Actualmente los robots o los sistemas computacionales se han posicionado en el mundo laboral de manera permanente; automatizan procesos, simplifican los métodos, ahorran tiempo y recursos y por ende eliminan fuentes de empleos para las personas; sin embargo, a pesar de que este panorama parece muy preocupante, hay algunas habilidades que les darán ventaja a los humanos sobre la Inteligencia Artificial (IA).
Ciudad de México.- Si bien los empleos de futuro están relacionados con todo lo que tiene que ver con el desarrollo y aplicación de los sistemas digitales que ya son aplicables en todos los ámbitos de la vida moderna, existen algunos elementos inherentes a los seres humanos que se pueden aprovechar para adaptarse a la denominada revolución 4.0 y poder ser parte de estos procesos de cambios.
Según lo considera Alistair Cox, CEO de la empresa de reclutamiento Hays, a pesar de que las máquinas y los robots harán todos los trabajos mecanizados y repetitivos de las fábricas y las industrias, “se incrementará la demanda de habilidades relacionadas con inteligencia emocional, por lo que los humanos no dejarán de ser necesarios”.
En este sentido, las características únicas que dábamos hasta hace algunos años como intrascendentes y hasta inútiles, pueden ser el salvavidas para permanecer en el mercado laboral que algunos expertos opinan, será dominado por los robots y las máquinas autónomas.
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Sin embrago, a pesar de todo su poder y su capacidad de almacenamiento de datos, “aún no hemos visto un algoritmo que pueda entender y procesar elementos como el humor, temperamento o entusiasmo, de forma tan efectiva como lo hace una persona”, señaló la directiva en declaraciones que retoma Radio Fórmula.
De tal manera que escuelas de educación superior como la University Technical Colleges (UTC), de Inglaterra, agrega a los planes de estudio de los ingenieros, científicos y técnicos del futuro, otros conocimientos como “razonamiento, análisis y solución de problemas, habilidades sociales, pensamiento creativo, escucha activa, comunicación persuasiva, management y habilidades de negocio”, según explica la misma institución.
Así, paradójicamente cuando el ritmo de trabajo actual parecía que iba a convertir en robots a los empleados, ahora las emociones y las características únicas de cada persona, podrá ser su mayor capital para poder competir con las máquinas súper poderosas que amenazan con dominar el entorno laboral.
