La economía brasileña podría contraerse un 1.2 por ciento y la inflación alcanzar el 8.31 por ciento este año, cifras que no se veían desde hace casi veinte años, estimaron analistas y expertos.
Río de Janeiro, Brasil (elsemanario.com).- La economía brasileña terminará el 2015 con una contracción de 1.2 por ciento, la peor desde 1990 y con una inflación que podría alcanzar 8.31 por ciento, la mayor desde 2003, prevén analistas y expertos consultados en un reporte semanal del Banco Central.
Las proyecciones para 2016 de los especialistas sobre la mayor economía latinoamericana es que el Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil crezca el 1.5 por ciento y deje la recesión que este año previeron incluso organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tras haber empeorado sus previsiones por cuatro semanas consecutivas, desde el 1.01 por ciento hasta el 1.20%, los analistas mantuvieron estable esta semana su proyección para la contracción del PIB.
Respecto a la inflación, sigue con tendencia negativa pues desde la previsión de 8.23 por ciento es mayor al 8.29 % calculado hace una semana y con una tendencia que sigue desde hace cuatro semanas cuando se calculaba una variación de precios del 8.23 por ciento. De confirmarse el nuevo pronóstico, la inflación de este año será la mayor en los últimos doce años y se aproximará al 9.3 por ciento registrado en 2003.
La previsión supera por más de dos puntos porcentuales el techo máximo tolerado por el Gobierno brasileño que había fijado su meta en 4.5 por ciento anual, con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales, lo que permite que el índice llegue a un máximo del 6.5 por ciento.
En tanto, las proyecciones para el próximo año, los analistas redujeron su previsión desde el 5. 51 por ciento calculado hace una semana hasta el 5.50% proyectado en la encuesta divulgada hoy.
Los especialistas tampoco prevén una fuerte recuperación en 2016, para cuando mantuvieron por quinta semana consecutiva su proyección de crecimiento económico en el 1 por ciento.
De esta forma empeoran por quinta semana consecutiva las previsiones para la séptima economía del planeta, que enfrenta un período de desaceleración, al tiempo que el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff encuentra dificultades para aprobar reformas para estimular la economía por la oposición a los recortes en el Congreso.
Con información de EFE y Notimex
