Las Micro, Pequeñas y Medianas empresas, son un motor que impulsa la generación de empleos, utilizan los recursos de áreas rurales y urbanas, además de satisfacer las necesidades de la sociedad en materia de bienes y servicios.
Datos del INEGI señalan que de los 4 millones 15 mil unidades empresariales que existen en el país 99.8% son Pymes. Una parte de éstas empresas son de capital multinacional y se desarrollan dentro del sector formal de la economía. Las restantes se constituyen como un negocio familiar que se ha delegado a las nuevas generaciones, y de las cuales un porcentaje muy bajo contempla aspectos como la oportunidad del capital o la inversión para su crecimiento.
Para la economía nacional y local las Micro, Pequeñas y Medianas empresas (Mipymes), son un motor que impulsa la generación de empleos, utilizan los recursos de áreas rurales y urbanas, además de satisfacer las necesidades de la sociedad en materia de bienes y servicios.
Los especialistas colocan el desarrollo de las Pymes como uno de los pilares de la economía mexicana con un impacto positivo en materia de producción y generación de empleos.
De acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo, las Pymes mexicanas aportan el 52% de la Producción Bruta Total y generan 73% de los empleos que se traducen en 19 mil 600 millones de puestos laborales. Los beneficios sociales y económicos de las Pymes, se miden por su dinamismo y la posibilidad de crecimiento, ya que absorben una porción importante de la población económicamente activa, y su modo de operación puede adaptarse a las nuevas tecnologías. Al establecerse a lo largo del país, la contribución de las Mipymes al impulso del comercio local y regional multiplica sus beneficios, al explotar los recursos propios de cada entidad y traducirlos en ganancias. Sin embargo, este sector no reinvierte sus utilidades para la mejora de equipo o técnicas de producción y por su naturaleza carecen de personal especializado y capacitado, por lo que no ofrecen sueldos competitivos.
En algunos casos los controles de calidad son mínimos o inexistentes además de que carecen de financiamiento adecuado y oportuno. Por la importancia de las Mipymes es necesario mejorar el entorno económico y el apoyo directo a las empresas con instrumentos que generen las condiciones que contribuyan a su establecimiento, crecimiento y consolidación. En este aspecto la Secretaría de Economía a través de la Subsecretaría de la pequeña y mediana empresa ofrecen apoyos a la exportación a través del programa de oferta exportable Pyme, cuyo objetivo es impulsar y facilitar la incorporación y comercialización de éstas a la actividad exportadora para el fomento de la internacionalización de las empresas mexicanas. La consultora IQOM indicó que 33 mil pequeñas y medianas empresas contribuyen con el 5% del total de las exportaciones, con ventas anuales al extranjero por menos de 10 millones de dólares en cada caso, un porcentaje bajo si se considera que el 99.8% de las unidades económicas pertenecen al sector de las Pymes. El mayor flujo de exportación de estas empresas se dirige hacia los Estados Unidos, por tamaño las macro empresas envían a este destino el 81% de sus mercancías, las grandes 79%, las medianas 74%, y las pequeñas el 77%.
Carlos M. Pérez Munguía, Presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Comercio Exterior (IMECE), ha señalado que a pesar del fomento a la exportación de Pymes su potencial dista mucho de ser el óptimo.
“Por un lado, los productores pequeños y medianos deben estandarizar sus procesos de manufactura y sus sistemas de gestión de calidad para desarrollar mayor oferta exportable, mientras que las autoridades deben asumir la responsabilidad de crear condiciones e infraestructura para que las pequeñas y medianas empresas sean competitivas y tengan acceso a insumos y servicios a precios lo más económico posible.”
Pérez Munguía también apunta que México cuenta con una ventaja competitiva en este sector, al tener una base sólida de micro, pequeñas y medianas empresas, con un alto potencial para la inversión y el fortalecimiento de la presencia de productos mexicanos dentro y fuera del país.
“Hoy es momento de diseñar y echar andar apoyos inmediatos para emprender nuevos negocios con visión de largo plazo, debemos propiciar que los proyectos se cristalicen y que las Pymes estén preparadas para enfrentar con éxito el entorno económico actual”.
