La seguridad interior es un pendiente del gobierno desde hace décadas, el hecho de que nuestras Fuerzas Armadas cuenten hoy con una ley que brinde un marco jurídico era algo inaplazable, aun así tuvo que pasar mucho tiempo para su aprobación y me parece que las fuerzas políticas siguen usando el tema de la seguridad pública como una moneda de cambio, esto es francamente inverosímil.
Hay quienes temen que ahora el Ejército Mexicano pueda llegar a volverse un represor, lo cual es absurdo. Entre 1968 y 1971, el Ejército siguió las instrucciones del comandante en jefe, es decir, del Presidente de la República, y desde entonces nuestros soldados y marinos se han visto forzados a intervenir en una serie de problemas que las diferentes policías no han podido resolver. Por otro lado, estos mexicanos honorables y leales a México han dedicado buena parte de sus esfuerzos a dar atención a la población en casos de desastres, pero también dando consultas médicas gratuitas, haciendo obras de infraestructura que corresponderían a los estados y municipios, llevando alimentos a los pueblos más remotos y olvidados y, por supuesto, cuidando la seguridad nacional.
El General Salvador Cienfuegos lo ha mencionado incontables veces; ellos quieren regresar a sus cuarteles, pero ante la ineficiencia e ineficacia de las policías federales, estatal y municipal, han tenido que tomar parte y esto no les ha sido conveniente. Con todo y ello el Ejército Mexicano goza de mayor prestigio y confianza que cualquier otra institución política, civil o religiosa.
Sin la menor duda ha sido la corrupción en las policías lo que nos mantiene en una inseguridad altísima. Asimismo, el gasto en entrenamiento, armamento y demás llega a cifras escandalosas, y lo peor de todo ello es que por lo menos 30% de esos recursos, se pierden en el camino por la corrupción existente en todos los niveles de gobierno.
Una última reflexión tiene que ver con las mafias instaladas en los partidos políticos a través de sus militantes, las cuales han hecho que la seguridad no prospere en virtud de que no conviene a sus intereses. De esta manera, la Ley de Seguridad Interior es la última instancia que tenemos los mexicanos, así que ¡yo le doy un voto de confianza!
@fschutte
Valdría la pena revisar lo que ha documentado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el Informe 2015 sobre la Situación de Derechos Humanos en México. Hay datos conocidos sobre el número de personas desaparecidas, homicidios dolosos, desplazamientos forzados y fosas clandestinas -entre otros- que demuestran que la incorporación de las fuerzas armadas en actividades de seguridad ha tenido resultados desastrosos
Comparto plenamente , quienes opinan lo contrario o son parte interesada o no viven en situaciones de riesgo grave ….que vengan a vivir a Reynosa con sus hijos a ver que dicen.
Todas las leyes que emanan del gobierno carecen de fuerza y fundamento, lejos de hacer un bien se covierten en algo represivo e imposotivo para la sociedad en general (con excepcion de los funcinarios publicos pues son los unicos que las violan). Esta ley viola las garantias y derechos humanos, es inconstitucional, ademas esta visto que los miembros del ejercito son prepotentes y asesinos por naturaleza e instruccion. Ejemplo de ello se puede apreciar en los retenes de las carreteras. ¿Acaso ya olvidaron a la familia que fue asesinada por miembros del ejército que estaban totalmente drogados?