Tenía casi lista mi colaboración para esta ocasión, pero al regresar de la corrida extraordinaria que se celebró el día de ayer en la Plaza México, no me contuve para comentarles mis impresiones, y como el título de mi columna Visión Integral me permite hablar de casi todo, voy a hacerlo.
La corrida se organizó para conmemorar a los damnificados por los sismos del pasado mes de septiembre, haciendo notar que todos los toreros que participaron lo hicieron cediendo sus honorarios para el fondo en beneficio de las víctimas; lo mismo que sus subalternos, el ganado fue cedido también gratuitamente. Por lo que seguramente el beneficio económico resultará considerable y en algo ayudará a aliviar las necesidades que son muy considerables; valdría la pena hacer notar que Enrique Ponce en su presentación de hace 10 días, también lo hizo. Recuerdo que en 1985 se organizó con motivo del terremoto y para paliar las necesidades que desencadenó un festival que tuvo la participación de grandes figuras, obteniendo grandes resultados económicos y un éxito artístico notable.
Lo que quiere decir que el gremio de la tauromaquia, tanto los artistas como el público, están dispuestos a ayudar.
La corrida de ayer resultó notable, la plaza prácticamente se llenó, seguramente para colaborar a los fines con la que se planeó y al conjuro de las grandes figuras que participaron. Un gran ambiente festivo se estableció desde el principio y en él transcurrió todo el tiempo. Además de los habituales, grandes personajes asistieron a la fiesta.
No es fácil presentarse en una tarde tanto compromiso y hacerlo de manera benéfica, y aunque una fecha como ésta tiene repercusiones en todo el mundo, hay que hacer un gran esfuerzo y exponer y exponer. Lo mismo hicieron los ganaderos al jugarse su prestigio a una sola carta, unos consiguieron éxito y otros no, pero todos participaron.
El orden de participación no fue el habitual, por antigüedad en la toma de alternativa, sino que se intercalaron un español y un mexicano, cuatro y cuatro.
Inició Pablo Hermoso de Mendoza, el rejoneador que ha cambiado la lidia a caballo, obteniendo un importante lugar en la tauromaquia, lo cual ha hecho que el rejoneo ocupe un sitio privilegiado. En México Hermoso de Mendoza ha toreado durante muchos años y sus temporadas en América son tanto o más amplias que Europa. Al parecer desde el principio estuvo dispuesto a participar. Los resultados que obtuvo ayer no fueron los más notables de su carrera, como siempre estuvo montando espléndidamente, conocedor de los secretos de la lidia siempre estuvo en su sitio y bien, pero no tuvo uno de sus grandes éxitos a los que nos tiene acostumbrados. Tampoco los obtuvo en su reciente presentación. Quizá sea consecuencia de ser un mandón y seleccionar alternantes, toros y plazas, la competencia disminuye. Otra más clara es que sin Pirata su caballo privilegiado del último tercio, no encuentra la muerte de los toros y no puede rematar sus faenas.
Joselito Adame viene con una presión considerable, por los grandes resultados que ha obtenido en España y en Portugal, sin poderlos refrendar plenamente en México. El público se ha empezado a meter con él lo que lo ha llevado a exponer en demasía. Ayer así lo hizo, esperó a porta gayola, mató sin muleta. Pero toreó bien con su estilo propio y consiguió dos orejas, que pueden considerarse un premio exagerado, en mi opinión, una hubiera estado bien, pero creo que se reconcilió con su público.
El caso de José Tomás es un caso muy particular, es un grandísimo torero que torea muy poco, pero cada vez que lo hace acarrea tumultos a las plazas. Es un amante de México, en Aguascalientes reside gran parte del año, aquí hizo buena parte de sus inicios como novillero y aquí tomó la alternativa. Ha recibido dos grandes cornadas en nuestro país, una en Autlán de la Grana y una en Aguascalientes que fue muy grave. Es una figura mítica, Vargas Llosa escribió al respecto de esta última cornada en su libro Diálogo con navegante y que así se llamaba el toro que lo hirió. José Tomás toreó en México con poco éxito en la corrida de aniversario (5 de febrero de 2016) y no se había vuelto a vestir de luces hasta hoy. Seguramente se prepara de manera constante en el campo porque hoy lo vimos con un sitio igual al que tienen quienes torean 100 corridas al año. Su toreo es diferente, poco o nada festivo, sobrio, dramático; el peligro es un compañero constante, sin embargo, es un torero artístico. Ayer nos regaló con gran quite espléndido y después con dos series por derechazos y una por naturales magníficas, arriesgadas con una quietud única. Lástima que en su primer intento no pudo matarlo, lo hizo en el segundo y sólo obtuvo una oreja. No sabemos cuánto tiempo habrá que esperar para volver a ver a José Tomás, pero si el sitio donde lo haga está al alcance, habrá que irlo a ver.