Pymes sin protección ante riesgos financieros
En su mayoría, no cuentan con ningún instrumento que les permita enfrentar los altibajos en los tipos de cambio. Tras la aprobación de la reforma financiera en 2013, las empresas perciben la posible y pronta protección ante estos riesgos y así evitar pérdidas ante los cambios en la cotización del peso ante el dólar.
Efectos externos, tales como la volatilidad provocada por declaraciones del Banco Central de Estados Unidos, afecto a las empresas con actividad comercial internacional, en particular a las importadoras.
La reforma sugiere la ampliación del programa actual de garantías por parte del gobierno hacia los productos que deriven de la actividad de estas empresas y así asegurar el nivel de tipo de cambio.
De acuerdo al Banco de México, hay dos derivados del tipo de cambio, el primero es el Forward, en el cual se pacta la compra o venta con un tipo de cambio fijo, con un plazo no mayor a las 48 horas, se pacta entre dos particulares. El segundo derivado es el futuro, el cual se celebra de la misma manera que el anterior, con un plazo y un monto definido previamente, la diferencia radica en que este derivado se practica únicamente en un mercado organizado. Ante la poca introducción de las Pymes a créditos, éstas cuentan con los recursos justos que no permiten prospectarse un futuro, ya que no hay productos que los cubran de los riegos financieros –tipo de cambio, tasas de interés o precios.
La falta de acceso al crédito, de acuerdo al Instituto Pyme, es el obstáculo mayor para el desarrollo de los negocios Por lo que la reforma permitirá un mayor otorgamiento de créditos a partir de un cobro de garantías más fácil de parte de las instituciones financieras Otros elementos que merman el desarrollo de las Pymes nacionales son las altas tasas de interés, garantías y financiamiento de largo plazo, siendo este último el que afecta a las pequeñas empresas que son más grandes que las microfinanzas y menores para los préstamos bancarios.
La mala planeación fiscal las afecta
De acuerdo a Mario Rizo, Socio de Salles, Sainz – Grant, Thornton, S.C., 70% de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) no conocen sobre planeación fiscal y el pago de impuestos alcanza alrededor de 30% de su utilidad anual. La planeación, en tiempos de crisis económicas, permite obtener mejores resultados siempre en el marco de la ley y bajo las disposiciones vigentes. La planeación fiscal responsable y evitar la elusión y evasión supone para las Pymes un instrumento que deben implementar si desean ser competitivas, aunque por mala información se pagan mayores impuestos.
Rizo describe los pasos a seguir para contar con una buena planeación:
- Identificar los impuestos directos e indirectos: Los impuestos directos son los que se restan de las utilidades y conforman un estado de resultados en las empresas, estos son el Impuesto sobre la Renta (ISR), así como la Participación de los Trabajadores. Los impuestos indirectos son el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), sumando las retenciones.
- Mantener un control adecuado de los impuestos: Esto con el fin de evitar las salidas inútiles de dinero generando inestabilidad en el flujo de cajas. Teniendo un control, el impacto positivo se percibirá en los estados financieros de la empresa.
- Formular el presupuesto o plan estratégico de mediano y largo plazo: Calcular los impuestos aplicando la tasa comparativa, y presupuestar los efectos que tengan un manejo distinto.
- Contemplar las depreciaciones contables y fiscales: Anticipos de clientes, costos y gastos no deducibles (sueldos, sociedades civiles, anticipo de gastos).
- Estimar los pagos provisionales a efectuar: Facilitará la identificación del impacto en los resultados netos del flujo de efectivo; se podrá contar con elementos confiables para la toma de decisiones; conocer el cumplimiento de obligaciones con anticipación.
- Implementar un seguimiento mensual: establecer una conciliación de los resultados contables contra los resultados fiscales, tanto para el Impuesto sobre la Renta como para la Participación de los Trabajadores en las Utilidades.
Sobre Salles, Sainz – Grant Thornton, S.C.
Firma mexicana de contadores públicos y consultores destacada por su liderazgo en la prestación de servicios personalizados a empresas privadas y a propietarios en México. Tiene presencia en varios estados de la República y cuenta con 744 profesionales.
Forma parte del Grant Thornton International, organización líder especializada a la contabilidad y consultoría con propiedad y administración independiente.
