La muestra se encuentra en la Galería Metropolitana, cuya inauguración fue el pasado 28 de noviembre y que inicialmente estaría abierta sólo hasta el 18 de enero, permanecerá abierta al público hasta marzo entrante
México, 20 Ene. (Notimex).- Reflejar en alguna medida lo que queda detrás de la violencia, las emociones y simbolismos que se derivan de ella, y que ya no pueden pasar inadvertidos a los ojos de los ciudadanos, es el objetivo de “La Domus ausente”, muestra que se exhibe en la Galería Metropolitana y que estará abierta al público hasta marzo entrante.
Mayra Martell (México) y Juan Manuel Echavarría (Colombia) son los autores de esta exposición que forma parte del proyecto “Desmontar la representación”, cuya inauguración fue el pasado 28 de noviembre, y que inicialmente estaría abierta sólo hasta el 18 de enero.
En ella, los artistas captan urnas con frases que guardan historias, colores, situaciones, para ofrecer, de alguna manera, la memoria que continúa aferrándose a un pedazo de concreto decorado con flores, aunado a misticismo y religiosidad.
“Estas son tumbas de los NN, de cuerpos que en su mayoría bajan por el río Magdalena y son rescatados y enterrados en el cementerio de Puerto Berrío, Antioquia, y la gente los “escoge” para pedirles favores a sus ánimas”, explica el artista colombiano.
A cambio de los favores recibidos, la persona se compromete a cuidar la tumba, incluso a bautizar y a darle un nombre al NN… En la muerte, el (NN) vuelve a ser humanizado, señala Echavarría en declaraciones a la Universidad Autónoma Metropolitana.
“En julio de 2003, la prensa internacional se escandalizó al escuchar las declaraciones del entonces presidente de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, quien estableció la cifra de mil mujeres desaparecidas aproximadamente en Ciudad Juárez, sin poder proporcionar un número exacto”, recordó por su parte la artista chihuahuense Mayra Martell.
A la fecha, la cifra sigue abierta y ninguna organización ni poder gubernamental sabe exactamente cuántas mujeres están desaparecidas.
Dicha cifra motivó a la fotógrafa a plasmar e investigar los casos de las mujeres de Juárez, con su lente congeló el dolor, el sufrir de los familiares y de cuerpos ya no presentes físicamente, pero que en la memoria seguirán con grito de justicia.
Ambos artistas han trabajado durante años para documentar hechos insólitos, algunos de los trabajos de Echavarría son: “Las obras Corte de Florero” (1991), “Bocas de ceniza” (1999) y “La Bandeja de Bolívar” (1999).
Mayra ha sido más constante en el trabajo de investigación, en 2012 publicó su libro “Ciudad Juárez”.
Un año antes había obtenido el primer lugar en la categoría Reviewer Award del cuarto Festival Internacional de libros de Foto en Kassel, Alemania.
