Recientemente y sólo dos días después de haber presidido por primera vez la celebración de la Revolución francesa,1 Macron realizó un acto trascendente. El 16 de julio se cumplía el LXXV Aniversario de los hechos de Vel d’Hiv del Velódromo de Invierno, por lo que el presidente Macron realizó una sentida ceremonia en la que aceptó la participación del entonces Gobierno Francés, conocido como el gobierno de Vichy, encabezado por Pétain con la complicidad de una parte del pueblo francés y gran parte del ejército francés que permaneció alrededor del Mariscal Pétain. Él gozaba de un gran prestigio por su participación en la Gran Guerra y haber participado distinguidamente en la batalla de Verdún que culminó con la Primera Guerra Mundial. Después de haber sido Embajador en España fue nombrado Primer Ministro y, posteriormente, Jefe del Estado francés donde permaneció cuatro años, prácticamente toda la duración de la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno de Vichy fue un gobierno colaboracionista con el régimen de Hitler, especialmente en su esfuerzo para exterminar no solamente a los judíos franceses, sino también contra otros grupos. En esa época y sin participación directa de fuerzas alemanas, fueron enviados a los campos de concentración más de 100,000 judíos, de los que se calcula sólo regresaron vivos menos del 10%. Otros grupos como el de los gitanos, los españoles republicanos refugiados de la guerra civil, fueron también perseguidos, encarcelados y enviados a campos de concentración primero en Francia y después en Polonia y Alemania. Niños y adultos, hombres y mujeres sufrieron por igual.
No fue sino hasta 1995, que el entonces presidente Jacques Chirac reconoció la participación del gobierno francés en la persecución, especialmente de los judíos, durante la Segunda Guerra Mundial. El Velódromo de Invierno fue derruido, se colocó una placa conmemorativa que permanece en su sitio.
Me parece especialmente significativo que el Presidente Macron haya hecho este reconocimiento y lo haga en este momento; primero porque se conmemora el aniversario del más cruento de los hechos, aunque no el único. Quizá más importante, existe actualmente en Francia una corriente xenófoba, antisemita y antisionista.
Macron en su discurso destacó que los hechos por los que ahora pide disculpas no surgieron de Vichy, sino que se nutrieron de una corriente xenófoba y antisemita que venía de tiempo atrás y que además no murió con el derrocamiento del gobierno de Vichy, más bien se ha mantenido de alguna manera a lo largo de estos años. Aceptó que aún hay ciertos sectores de la sociedad francesa que continúan siendo antisemitas e hizo un llamado a que los ideales franceses prevalezcan. A la ceremonia acudió como invitado el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu.
Muchas son las obras que relatan o destacan la tragedia de los perseguidos por el gobierno francés de Vichy, una de las primeras obras que hablan de esto es La grande rafle du Veld d’Hiv, se publicó hasta 1967 y fue reeditada hasta 1992. Claude Lévy, autor del libro, fue uno de los pocos franceses que logró escapar del velódromo siendo un adolescente y se destacó siempre por su enorme interés por rescatar la verdad histórica; fue escritor, cineasta y médico radiólogo entre otras actividades.2
Juana Salabert escribió el Velódromo de Invierno, con el que ganó el Premio Biblioteca Breve en 2001. Es una obra muy compleja escrita en cuando menos dos tiempos en los que se destacan las tragedias de los judíos en 1942 y el “Velódromo de Invierno”. Además, trata el tema de la culpa. Durante ese tiempo y después la culpa es un tema recurrente de los supervivientes. Aparte de esos temas, Salabert escribe sobre los antecedentes y el origen de la diáspora judía reunida en París y que es víctima del antisemitismo encabezado por Pétain, pero en complicidad con muchos franceses.3
Decíamos que no sólo había existido el hecho del Velódromo, sino que fue una persecución sostenida a lo largo de muchos años. La suite francesa de Irène Némirosky nos relata la terrible persecución hasta el aniquilamiento de la autora y su marido en los campos polacos.
