Cuba ondea en Estados Unidos

Lectura: 7 minutos

El día de hoy se escribió un capítulo más en la historia mundial. La bandera de Cuba ondea en Estados Unidos en un evento que marca una nueva esperanza para la isla, para acabar con el embargo comercial que tiene impuesto.

Washington, EU.- La bandera cubana ya ondea en Estados Unidos, por lo que solo resta que el histórico embargo comercial impuesto a la isla termine, a decir de especialistas, con el eventual triunfo de Hillary Clinton y una mayoría demócrata en el Congreso, pues es potestad de este órgano retirar el embargo, razón por la cual el presidente Barack Obama no logró realizar modificaciones en este tema.

Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, aseguró que el hecho histórico que estamos viviendo hoy, recibirá el aliento de AL y el Caribe”.

Rodríguez acaparó las pantallas de los noticieros esta mañana, en un discurso donde habló de integración de la región latinoamericana y una colaboración con Estados Unidos, donde es muy clara la distancia con este gobierno, quien no podrá intervenir dentro de la política cubana, sin embargo, es claro que el embargo impuesto en contra de la isla, es una marcada invasión por parte de Estados Unidos.

“Ratificamos la voluntad de Cuba de avanzar hacia la normalización con Estados Unidos, sin menoscabo a nuestra independencia, ni injerencia en los asuntos que pertenecen a la soberanía de los cubanos”, dijo durante el discurso que en todo momento fue traducido al inglés.

Rodríguez puso sobre la mesa el compromiso diplomático de Cuba, al señalar que la embajada continuaría trabajando con empeño, para fomentar las relaciones culturales y los vínculos amistosos entre nuestros pueblos”, dijo.

De acuerdo a reportes de agencias, fueron más de 500 invitados los que abarrotaron el interior de la sede diplomática y calles aledañas al evento en el que se supo que será hasta agosto cuando la bandera estadounidense también ondee pero en territorio cubano, cuando el secretario de Estado, John Kerry, realice una vista a la isla.

Por parte de Estados Unidos en el evento estuvieron la secretaría de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.

Las claves de este hecho histórico

-El rompimiento de relaciones diplomáticas EU-Cuba ocurrió en enero de 1961.

-El 1 de julio de este año, mediante un intercambio epistolar, los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, de Estados Unidos y Cuba, respectivamente, acordaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas en las respectivas capitales para este 20 de julio.

-“Todos son personas con las que los cubanos están familiarizados y reflejan una actitud de querer trabajar nuestra agenda bilateral de una manera muy robusta”, dijo una fuente anónima del Departamento de Estado.

-Por ahora se sabe que la sede diplomática de Estados Unidos operará con el mismo número de personal.

-Falta por revisar la cláusula legislativa que prohíbe al Departamento de Estado la asignación de fondos a su embajada dentro del presupuesto aprobado antes del anuncio presidencial.

-El Congreso, de voz de los republicanos de ascendencia cubana, ya amenazó con impedir que se aprueben mayores recursos para la embajada cubana además de que no se permitirá la nominación de un embajador para la isla.

-De acuerdo a datos levantados en diversas encuestas, se coincidió en que el 97 por ciento de los cubanos y el 59 por ciento de los estadunidenses, perciben esta nueva etapa como positiva.

Ahora lee el discurso completo de Bruno Rodríguez, en la apertura de relaciones diplomáticas de EU y Cuba.

Excma. Sra. Roberta Jacobson, secretaria de Estado Adjunta y señores funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos que la acompañan:

Honorables Miembros del Congreso:

Estimados Representantes de las Organizaciones, Movimientos e Instituciones estadounidenses que han realizado ingentes esfuerzos por el cambio de política hacia Cuba y el mejoramiento de las relaciones bilaterales:

Estimados Representantes de las Organizaciones y Movimientos de la emigración patriótica:

Excelentísimos Sres. Embajadores:

Compañeros de la Delegación Cubana:

Encargado de negocios José Ramón Cabañas, funcionarios y trabajadores de la Embajada de Cuba:

Estimadas amigas y amigos:

La bandera que honramos a la entrada de esta sala es la misma que aquí fue arriada hace 54 años, conservada celosamente en la Florida por una familia de libertadores y luego por el Museo de nuestra ciudad oriental de Las Tunas, como anticipación de que este día tendría que llegar.

Ondea nuevamente en este lugar la bandera de la estrella solitaria que encarna la generosa sangre derramada, el sacrificio y la lucha más que centenaria de nuestro pueblo por la independencia nacional y la plena autodeterminación, frente a los más graves desafíos y peligros.

Rendimos homenaje a todos los que cayeron en su defensa y renovamos el compromiso de las generaciones presentes y, con absoluta confianza en las que vendrán, de servirla con honor.

Invocamos la memoria de José Martí, quien vivió consagrado a la lucha por la libertad de Cuba y conoció profundamente los Estados Unidos. En sus “Escenas Norteamericanas”, nos dejó una nítida descripción de la gran nación del norte y el elogio de lo mejor de ella. También, nos legó la advertencia de su desmedida apetencia de dominación que toda una historia de desencuentros ha confirmado.

Hemos llegado aquí gracias a la conducción firme y sabia del líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, a cuyas ideas siempre guardaremos lealtad suprema. Recordamos su presencia en esta ciudad, en abril de 1959, para promover relaciones bilaterales justas y su sincero homenaje a Lincoln y Washington. Los propósitos que tempranamente lo hicieron venir, son los que hemos intentado en estas décadas y coinciden exactamente con los que nos proponemos hoy.

Muchos en esta sala, políticos, periodistas, personalidades de las letras o las ciencias, estudiantes, activistas sociales estadounidenses, atesoran infinitas horas de enriquecedora conversación con el Comandante que les permitieron comprender mejor nuestras razones, objetivos y decisiones.

