Donald Trump advirtió durante el último debate presidencial que podría no aceptar los resultados de las elecciones de noviembre ¿podría haber fraude?
A poco más de tres semanas para que se lleven a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el republicano Donald Trump no sólo ha insinuado que es posible un fraude electoral, sino que también ha sugerido que podría no reconocer los resultados en caso de perder las elecciones.
Durante el tercer y último debate presidencial, el candidato republicano dijo que decidirá “en su momento”, si acepta un resultado desfavorable en los próximos comicios.
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“Lo diré en su momento. Voy a mantener el suspenso”, indicó Trump a la pregunta realizada por el moderador del debate, Chris Wallace, quien lo cuestionó sobre si aceptaría una eventual derrota en manos de Clinton, destaca Excélsior.
Las acusaciones de Trump
En las últimas semanas, el magnate de las bienes raíces ha reforzado el mensaje de que sólo podría perder en caso de un “fraude” que le robara la elección. Después de la filtración de audios comprometedores en los que denigra a las mujeres, el republicano ha insistido en que es posible que la elección resulte fraudulenta.
“En mi opinión, el único modo en que podríamos perder Pensilvania, y lo digo en serio, es si el fraude avanza”, dijo Trump en un acto de campaña reciente en Altoona, según rescata The New York Times.
El mismo medio destaca que las declaraciones de Trump están poco fundamentadas, ya que en Pensilvania, las encuestas indican que el republicano está muy por debajo de Clinton en las preferencias. Más significativo es que ningún republicano ha ganado en ese estado en unas elecciones presidenciales desde 1988.
¿Realmente puede haber fraude?
Aunque los señalamientos de Trump han incomodado a las autoridades electorales de Estados Unidos, lo cierto es que en la práctica resulta muy difíciles realizar un fraude electoral de grandes proporciones.
“El proceso electoral en Estados Unidos es altamente descentralizado”, explicó a la BBC, David King, profesor de la Escuela Kennedy de Gobierno de la Universidad de Harvard.
“No hay una elección federal, sino que el proceso se realiza en unos 70.000 distritos electorales distintos, por lo que resulta excepcionalmente difícil para cualquiera coordinar un fraude a través de estas jurisdicciones”, comentó el experto.
King no es el único que opina que es sumamente difícil que ocurra un fraude electoral en las elecciones de noviembre.
“Es imposible tener una elección presidencial fraudulenta en Estados Unidos. Eso requeriría un esfuerzo monumental y corromper diferentes capas de gobierno e individuos a nivel local”, asegura Brandon Rottinghaus, profesor del departamento de ciencia política en la Universidad de Houston, según rescata Univisión.
“Necesitarías tener la complacencia de jueces locales, observadores de partido haciéndose de la vista gorda, incluso ahí todavía tendrías que engañar a los abogados y administradores gubernamentales que vigilan el proceso”, agregó.
Leyes contra los fraudes
Y es que la normativa norteamericana, promovida en la mayoría de los casos por los estados republicanos, cuenta con candados para prevenir el fraude electoral. En muchos casos se ha limitado el voto de minorías como los afroamericanos e hispanos.
Es el caso de Carolina del Norte, donde una ley de votantes exigía que los electores presentaran una entre ocho formas de identificación, reducía el periodo de voto temprano de 17 a 10 días y eliminaba la práctica de preregistro, que permite que los jóvenes de 16 años se inscriban, aunque no puedan votar en la elección siguiente.
Por estos y otros puntos, la mayoría de los expertos concuerdan en que un escenario fraudulento sería sumamente difícil. Sin embargo, la retórica de Trump todavía podría tener efectos negativos, ya que muchos de sus seguidores se han convencido que se fragua un fraude electoral.
