Poliamor, relaciones múltiples y esas cosas

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Poliamor ¿la fantástica utopía del sueño de libertad o sólo la excusa de aquellos que no saben ser fieles? 

Ahhhh el amor, esa palabra que busca incesante su camino dentro de nuestras vidas… lo vemos deformado en el cine, las canciones y poemas. Lo vemos solitario caminando por las esquinas, lo perseguimos desesperadamente entre otros misántropos… en fin, ¡al amor lo encontramos hasta en la sopa!

Como alguna vez afirmó Erich Fromm: “todos estamos sedientos de amor”, también The Beatles: “all you need is love” . Incluso el mismísimo padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, reiteró en varias ocasiones que el ser humano se dispone toda su vida a buscar y repetir los vínculos primarios de afecto que lo formaron. Conclusión: el ser humano esta condenado a la búsqueda por llenar el vació de la separatividad.

Pero ¿qué si el concepto de amor que hemos manejado hasta el momento esta equivocado? Todos quieren amor, ese es un hecho, pero ¿es nuestro concepto de amor el más adecuado? ¿será que su fatídico, y casi siempre seguro, desenlace tiene relación con una idea mal formada -y de paso mal lograda- acerca de lo que el amor debiera ser?

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Conclusión: el ser humano está condenado a la búsqueda por llenar el vació de la separatividad/Imagen: La juventud de Bacchus,1844 de William-Adolphe Bouguereau

El amor para Jean Paul Sartre es una promesa que se contradice a sí misma. El amante quiere ser amado, pero no por alguien que haya tomado una poción de amor sino por alguien que haya decidido amarlo -por lo cual el amor implica libertad de elección-. Cuando amamos a alguien, el tipo de posesión que se busca es completamente diferente a poseer un objeto, porque un objeto no puede poseernos de vuelta. Para Sartre, la realidad del amor no es un pacífico respeto mutuo y una emergencia de libertades -como él asume debería ser-, por el contrario, el amor es conflicto.

El amante quiere el amor de su amado, lo necesita para ayudarlo a revelar quien es en sí mismo, sin embargo, al hacerlo se arriesga a transformarse y transmutar de un sujeto a un objeto, convirtiéndose en una mera posesión delimitada por la visión del amado. Además, como un ente que se reconoce amado, el amante, no desea que ese amor se termine, no quiere que su pareja encuentre amor en ningún otro lugar, pero eso no es nada que una persona libre pueda garantizar; la verdadera libertad implica la libertad para cambiar de idea, libertad para caer fuera de ese amor.

A final de cuentas, para éste filosofo, el amor es indecisión, o bien es masoquismo o sadismo. Masoquismo cuando el amante intenta convertirse en lo que cree que su amado desea -para cuyo proceso reniega de su propia libertad- y sadismo cuando el amante trata a su amado como un objeto y lo sujeta. La libertad es compromiso mientras que el amor es una dolorosa lucha.

La idea de amor que se maneja en la actualidad exige el cumplimiento del trinomio fidelidad-compromiso-monogamia, que fue instaurado desde tiempos ancestrales principalmente para delimitar el acceso que unos u otros tenían en las ganancias del proveedor. La monogamia esta íntimamente ligada al concepto social de compromiso pero es una estructura vinculativa que responde únicamente a patrones de comportamiento económicos capitalistas… así que aceptemoslo, ésta,  no es el camino a la felicidad humana.

La monogamia no soluciona nuestra necesidad de amor insatisfecho, no promueve el verdadero compromiso entre dos iguales, no desarrolla la libertad y definitivamente no parece ser un modelo de comportamiento que nuestra evolución mamífera pueda soportar.

Existe entonces -para todos aquellos defraudados por los ideales sociales- un modelo de amor más enfocado en la lealtad sobre la “fidelidad”; uno que mantiene como ejes centrales la honestidad, confianza, dignidad, respeto, comunicación, negociación y libertad, sobre el establecimiento de una relación no posesiva.

¡Hablamos del poliamor!

Práctica que pretende dar una mayor importancia a la persona y no a la ganancia que se pueda obtener de ésta. El ente poliamoroso es feliz al ver a su amado en libertad y no concibe al anhelo de duración como una parte fundamental de la relación. De igual forma no importará para él que su objeto de amor sea amado por otras personas pues no se piensa a sí mismo como un ente en desventaja con los otros y entiende que esas otras formas de amor a las que su pareja -y él mismo- accede no modifican los sentimientos que cada uno mantenga acerca de esa relación especifica ni de lo que se ha construido dentro de ella.

Imagen: El ente poliamoroso es feliz al ver a su amado en libertad y no concibe al anhelo de duración como una parte fundamental de la relación/Tumblr

Para la maestra en Filosofía Marina Neri Arriaga, el poliamor es una nueva manera de mirar y estar con otro, es una nueva forma de entender la convivencialidad, es decir, el desarrollo de comprender en un primer momento, nuestra capacidad de amar y compartir con más de una persona a la vez y posteriormente de vivir estas relaciones amorosas en un plano de honestidad, autonomía, equidad y libertad.

El poliamor cree fundamentalmente que es posible para una persona amar, de diferentes formas, a muchos individuos. Para ellos, cada relación mantiene un vínculo especial y único, estas relaciones no se demeritan las unas a las otras, pues se entiende que con cada pareja la dinámica será diferente. Esta vinculación va más allá del sexo y trasciende el deseo de poseer y restar libertad, es un amor que permite respirar y deja que la persona se desarrolle y crezca en las dinámicas y relaciones de su elección.

De los poliamorosos se dice muchas cosas, que si van en contra del orden natural, que si Dios los condenará por faltas a la moral, que son sólo un montón de adictos al sexo… pero la realidad es que se necesita un gran crecimiento personal, un desapego del ego y un profundo sentido de amor propio y empatía por los otros para lograr que este tipo de relaciones -no posesivas, que favorezcan la libertad del otro y su capacidad como ente generador y receptor de amor- surjan efecto en una sociedad tan llena de huecos emocionales como la nuestra.

El poliamor es una nueva manera de mirar y estar con otro, es una nueva forma de entender la convivencialidad/Imagen: Tumblr
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