Este acto ha sido posible por la libre e inquebrantable voluntad, la unidad, el sacrificio, la abnegación, la heroica resistencia y el trabajo de nuestro pueblo, y por la fuerza de la Nación y la cultura cubanas.

Varias generaciones de la diplomacia revolucionaria confluyeron en este esfuerzo y entregaron sus mártires. El ejemplo y el verbo trepidante de Raúl Roa, el Canciller de la Dignidad, continúan animando la política exterior cubana y estarán en el recuerdo de los más jóvenes y de los futuros diplomáticos.

Soy portador de un saludo del Presidente Raúl Castro, expresión de buena voluntad y de la sólida decisión política de avanzar, mediante el diálogo basado en el respeto mutuo y la igualdad soberana, hacia una convivencia civilizada, aun dentro de las diferencias entre ambos gobiernos, que favorezca la solución de los problemas bilaterales, promueva la cooperación y el desarrollo de vínculos mutuamente ventajosos como desean y merecen ambos pueblos.

Sabemos que ello sería una contribución a la paz, el desarrollo, la equidad y la estabilidad del continente, al ejercicio de los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en La Habana.

Con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de Embajadas, culmina hoy una primera etapa del diálogo bilateral y se abre paso al complejo y seguramente largo proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales.

Es grande el desafío porque nunca ha habido relaciones normales entre los Estados Unidos de América y Cuba pese a un siglo y medio de intensos y enriquecedores vínculos entre los pueblos.

La Enmienda Platt, impuesta en 1902 bajo ocupación militar, cercenó un esfuerzo libertador que había contado con la participación o la simpatía de no pocos ciudadanos norteamericanos y dio origen a la usurpación de territorio cubano en Guantánamo. Sus nefastas consecuencias marcaron indeleblemente nuestra historia común.

En 1959, Estados Unidos no aceptó la existencia de una pequeña y vecina isla totalmente independiente y unos años después, aun menos, la de una Revolución socialista que tuvo que defenderse, y desde entonces, encarna la voluntad de nuestro pueblo.

Cito la historia para afirmar que hoy se abre la oportunidad de empezar a trabajar para fundar unas relaciones bilaterales nuevas y distintas a todo lo anterior. Para ello, el gobierno cubano compromete toda su voluntad.

Solo la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero que tanto daño y privaciones ocasiona a nuestro pueblo, la devolución del territorio ocupado en Guantánamo y el respeto a la soberanía de Cuba darán sentido al hecho histórico que estamos viviendo hoy.

Cada paso que se avance contará con el reconocimiento y la favorable disposición de nuestro pueblo y gobierno, y recibirá seguramente el aliento y el beneplácito de la América Latina y el Caribe y del mundo.

Ratificamos la voluntad de Cuba de avanzar hacia la normalización de las relaciones con los Estados Unidos, con ánimo constructivo, pero sin menoscabo alguno a nuestra independencia, ni injerencia en asuntos que pertenecen a la exclusiva soberanía de los cubanos.

Persistir en objetivos obsoletos e injustos y solo proponerse un mero cambio en los métodos para conseguirlos, no hará legítimos aquellos ni ayudará al interés nacional de los Estados Unidos ni al de sus ciudadanos. Sin embargo, si así ocurriera, estaríamos dispuestos a aceptar ese desafío.

Acudiremos a este proceso, como escribiera el presidente Raúl Castro en su carta del 1ro. de julio al Presidente Barack Obama, “animados por la intención recíproca de desarrollar relaciones respetuosas y de cooperación entre nuestros pueblos y gobiernos”.

Desde esta Embajada, continuaremos trabajando con empeño para fomentar las relaciones culturales, económicas, científicas, académicas y deportivas, y los vínculos amistosos entre nuestros pueblos.

Trasmitimos el respeto y reconocimiento del gobierno cubano al Presidente de los Estados Unidos por su llamado al Congreso a levantar el bloqueo y por el cambio de política que ha enunciado, en particular por la disposición que ha expresado de ejercer sus facultades ejecutivas con ese propósito.

Recordamos especialmente la decisión del Presidente Carter de abrir Secciones de Intereses respectivas en septiembre de 1977.

Me complace agradecer al gobierno de la Confederación Suiza por su representación de los intereses cubanos durante los últimos 24 años.

En nombre del Gobierno y del pueblo de Cuba, deseo expresar nuestra gratitud a los miembros del Congreso, académicos, líderes religiosos, activistas, grupos de solidaridad, empresarios y tantos ciudadanos estadounidenses que se esforzaron a lo largo de muchos años para hacer llegar este día.

A la mayoría de los cubanos residentes en los Estados Unidos, que han defendido y reclaman una relación diferente de este país con nuestra Nación, expresamos reconocimiento. Nos han dicho, conmovidos, que multiplicarán sus esfuerzos, leales a la tradición de la emigración patriótica que sirvió de sustento a los ideales de independencia.

Expresamos gratitud a nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños, que han estado de manera decisiva junto a nuestro país y reclamaron un nuevo capítulo en las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, al igual que lo hicieron con extraordinaria constancia muchísimos amigos en todo el mundo.

Reitero nuestro reconocimiento a los gobiernos, aquí representados por el Cuerpo Diplomático, que con su voz y voto en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en otros ámbitos dieron una contribución decisiva.

José Martí organizó desde aquí el Partido Revolucionario Cubano para conquistar la libertad, toda la justicia y la dignidad plena de los seres humanos. Sus ideas, reivindicadas heroicamente en el año de su Centenario, siguen siendo la esencial inspiración en este camino que nuestro pueblo, soberanamente, ha escogido.

Muchas gracias.

Por Octavio N. Cervantes.

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Más viejo
Nuevo Más Votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x