Némirovsky era una escritora brillante y con gran éxito, era parte de la alta sociedad francesa. Era rusa exilada por la Revolución, pero era judía y murió por ello; sus dos hijas se salvaron con la ayuda de su niñera francesa. Muchos años después, sus hijas descubrieron lo que conocemos como la suite francesa, aunque probablemente sólo se hayan salvado dos partes de las cinco que escribió Irène Nemirovsky.4
Debo confesar que la noticia de Macron me impresionó aún más porque recién había terminado de leer Una librería en Berlín, escrita por Françoise Frenkel. Es un libro distinto, es la obra única de su autora, una polaca residente en Berlín al principio de los años 30 que había estudiado en París y era una profunda admiradora y conocedora de la cultura francesa. Fundó la primera librería francesa en Berlín con más o menos éxito. Con el surgimiento del nacional socialismo tuvo que migrar. Su marido fue enviado y muerto en un campo de concentración. Ella huyó, por supuesto, a Francia al estar convencida de que ahí encontraría refugio. Sin embargo, inició una larga travesía de persecución y fugas hasta que logró pasar a Suiza. Poco o nada sabemos de su vida posterior, el relato de su persecución está hecho entrañablemente, con el optimismo y la esperanza de una mujer fuerte que afortunadamente encontró la ayuda y la complicidad de varios franceses para conseguir su fuga y finalmente su supervivencia. La primera edición se publicó en Ginebra5 en 1945, y luego desaparece hasta que en 2015 Gallimard hace una nueva edición brillantemente prologada por Patrick Modiano.6 La traducción al español se publicó en el 2017 y me parece una obra imprescindible sobre el tema, por precisa, clara, entrañable.7
Muchas obras más han ido apareciendo al respecto, unas claramente históricas y otras enriquecidas o no por la ficción. Entre las que describen como otros grupos fueron perseguidos y acosados me atrevo a mencionar, La Maleta Mexicana de Guillermo Chao, que describe el camino de unas fotografías de Capa sobre la Guerra Civil Española, pero en el camino toca las peripecias de judíos, españoles republicanos y gitanos para lograr escapar de Francia. El ayudante de fotografía que salva las fotos escapa después de entregarlas en la Embajada mexicana y termina viviendo en México un largo exilio hasta su muerte.8 Existe una película que describe también muy bien estos hechos, Visa al Paraíso de Lillian Liberman, quien describe la importancia de Gilberto Bosques para salvar no sólo a muchos republicanos españoles, sino también a muchos judíos.9
Macron ha ido perdiendo popularidad a lo largo de estos primeros meses de su mandato, cosa normal en toda presidencia y que sucede por el hecho de gobernar. Creo la recuperará porque su gobierno va por un buen camino y él lo hace muy bien. Es muy relevante que en su nombre, en el del gobierno francés y en el del pueblo francés, ofrezca disculpas por un hecho tan terrible, tan vergonzoso, aun a sabiendas que no será por todos bien visto.
Lecturas recomendadas
- “Macron hace frente al pasado más oscuro de Francia”. El País. 17 de julio de 2017.
- Claude Lévy, Paul Tillard. La grande rafle du Veld d’Hiv. Robert Laffont. Francia, 1967. 1992.
- Juana Salabert. Velódromo de Invierno. Alianza Editorial. Madrid. 2001.
- Irène Némirovsky. Suite Francesa. Salamandra. Barcelona, 13ª ed. 2008.
- Françoise Frenkel. Rien Où poser sa tête. H. Jeheber S.A. Ginebra. 1945.
- Françoise Frenkel. Rien Où poser sa tête. Édition Gallimard. París. 2015.
- Françoise Frenkel. Una librería en Berlín. Editorial Planeta. México. 2017.
- Guillermo Chao Ebergenyi. La Maleta Mexicana. Planeta. México. 2015.
- Lillian Liberman. Visa al Paraíso. Producciones Nitya. México. 2010.
Estimado Dr. Ramiro
Me parece muy interesante su narrativa y cada vez lo hace con mayor interés de tal forma que mantiene al lector atrapado en las letras
Le felicito
Creo que vale la pena adicionar a las diversas narrativas sobre el velódromo de invierno la novela “La llave de sara” de Tatiana de Rosnay, que posteriormente se convirtió en una película protagonizada por Kristina Scott Thomas. Ciertamente es uno de los episodios vergonzosos de la historia reciente de Francia y el que su presidente lo reconozca en esta difícil época mengua un poco la ofensa.
Saludos Dr. Ramiro
Es como siempre aleccionador el empaparse de la historia universal, es de hacer notar un punto favorable del presidente Macron este reconocimiento de un hecho lamentable; que para los tiempos de esos días tuvo sus motivaciones por lo cual se realizo; aunque nunca justificadas los actos de lesa humanidad. Siempre es bueno conocerlos y evitarlos, sean por los motivos que fueren (étnicos, económicos, culturales, etc.); esperemos que su ejemplo se extienda por el mundo; como lo fue en su momento Bill Clinton, o admitir los crimenes en los campos de concentración japoneses, en Bosnia, en Afganistán, Ruanda, Etiopía, Chile, México, y tantos otros países.
Por otro lado la baja de popularidad como siempre es por la reforma laboral que va y debe enfrentar con las jornadas laborales y ademas influenciado por las presiones externas de los mercados.
Definitivamente la disculpa engrandece a quien la ofrece y dignifica a quien la recibe, por donde se le vea se trata de un acto bueno, humano. Lo que lo hace más relevante y trascendente es que lo haga en medio de esta “política” del gobierno de EU, francamente discriminatoria, provocadora, violenta, al menos en las palabras.
Lo que hace el presidente Macron, lo hace con una de las armas más poderosas: el ejemplo.
Ya lo dijo Usted antes, ¿cómo se comparan este señor que ha leído miles de libros, con ese otro que no ha leido ni siquiera 3?.
Extraordinario texto.