La Crisis Internacional y la Información Global

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La crisis económica y financiera internacional en marcha es la primera que ocurre dentro de un ambiente de información disponible globalmente, casi de manera instantánea.  De igual manera, por la velocidad de la difusión de la información, es la primera gran crisis que ha sido acompañada por análisis y estudios que, en otras épocas, hubieran tardado años en estar disponibles para el público.  Por ambas razones, algunos prestigiados medios de comunicación han visto crecer exponencialmente el número de sus lectores, en tanto otros languidecen, han mudado del papel a la difusión on-line o francamente han desaparecido.

 

Dentro de los medios que han evolucionado de manera impresionante sobresalen, sin duda, El País de España y The New York Times (The NYT), persistentemente referidos por este analista en sus escritos.  En el presente entorno de cambio de la comunicación y de los medios emergió El Semanario Sin límites, cuyos progresos y mejoras de contenido y formato enuncian su clara consolidación dentro de los medios on-line, que probablemente vaya a tener un impacto más allá de las fronteras mexicanas.

 

En efecto, los nuevos medios electrónicos han posibilitado no sólo acceder a la información noticiosa de casi todo el mundo, sino también hacerlo casi al instante de que la información se va generando.  Al mismo tiempo, vía Facebook, Twitter, u otras formas de socialización, los medios pueden detectar los “topics”, temas y las noticias que la “red” hace visibles y potencia de manera “viral”.  Es decir, con una reproducción de manera geométrica o exponencial, hasta poder llegar en un par de horas a audiencias sociales integradas por miles o cientos de miles de participantes.

 

Indudablemente que este proceso “viral” está más allá de cualquier posible control o manipulación que los medios de difusión y comunicación pretendan hacer.  Pero también es indiscutible que ello ha hecho que los propios medios cambien las prioridades de sus contenidos y la velocidad de su difusión.  Muchas veces los trending topics han creado la noticia para los medios y por sus posibilidades tecnológicas, de voz e imagen, han terminado por avasallar a los medios electrónicos como la TV y la radio, tal como sucedió en la pasada elección presidencial en México.  Este proceso ha llegado, por su importancia y pertinencia, al extremo de que ciertos sitios que abordan temas delicados, como el narcotráfico, han terminado por ser administrados anónimamente o han sido cerrados, por el riesgo físico que implica para sus operadores.

 

En este trend, la crisis internacional ha hecho que sistemáticamente se de seguimiento a la información del acontecer financiero a nivel global.  Especialmente la situación económica de Estados Unidos (USA) y la Unión Europea (UE) ha sido seguida desde los grandes titulares, hasta abordar el detalle de la información difundida por las secciones de negocios y mercados financieros.  Hecho, éste último, que no debe de extrañar, por la naturaleza y magnitud de la crisis. Lo que ha hecho que para el gran público emerjan vocablos que técnicamente eran de la “jerga” de economistas y financieros, tales como “recesión”, default, “derivados”, “prima de riesgo”, entre otros muchos más.  Esto ha ampliado no sólo el léxico de la ciudadanía lectora, sino también ha abierto interrogantes cotidianas sobre la economía y las finanzas.

 

Desde 2008, los medios tradicionales y electrónicos de información han dado cuenta no sólo de la evolución financiera global, sino también de sus efectos en los principales países afectados, especialmente en la caída de sus niveles de producción y empleo.  Obviamente, desde el inicio de la crisis, el seguimiento de las hipotecas, su no pago y los llamados “desahucios” de vivienda han ocupado buena parte de las noticias internacionales.  De igual manera, los movimientos sociales generados por la crisis, en la especificidad de cada país, han sido ampliamente cubiertos y difundidos por los medios.  Hoy casi cualquiera asociaría a los “indignados” a la crisis financiera, o los “ocupa” a las familias desalojadas de su vivienda.

 

Uno de los cambios cualitativos más importantes que la crisis ha generado en los medios y sus contenidos es la difusión electrónica de análisis y estudios de la economía y las finanzas.  Estos análisis y estudios, más allá del clásico formato académico, han sido hechos sobre aspectos específicos de la crisis y a partir de conjeturas sobre causas, tendencias y consecuencias de las políticas instrumentadas para paliarla.

 

Tal difusión ha sido posible a través de columnas, algunas de ellas creadas antes de la crisis, pero que han acrecentado en los últimos años el interés del público sobre ellas.  La riqueza de los contenidos difundidos ha sido de tal naturaleza que se han desatado públicamente controversias “técnicas” y descalificación de expertos y analistas, a nivel, incluso, de Premios Nobel de Economía.

