México necesita elevar los impuestos para estabilizar sus finanzas públicas a través de una nueva reforma, así lo considera el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Forbes México cita que la recaudación tributaria en México ha ido al alza a raíz de la reforma hacendaria y del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas y diésel.
Los principales impuestos en México son el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el IEPS. En el Paquete Económico 2017, estos tres impuestos representan el 61% del total de los ingresos presupuestarios (13% del PIB) y el 97% de los ingresos tributarios.
El IEPS es un impuesto especial sobre el consumo, el cual grava bienes muy específicos, en los que se argumenta, en algunos casos, que tienen un fin no recaudatorio.
La revista de negocios cita que el impuesto sobre bebidas azucaradas, el cual tiene como objetivo disminuir el consumo de este tipo de bebidas por cuestiones de salud; o, bien, el impuesto sobre gasolinas y diésel, cuyo objetivo es reducir el consumo de éstos bienes por cuestiones ambientales.
El investigador de ingresos e impuestos, Adrián García Gómez, menciona que en lo que respecta al ISR, de 2013 a 2017, se observa una tendencia creciente, en donde su recaudación representó 5.9% del PIB en 2013 a 7.0% del PIB, según lo propuesto en la Iniciativa de Ley de Ingresos 2017. Sobre el IVA, comenta el analista, éste se ha mantenido constante, representando 3.9% del PIB.
En cuanto al IEPS, recuerda el experto, su recaudación también ha presentado incrementos debido a los bajos precios de la gasolina y a partir de que en 2016 se implementó un nuevo mecanismo para determinar los costos de la misma, mediante el cual se garantiza una recaudación positiva por este concepto, donde se estima recaudar 2.1% del PIB en 2017.
