En los últimos días, Gabriel García Márquez se ha posicionado nuevamente en los temas de conversación y ha vuelto a ocupar un lugar en los diarios, pues se reveló que fue espiado durante 24 años por el FBI.
Ciudad de México (elsemanario.com).- El diario The Washington Post aseguró que Gabriel García Márquez fue espiado por el Buro Federal de Investigaciones durante 24 años; lo anterior se basa en archivos desclasificados del FBI.
Pero, ¿a qué responde esto?
Entre las razones que pudieron haber llamado la atención del gobierno estadounidense, tenemos el acercamiento que García Márquez tuvo con Fidel Castro. Sin embargo, el acercamiento de El Gabo hacia la figura de Castro fue como el que tuvo con muchas figuras políticas cercanas al poder; lo mismo podemos ver fotos del escritor junto al comandante como lo podemos ver junto a Carlos Salinas de Gortari; al lado de ambos personajes, se puede ver al escritor siempre sonriente.
Aunque según The Washington Post el FBI liberó 137 páginas de la investigación que realizó donde el Premio Nobel fue espiado desde 1961, año en había llegado, a la edad de 33, a trabajar en Prensa Latina, la agencia de noticias cubana situada en Nueva York. Edgar J. Hoover, en aquel entonces cerebro creador del FBI, fue quien ordenó darle seguimiento al autor de grandes obras.
Nuevamente, esta historia se vuelve a situar dentro del contexto específico de la batalla cultural e ideológica librada por Estados Unidos y la URSS: la Guerra Fría.
Las secuelas de la Guerra Fría se dieron incluso hasta los años 70 y 80, por lo que varios profesionales e intelectuales fuimos espiados y seguidos, y nuestras conversaciones interceptadas permanentemente”.
La opinión de la periodista colombiana Olga Behar, que detalla la existencia de una persecución a todo lo que se inclinara a la izquierda.
Otra opinión ubicada hacia el mismo horizonte tiene que ver con Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y amigo cercano del también periodista:
No se extrañen de que a Gabo lo hayan espiado no sólo los gringos sino también las agencias de México, Colombia y Cuba”.
Por otra parte, Alberto Salcedo Ramos, periodista, habría mencionado que Gabo
Tenía sus vínculos con Cuba desde hacía rato, por lo cual no es de extrañar la orden del FBI para que fuera espiado”.
Aunado a lo anterior, agregaría que el literato era también un hombre transparente y próximo a muchos políticos aunque “sin ningún interés de tipo militar”, también argumentando que García Márquez tenía una atracción muy fuerte por la figura del poder: una del tipo literario que finalmente le habría ayudado al Nobel a desarrollar mejor sus personajes:
Pienso que como es uno de los temas centrales en su obra, Gabo usaba esa aproximación como un laboratorio de creación”.
El tema del poder y Gabo es uno de los que ha ganado mayor terreno en los últimos tiempos. Si para algunas mentes y voces Gabriel García Márquez tenía una extraña fascinación por el poder, ahora, ese supuesto, ha generado otra fascinación para quienes analizan la vida del escritor colombiano.
No es que García Márquez se acercara al poder, el poder se acercaba a él”,
Es como Carlos Salinas de Gortari habría expresado lo que pasaba con el creador literario.
El presidente Clinton me hizo una llamada para saber qué estaba ocurriendo en Cuba. Fue un domingo. Mi primer reacción fue que si voy a tratar de saber qué pasa en Cuba, el mejor conducto es Gabriel García Márquez. Le llamé por teléfono y Gabo salió manejando su carro deportivo, no voy a decir la marca, por un camino que no conocía, pero dijo que nunca había llegado tan rápido, porque todo el mundo le habría el paso. Tuve el honor de participar con él en esa circunstancia que permitió un diálogo entre el presidente Clinton y el presidente Castro. De ese tamaño era la dimensión de García Márquez en otro terreno que no era el de las letras. Aquí su participación fue trascendente”.
García Márquez habría sido el lazo comunicativo entre Bill Clinton y el Comandante Castro, entre el 94 y el 98, en medio de la Crisis de los Balseros, donde según Carlos Salinas de Gortari, el escritor tuvo una buena intervención.
Y así, Gabriel García Márquez se acercó al Poder
En su escrito “Sobre la violencia”, la filosofa Hannah Arendt se dedica a separar el poder de la violencia, defidiendo al poder como aquella fuerza que “corresponde a la capacidad humana no sólo actuar sino de actuar en concierto. El poder no es nunca una propiedad de un individuo; pertenece al grupo y existe sólo mientras éste no se desintegra”.
El concepto de Arendt bordea y evita la concepción unitaria de mando y deja claro que Poder no es algo que se almacene en una sola persona. Y lo más interesante es, justo, que para Arendt el Poder no es Violencia.
Esa es quizá la misma visión que tuvo Gabriel García Márquez y por ello su acercamiento, su laboratorio y su entendimiento sobre el tema.
“En el tercer viaje, a bordo del bote de vapor, como él lo llamaba, la emancipación estaba ya concluida, pero su sueño casi maniático de la integración continental empezaba a desbaratarse en pedazos. En aquél, su último viaje, el sueño estaba ya liquidado, pero sobrevivía resumido en una sola frase que él repetía sin cansancio: “Nuestros enemigos tendrán todas las ventajas mientras no unifiquemos el gobierno de América””.
El General en su Laberinto – Gabriel García Márquez
