en restaurantes, los precios de los insumos para preparar alimentos son los que van a aumentar su costo.
“El valor que se sumó por simplemente la comercialización de esos bienes primarios, al inventario en loncherías o restaurantes, va a tener un incremento por el alza en las materias primas”, detalla.
Y es que de acuerdo al semáforo agroalimentario publicado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, productos como la milanesa tuvieron un incremento en su precio comparado con 2014 de 23.4%, por lo que en la semana del 27 al 31 de julio costó 139.99 pesos el kilo.
El jitomate, por ejemplo, con datos del semáforo, se incrementó en su precio al consumidor, comparado con 2014 en 36.7%.
El precio al consumidor, por ejemplo, del azúcar refinada, se incrementó comparado con 2014 en 3.5%, teniendo un precio en la semana del 27 al 31 de julio de 15.54, cuando venía (20-24 de julio) de tener un precio de 15.14 pesos.
Por Octavio N. Cervantes.