El gobierno japonés indicó que el año pasado el karoshi, término que hace referencia a la muerte por exceso de trabajo, alcanzó la cifra de 2.310 casos reconocidos.
Tokio, Japón.- Este fenómeno social es estudiado en el país del sol naciente desde 1987, a partir de ese año los familiares de la persona que fallecia por el exceso de trabajo podía exigir una compensación de cerca de 20 mil dólares por parte del gobierno y pagos de hasta un millón y medio de dólar por parte de la compañía, informó la BBC.
La información oficial indicó que en 2015 se produjeron 189 casos de karoshi: 96 ataques cardíacos y 93 suicidios por depresión o estrés.
Por su parte el Consejo Nacional en Defensa de las víctimas de Karoshi, cree que la verdadera cifra podría ascender hasta las 10.000 víctimas anuales.
Uno de los requerimientos que solicita el gobierno nipón para certificar un caso de fallecimiento como karoshi, es que la víctima debe de haber trabajado más de 100 horas extras en el mes anterior a su muerte o 80 en dos o más meses consecutivos de los últimos seis.
De acuerdo con un estudio, elaborado por The Japan Times, en el 10.8 por ciento de la empresas niponas sus empleados trabajan entre 80 y 100 horas mensuales extras, además de que otro 11.9 por ciento los conmina a laborar por más de 100 horas.
Para Richard Wokutch, profesor de gerencia en la Universidad Tecnológica de Virginia, el karoshi ya no es un problema exclusivamente japonés.
En China mueren al día unas 1.600 personas por guolaosi, término con el que es conocida la muerte por exceso de trabajo en ese país. “India, Corea del Sur, Taiwán y China están siguiendo los pasos que dio Japón en la posguerra hacía trabajar largas jornadas”, advirtió Wokutch.
En muchos países, parte del problema no es la cultura de trabajar duro, sino la necesidad de aparentar que lo estás haciendo. “Ahora se trata de hacer ver que llegas temprano y eres de los últimos en irte, aunque este comportamiento sea improductivo”, explicó el especialista.