Un día como hoy, pero en 1974, el dictador nicaragüense, Anastasio Somoza, era reelegido como presidente.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Anastasio Somoza, presidente electo bajo el cobijo de la corrupción, dictador y miembro de una dinastía dictatorial nicaragüense, fue reelegido un día como hoy para continuar con un régimen que lo llevaría a ser líder del país sudamericano hasta 1981. Sin saber, claro, que sería derrotado dos años antes.
El “Tachito”, como también era conocido, estuvo asociado al régimen castrense desde los 10 años. Estudió en la Academia La Salle de Long Island, Nueva York. Para 1946, Somoza se graduaría de la Academia de West Point.
Con la vuelta a su país natal, su padre (iniciador del régimen que durante años sangraría a Nicaragua) lo promocionaría a comandante e inspector de la Guardia Nacional, cuerpo castrense de elite al servicio de los Somoza.
Somoza perteneció a un clan fraudulento y golpista que lo llevó a ser presidente en 1967 por el Partido Liberal Nacionalista (PLN), eje político dominante que también funcionaba como brazo operativo de la familia Somoza prolongando su mandato por 5 años y con ello una dictadura heredada que lo mantuvo así hasta 1974, cuando las fuerzas reformistas de la Unión Democrática de Liberación y la actuación del Frente Sandinista de Liberación Nacional, conformado en el 62, crecían al lado de las clases populares, de estudiantes y trabajadores en contra del régimen en turno.
Para 1971, el PLN y el Partido Conservador acordaron elegir una Asamblea Constituyente, con el objetivo de reformar la constitución y con ello eliminar cualquier restricción en el camino de su reelección presidencial. Así, en mayo Somoza dejaría el cargo en manos de un triunvirato para la transición, pero no abandonó su cargo como comandante de la Guardia Nacional ni como presidente del PLN.
Es así que, en 1974 el Plan Prolongación se completa el 1 de septiembre de ese año con las elecciones presidenciales que lo llevarían a conquistar la presidencia hasta 1981; sin tomar en cuenta que el Frente Sandinista no lo dejaría llegar, “bajándolo” de su cargo en 1979, después de miles de muertos y una guerra civil.
“La lucha político militar a lo que te lleva es al derrocamiento de la dictadura y al acceso al poder, pero eso es una cosa; gobernar y hacer la revolución es otra cosa, eso te hablo de años, es de todos los días. Hacer la revolución es de todos los días. Se hizo el cambio no para llegar al Estado sino para cambiar el sistema en beneficio de los sectores marginados y pobres. Esa es la lucha. Aquí no negamos que hay pobreza, pero no hay miseria ya, nosotros estamos en eso. Digamos que ya los pobres tienen opciones, antes no las tenían“.
Son las palabras de Roberto Sánchez, quien estuvo en el Frente Sandinista de Liberación Nacional por 11 años y que actualmente se desempeña como asesor de la presidencia nicaragüense; fue portavoz del Ejército Popular Sandinista y estuvo en el momento en que Somoza fue derrotado.
El Frente pudo acabar con la dictadura de Somoza, iniciada en 1934 con el asesinato de Juan Bautista Sacasa y César Augusto Sandino, “el General de Hombres Libres“. Anastasio fue el último miembro de esta dinastía Somocista, murió asesinado en Paraguay, después de abandonar su cargo y exiliarse de Nicaragua.
En su maravillosa Crónica del asalto a la “Casa de los Chanchos”, Gabriel García Márquez, refleja a la perfección el por qué el pueblo nicaragüense decidió levantarse en armas y luchar por su libertad:
“Edén Pastora. Es un hombre de 42 años… Su recuerdo más antiguo, a los 7 años, fue la muerte de su padre asesinado por la Guardia Nacional de Anastasio Somoza García. Por ser el comandante de la operación de acuerdo a una norma tradicional del FSLN, sería distinguido con el número de CERO…”
Libros para acercarse al tema
- “Adiós Muchachos. Una memoria de la revolución sandinista” de Sergio Ramírez.
- “Nicaragua, tan violentamente dulce” de Julio Cortázar.
- “Los Sandinistas” Varios.
