Una visión simplista dice que mientras menos calificados sean los trabajadores mejor será para los patrones, porque así les pagan menos y les exigen más; sin embargo, esto genera un estancamiento en el crecimiento de los negocios, un servicio pobre y deficiente y a nivel general, poco desarrollo del país, por eso las empresas deben aumentar habilidades y capacidades laborales de sus empleados.
Ciudad de México.- De acuerdo a un estudio realizado por GINgroup, en México existe un desfase con respecto al mercado laboral, ya que si bien hay sectores de vanguardia que están al día en desarrollo e implementación de nuevas tecnologías para mejorar todos sus procesos, la mayoría de los trabajadores siguen estancados en un nivel muy pobre de capacitación.
Esto a partir de que sólo 16 por ciento de adultos de entre 25 y 64 años de edad ha cursado estudios en educación superior y esto deriva en mano de obra poco calificada, sueldos muy bajos y la necesidad de ser parte de la economía informal como medio de sustento.
Por eso las empresas deben aumentar las habilidades y capacidades laborales de sus empleados, ya que como lo señala el sitio Merca 2.0, “se genera una baja productividad y menor crecimiento, lo que representa mayores costos sociales y pérdida de ingresos fiscales, recursos que de captarse podrían destinarse en inversiones para incrementar prestaciones educativas y formativas”.
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Para romper con el círculo vicioso que se ha generado en México por las condiciones existentes, en donde la poca educación solo abre espacios laborales mal pagados y esto lleva a las personas a la informalidad, se necesita que sean las propias empresas las que creen espacios de capacitación y desarrollo como parte de su política.
De acuerdo a Raúl Beyruti Sánchez, presidente de GINgroup, se debe apoyar a los colaboradores “así como dotarlos de las habilidades, destrezas y competencias que los hagan cada día más productivos y competentes, lo que sin duda repercute en avanzar como nación en la generación de empleos formales”.
Esto debido a que no solo está en riesgo la posibilidad de mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sino que sin “una inversión adecuada en el desarrollo de destrezas, habilidades y competencias se corre el riesgo de que el progreso tecnológico no se transforme en crecimiento”, asegura el Informe de Estrategia de Competencias, Destrezas y Habilidades de México 2017 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
