El Banco de México está actuando ante la depreciación del peso con acciones psicológicas como la subasta de dólares, además replicará el aumento de tasas de interés de la Reserva Federal.
Ciudad de México.- El Banco de México (Banxico) está actuando con subasta de dólares en el mercado cambiario e imitando el alza de tasas de la FED, como parte de las acciones ante la depreciación del peso frente al dólar.
La depreciación del peso mexicano ha tomado relevancia en últimos días, pues esta semana se hará el anuncio de aumento de tasas de la FED, hecho que contiene un margen de incertidumbre aprovechado por los especuladores, ante un dólar fortalecido y una importante caída en el precio de los commodities (materias primas), entre ellos el petróleo.
La caída del valor del peso ante el billete verde es un fenómeno internacional en el que México no tiene participación.
Esta situación acota a Banxico para llevar a cabo sólo medidas psicológicas, como la subasta de mil millones de dólares que realizó la semana pasada a precio mínimo, pues se trató de un escenario en que se depreciaron de manera importante las monedas de países exportadores de petróleo. En el caso del peso mexicano, en el último mes, ha sumado una caída de 3.7% ante el dólar, según un estimado de Santander.
En su reunión del viernes pasado, el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero recordó que, ante el escenario internacional, la economía nacional y su sistema financiero cuentan con la solidez y liquidez “para amortiguar ajustes que se hagan en los mercados financieros”.
Lo último se refiere a que los ajustes que se hagan en la Reserva Federal serán replicados por el Banxico, que se estima aumente en 25 puntos base, lo que equivale a 3.5%, según la encuesta de Banamex, en que entrevistó a analistas de mercados financieros, quienes promediaron la expectativa de que en 2016 la tasa objetivo cierre en 4.0%.
Ante el alza que hará México de manera casi simultánea con el reporte de la FED, el banco Merril Lynch advierte que las condiciones de México no requieren un alza en las tasas de interés, por el contrario, dadas las condiciones internas, la depreciación en los precios del petróleo y los negativos en el último reporte de exportaciones, “es más fácil abogar por un recorte que por un alza en las tasas”.
El informe Situación y Perspectivas de la Economía Mundial (WESP, por sus siglas en inglés), advierte que los riesgos de una más pronunciada salida de capital en economías emergentes es importante, ya que en el corto plazo la liquidez en los portafolios podría secarse y los costos de financiamiento aumentar de manera repentina.
México no resentirá, por ahora, decisión de la FED
Oliver Ambia, director del departamento de Finanzas del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, explicó que México no tiene la capacidad para incidir en el tipo de cambio, por lo que subastar dólares solamente funciona como una medida psicológica, que da el “mensaje de que el Banxico está presente y poniendo atención; en caso de que las cosas se compliquen, en particular para el tipo de cambio, se va a tomar una acción”.
Ambia detalló en entrevista para un noticiero radiofónico, que la cantidad de dólares que pone el Banxico en subasta representan cifras irrealizables para uno como persona, sin embargo, comparado con el porcentaje de lo que se mueve todos los días en el mercado cambiario, ni siquiera representa el 10%.
Ambia advvierte que estas decisiones macroeconómicas no se resentirán por ahora en el monedero familiar, pues la inflación ha ido a la baja de manera significativa, por lo que sólo está demacrando de manera directa a quienes son turistas y se ven en la necesidad de comprar dólares o las PyMES que realizan compras en el extranjero.
La sentencia definitiva de Ambia es que comenzará un ciclo nuevo a siete años, donde habrá un grupo de quienes tomen ventaja y otro, donde aumente el “desazono”, aunque un hecho innegable es que el aumento en las tasas dará más rendimientos a las aportaciones de los ahorradores, pero también representará más gasto a quienes soliciten un crédito.
Por Octavio N. Cervantes.
