El relator especial de la ONU sobre la Tortura, Juan Méndez, presentó su reporte en el que señala que la tortura y los malos tratos “son generalizados” en México, en un contexto donde persiste la impunidad.
Naciones Unidas (elsemanario.com).- La tortura y los malos tratos “son generalizados” en México producto de una crisis originada por la impunidad, señaló el relator especial sobre la tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Méndez.
Al presentar este lunes su informe sobre la materia elaborado tras su visita a México el año pasado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, explica que el país se encuentra en una crisis originada por la impunidad de las graves violaciones a los derechos humanos.
“La práctica de la tortura y el maltrato, usado como castigo y como medio de investigación está generalizada. Esta práctica se produce por varios factores. En la ley por una ausencia de definición de tortura. Y en la práctica por la costumbre de detener para investigar en lugar de investigar para detener”, afirmó.
El informe señala que, en particular, la tortura ocurre especialmente desde la detención y hasta la puesta a disposición, con el objetivo de castigar al detenido y “extraer confesiones o información”.
Méndez denunció que pese a “pasos alentadores” del gobierno mexicano para modificar las leyes de acuerdo a los estándares internacionales, persiste la impunidad ante actos que violentan las garantías, entre ellos la tortura, “situación que organizaciones de la sociedad civil y familiares de víctimas han denunciado desde hace varios años”.
El relator especial sobre la tortura también destacó su preocupación por el uso de la violencia sexual como forma de tortura, principalmente respecto a mujeres detenidas. Detalla que la mayoría de estos casos, no han sido investigados ni sancionados y presentan retos particulares para las víctimas, quienes son frecuentemente revictimizadas cuando presentan denuncias o se someten a exámenes médicos.
El informe de la ONU coloca a México entre los 30 países que más violan los derechos humanos, al lado naciones como Siria, Irak, Nigeria y Rusia; junto con Venezuela es el que tiene la peor situación en América Latina.
Además, concluye que hay evidencia de la participación activa de las fuerzas policiales y ministeriales de casi todas las jurisdicciones y de las fuerzas armadas, “pero también de tolerancia, indiferencia o complicidad por parte de algunos médicos, defensores públicos, fiscales y jueces”.
México vuelve a negar casos de tortura
Luego de conocer el informe de la ONU, Jorge Lamónaco, representante de México ante los Organismo Internacionales en Ginebra, negó que la tortura sea “generalizada” y aseguró que esa información es una falacia.
“No puedo más que reiterar que no podemos compartir la observación de que la tortura es generalizada en el país, porque no corresponde con la realidad”, afirmó Lomónaco.
Además, el embajador mexicano pidió que los relatores especiales de Naciones Unidas sustenten sus informes en “la realidad objetiva e incluyendo todos los puntos de vista”.
Amnistía Internacional pide que se investigue la tortura
El informe sobre la tortura en México de Naciones Unidas debe incitar a las autoridades para hacer frente a “esta práctica repugnante de una vez por todas”, señaló este mismo día Amnistía Internacional.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas, aseguró que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto no puede decirse sorprendido o alegar desconocimiento por las aseveraciones contenidas en el informe de Juan Méndez, pues desde hace muchos años se ha denunciado de manera sistemática.
“Este informe vital y mordaz de un experto de la ONU sobre la tortura destaca una cultura de la impunidad y la brutalidad a la cual le hemos estado haciendo campaña durante años”, expresó.
Guevara-Rosas agregó que está muy documentado que la policía y los soldados recurren a prácticas de tortura para castigar o extraer confesiones falsas o información de las personas detenidas en la llamada “guerra contra el narcotráfico”.
“Con frecuencia, las víctimas se ven obligadas a firmar declaraciones bajo tortura y en muchos casos están condenadas únicamente sobre la base de esas declaraciones. Cuando se practican exámenes médicos forenses, por lo general no cumplen las normas internacionales establecidas en el Protocolo Estambul”, detalló.
Ante esta situación, Amnistía Internacional pidió al gobierno mexicano que garantice que los médicos forenses realicen exámenes inmediatos, imparciales y exhaustivos a cualquier persona que alega tortura.
También exhortó a las autoridades a aceptar los informes forenses de expertos independientes como prueba válida en casos judiciales.