Según los primeros resultados de un estudio, realizado en los Estados Unidos, ratas de laboratorios expuestas a las emisiones emitidas por los teléfonos celulares son propensas a desarrollar tumores cerebrales y de corazón.
La investigación fue llevada a cabo por el Programa Nacional de Toxicología y mediante el mismo se buscó establecer una conexión entre el uso de celulares y el cáncer informó Bloomberg.
Los científicos identificaron dos tipos de tumores, uno en el cerebro y el otro en el corazón, entre algunas ratas de género masculino expuestas a la radiación de radiofrecuencia (RFR), similar a los niveles usados por la industria de telecomunicaciones, detalló el documento publicado en la página web del instituto.
Según los investigadores, “los resultados parecen respaldar las conclusiones de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, acerca del posible potencial cancerígeno de la RFR”.
En el informe sostienen que “tomando en cuenta el uso global de la comunicación móvil entre usuarios de todas las edades, incluso un aumento muy pequeño en la incidencia de enfermedades provocadas por la exposición a la RFR podría tener amplias implicaciones para la salud pública”.
Por su parte Bernard J. Feldman, científico de la Universidad de Missouri St. Louis y parte del equipo de investigadores, señaló que las neuronas que rodean el cerebro y el corazón forman circuitos eléctricos cerrados y, según la ley de inducción electromagnética de Faraday, la radiofrecuencia de 900 MHz induce en estos circuitos neuronales corrientes eléctricas de 900 MHz.
“Estas corrientes podrían generar calor en las células neurales aumentando la temperatura de estas, así como de otras células a su alrededor, y alterando la concentración de equilibrio de radicales cancerígenos hasta niveles más altos, llevando a una mayor incidencia de cáncer”, agregó Feldman.
No obstante, el científico indicó que los resultados del estudio no demuestran que la incidencia de cáncer en humanos por radiación proveniente de móviles sea más grande que en ratas, ya que estos animales no son nuestros análogos, y no hay correlación entre algunas enfermedades detectadas en ellos con las de humanos.
Además, en el marco del experimento las ratas fueron expuestas a radiación durante nueve horas al día hasta su muerte, lo cual es mucho más que lo que afrontan las personas a diario.
