Miami, la ciudad de playas y gran atractivo turístico, ha implementado un programa de visas de negocios, con el fin de atraer a más inversionistas a la ciudad sureste de Florida.
Lo anterior a través de un programa de visas a los inversionistas llamado EB-5, que ofrece la ciudadanía estadounidense.
Según informa Diario Milenio, por una inversión de 500 mil dólares en un proyecto con el que se crean al menos 10 empleos en un área de alto desempleo, un extranjero puede recibir la Green Card, que es una tarjeta de residencia permanente, permitiendo trabajar y vivir en el país norteamericano.
Pero el EB-5 no está libre de controversia: “dicen que está plagado de fraudes y se utiliza para lavar dinero. Canadá eliminó un programa similar, mientras que Australia endureció los requisitos después de descubrir que obtenía pocos beneficios económicos”.
Algunos legisladores en Estadios Unidos afirman que ello envía una mala señal comercializar visas por dinero, puesto que gran parte se va a zonas acomodadas, no a las regiones con problemas.
Por mientras, el Congreso de votará a finales de septiembre si se renueva el programa. Incluso los partidarios como Fieldstone dicen que se requiere de más supervisión regulatoria para limitar los fraudes y proteger los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.
Los defensores del programa dicen que inyectó cientos de millones de dólares en mega proyectos en Nueva York y California, entre ellos el complejo de oficinas Hudson Yard de 1.17 millones de metros cuadrados en Manhattan. Ahora Florida quiere un pedazo más grande de ese pastel.
En contexto, el programa EB-5 se creó en 1990 como parte de la Ley de Inmigración para impulsar el crecimiento económico de Estados Unidos y el empleo. Desde entonces trajo 15 mil 500 millones de dólares en inversiones y creó 84 mil 400 empleos, según el Servicio de Ciudadanía y Naturalización de Estados Unidos (USCIS).
