Durante el primer debate republicano de precandidatos a la presidencia de Estados Unidos, el empresario fue el protagonista al mantener su discurso antiinmigrante y las duras críticas contra Obama y Hillary Clinton; el resto de candidatos fueron grises.
Estados Unidos (elsemanario.com).- El polémico Donlad Trump dominó el primer debate de los precandidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos para las elecciones de 2016. Reafirmó sus polémicas palabras sobre la inmigración, al sostener que si no fuera por él no se hablaría del tema. Además, se negó a apoyar a otro si no es elegido como candidato republicano y amagó con ir como independiente.
Por su inexperiencia política y pese a que nunca había participado en algún debate público frente a verdaderos y experimentados políticos, las miradas estaban puestas en Trump: no defraudó.
El magnate de los bienes raíces se mostró seguro y firme en sus argumentos, fiel a su retórica esgrimida en los últimos meses. Sorteó preguntas que trataron de incomodarlo y, por el contrario, implementó lo que ya se esperaba, una estrategia frontal, hasta logró que otros candidatos respaldaran sus opiniones.
“Creo que el gran problema de este país es ser políticamente correcto. No tengo tiempo para lo políticamente correcto y, seamos honestos, este país tampoco lo tiene“, sentenció.
El magnate estadounidense no perdió oportunidad para reafirmar sus polémicas declaraciones sobre la migración y la política exterior, mostrándose siempre seguro y con temple, casi imponiéndose a sus rivales durante el debate.
Trump afirmó que si no hubiera sido por él no se hablaría sobre el tema de la migración, al mismo tiempo aprovechó para reafirmar sus dichos de que los inmigrantes ilegales (en especial los mexicanos) son responsables de diversos crímenes en Estados Unidos. Y sentenció “Necesitamos construir una pared, necesitamos mantener a los ilegales fuera”.
Respecto a los inmigrantes mexicanos dijo que el gobierno no hace su trabajo, en especial, el de proveer beneficios a su población porque el gobierno estadounidense lo hace por el mexicano. “Nuestros políticos son estúpidos y el gobierno mexicano es mucho más listo, más inteligente, más comunicativo y nos mandan a los malos porque no quieren pagar por ello, no quieren cuidarlos”.
Además, el popular empresario (quien lidera las encuestas entre los republicanos) dejó abierta la posibilidad de ir de manera independiente de no ser elegido como candidato de su partido.
Ante la pregunta expresa del moderador del debate sobre si “¿Hay alguien que no esté dispuesto a comprometer su apoyo al candidato que resulte nominado por el Partido Republicano y que tampoco esté dispuesto a prometer que no intentará una candidatura independiente?“, sólo Trump levantó la mano.
Además de Trump, participaron el ex gobernador de Florida, Jeb Bush; el gobernador de Wisconsin, Scott Walker; el senador Ted Cruz; el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee; el neurocirujano Ben Carson; el senador Marco Rubio; el senador Rand Paul; el gobernador de Ohio, John Kasich; y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie.
Hillary Clinton, la protagonista entre republicanos
Pese a que Trump fue el participante republicano más efusivo, no fue el único protagonista de la noche pues el partido rival también tuvo sus reflectores. La precandidata demócrata Hillary Clinton fue muy referenciada durante el encuentro por varios de los participantes.
La ex secretaria de Estado y quien encabeza las encuestas generales en EU fue mencionada al menos 20 veces, incluso Barack Obama fue entre los más referidos al ser nombrado 17 ocasiones durante el debate.
Claro está, cada una de esas referencias fueron para expresar duras críticas hacia la política implementada durante las dos últimas administraciones, en el caso del presidente, o de la etapa como Secretaria de Estado, cargo de Clinton entre 2008 y 2012.
Pese a los ataques contra Clinton, la precandidata demócrata es la que resultó ganadora en el debate republicano, ya que por momentos pareció que todas las preguntas debían contener referencias a ella.
Para los especialistas la presencia tan dominante de la ex secretaria de Estado en los discursos de sus rivales no hizo más que reconocer de modo implícito su favoritismo, aun cuando las últimas encuestas mostraron un descenso en sus adhesiones.
Detrás de Hillary Clinton y Obama, los nombres más interpelados durante el debate fueron Donald Trump (seis menciones), Ronald Reagan (ex presidente republicano, con cinco), mientras que Rand Paul y Chris Chirstie, dos de los participantes con cuatro cada uno, esto de acuerdo con datos de la agencia Vocativ.