El Payo no tuvo suerte, él es un gran torero, fino, exquisito con un gran dominio de los tiempos, pero hoy su primer toro, de Fernando de la Mora, fue rechazado por el público, era más feo que chico y no lo aceptaron, una lástima. Don Fernando debe haber tenido confianza en él a pesar de sus hechuras, de otra manera no lo hubiera traído para ser toreado por uno de sus toreros consentidos. Fue substituido por uno de Jaral de Peñas, castaño Girón casi salinero; bonito, pero que no dio oportunidad para que el Payo se mostrara.
El Juli, un consentido de México, en donde hizo gran parte de carrera novilleril y a donde acude con frecuencia, expresó su entusiasmo por participar. Sólo unos días antes había tenido un gran éxito. Le tocó un toro de Montecristo, una ganadería con la que ha tenido grandes triunfos, quizá por eso el toro fue llamado Recuerdo, para evocarlos; sin embargo, el toro no resultó para recordar y el Juli tuvo que abreviar. El público le pedía que regalara un toro, pero afortunadamente no lo hizo. Hubiéramos salido tardísimo y el Juli no necesita reafirmarse, está reafirmado.
Luego vino Sergio Flores, tlaxcalteca que ha tenido grandes éxitos a últimas fechas, lo mismo que una enorme cornada en la axila. Es un torero diferente que conjunta al mismo tiempo, entusiasmo y entrega, pasión y conocimiento, de la fiesta. Todos los toreros salieron muy bien vestidos, quizá más de uno estrenando, pero Sergio portó un terno hermoso por su sencillez y elegancia, amarillo canario con bordados en negro, estos muy discretos. Retaba a los toreros gitanos que dicen que no se debe portar este color porque da mal fario. No se lo dio; resultó el triunfador. Toreo de capote con unas chicuelinas espléndidas y luego con la muleta con enorme maestría, conocimiento, entrega y arte, citando de lejos, cuando menos al inicio de las tandas. Mató de una entera en magnífico sitio, después de que parte del público no lo dejaba matar al toro, quizá queriendo que fuera indultado. Fue premiado con dos orejas merecidas, hubo confusión porque no sabíamos si le habían otorgado el rabo o no. No se veía bien el palco del juez. Al toro le dieron arrastre lento.
José Mari Manzanares es un torero especial, fino con un dominio del temple notable, así toreó al de Xajay que le correspondió, series de derechazos templados, lentos, dominadores, como parte de una faena bien planteada y conseguida en la que no faltaron los naturales, mató muy bien y se le otorgó una oreja
El último alternante fue Luis David Adame, quien salió igual que su hermano. Consiguió unas zapopinas espectaculares, en una de ellas quedó expuesto por el aire que acompañó parte de la corrida. Luego decidió poner banderillas, puso hasta cuatro pares, con regular éxito y la necesidad de dar muchos pases a su toro. Su faena con la muleta no resultó todo lo lucida que él hubiera deseado.
Lo importante fue que resultó posible reunir a más de 40,000 aficionados en una corrida benéfica, en la que todos estaban dispuestos a colaborar y a disfrutar de los toros. Debemos expresar nuestro agradecimiento a todos los alternantes por su entusiasta participación y enorme esfuerzo. A la empresa por haberse atrevido a organizarla y al público por asistir.
Aunque desde este momento ofrezco disculpas a Luis Ramón Carazo, asiduo colaborador de El Semanario, por invadir sus competencias que son notables, lo hago creyendo que estas líneas no van dirigidas a sus lectores habituales.
Maestro Manuel Excelente y puntual crónica. Bien por el arte de la tauromaquia. Saludos. Ojalá pudiera coincidir con Usted en una tarde de la Mexico.
De pizarra y oro…
El 12 de diciembre el pincel de un artista trazó con polvos de pizarra la silueta de la virgen morena y permitió un hermoso contraste con la arena de oro de la plaza de insurgentes. La imagen atestiguó el paso firme de los valientes, de sus corceles y de nuestra bandera de tres colores.
Como si al recordar aquella épica mañana de Nimes, el de Galapagar quisiera ofrecer su mejor ofrenda a la virgen de Guadalupe y a los mexicanos, vistió también en telas de pizarra y oro y en cuanto salió el portentoso aldinegro de Jaral de Peñas, dibujó sobre la imagen de la virgen de los mexicanos, las más bellas pinceladas que podemos recordar y que solo un artista inmortal puede concebir, trazos de verdad, de valor sereno, de humildad y sobriedad, sin poses ni aspavientos, entendiendo que no podía actuar de otra manera si al hacerlo su figura se fusionaba con la imagen de la virgen, plasmada en los mismos tonos de pIzarra y oro en el suelo y el alma de México.
(Miguel Ahumada , 12 de diciembre 2017)
Aunque no soy un aficionado a los toros, es algo que dentro de mi familia es tradición. Personalmente no le he encontrado el gusto, pero vaya que disfrute la crónica de la corrida!!!
Muchas gracias por ésta lectura!