 

Fehacientemente, la difusión de las controversias técnicas ha terminado, en la mayoría de los casos, por esclarecer posiciones políticas en los blogs que posibilitan la difusión y seguimiento de las discusiones y debates.  Los blogs han ayudado a que los lectores puedan, además, acceder a sitios especializados en economía, anclados en diferentes partes del mundo.  Pero, además, con la retroalimentación de la opinión de los lectores, los blogs han permitido desatar debates permanentes sobre un tópico o algún posicionamiento hecho público.

 

Paul Krugman ha sido un emblemático autor por la cantidad y calidad de los artículos y análisis presentados en su columna del NYT, “The Conscience of a Liberal” cuya frecuencia es de más de un artículo por semana.  Su blog ha mantenido abierta la polémica entre “austerianos”, que siguen sosteniendo que la mayor liquidez y gasto del gobierno generará aumento de las tasas de interés, inflación y menos crecimiento, y aquellos economistas que siguen el pensamiento keynesiano de un mayor gasto directo del gobierno, para aumentar la demanda interna y abatir la “preferencia por la liquidez”, que deprime el consumo y hace que la política monetaria vea mermado su impacto anti-crisis.

 

Junto con Krugman, otros economistas con altas credenciales, como Brad DeLong, hoy en la universidad de California, han acrecentado las visiones por un mayor activismo del gobierno para salir de la crisis y han demostrado la improcedencia técnica de las medidas aplicadas en la UE para mantener a flote el Euro y sacar del letargo económico a Europa.  La velocidad de difusión de los medios generó que el análisis de Carmen M. Reinhart y Kenneth Rogoff sobre la “relación” causal entre deuda pública y menor crecimiento económico, más allá del umbral del 90%, fuera cuestionado técnicamente y casi desechado globalmente.  Después de que ello había sido la base y justificación de las políticas de austeridad promovidas por el Partido Republicano en USA y aplicadas en la UE.

 

En el pasado, tales debates, estudios y controversias habrían sido publicados en revistas especializados después de varios años de los acontecimientos y serían aireados básicamente en círculos académicos y de expertos, muy lejanos al público en general.  La crisis internacional le ha dado un contenido más profundo a los medios de difusión y ha acrecentado una mayor generación de conocimientos, que está a la vista del público lector especialmente en idioma inglés.  Esto, independientemente de que los artículos son traducidos con retraso de días en otras lenguas y medios, como sería el caso de El País de España.

 

Ya al inicio de 2011, en Portugal y en España tuve la oportunidad de ver y palpar directamente la crisis que había visto documentalmente emerger desde inicios de 2008.  Crisis sobre la que previne a algunos colegas y documenté en varios trabajos presentados en la Cámara de Senadores.

 

Desde mediados de 2000’s pude entender la crisis que se avecinaba por el desequilibrio económico de USA y de algunos países de la UE como consecuencia del déficit en la cuenta corriente.  Eran ya evidentes los grandes flujos financieros que con ello se generaban y sus posibles efectos futuros adversos.  Hoy la confusión sobre el origen de la crisis continua, sin aceptarse, como lo ha enfatizado Krugman, que tiene una causa económica cuya virulencia ha sido acrecentada desde la esfera financiera y retroalimentada por las políticas de reducción de la deuda pública.  Sigue sin aceptarse mayormente que la deuda pública en USA y la UE acrecentó la crisis económica y la hizo casi explosiva en ciertos países por las mismas políticas seguidas para reducirla.

 

El seguimiento informativo de la crisis y las noticias sobre México en los medios internacionales, especialmente en sus formatos electrónicos, me han hecho más llevadera y menos dolorosa una injusta circunstancia a la que se me ha visto sometido por casi dos años.  Ello en un país en donde la justicia debería ser el primer paso para acabar con la impunidad, que es lo que más lacera a todos los mexicanos, como parece ya haber comprendido Enrique Peña Nieto.

 

En ese tiempo, El Semanario me ha dado la oportunidad de plasmar mis análisis e ideas sobre el devenir económico y financiero global.  También me ha permitido analizar la realidad mexicana, alertando que México ni es USA, que cuenta con la moneda del “mundo”, ni la UE, que lucha por mantener a flote una divisa propia, por lo que sus pasivos públicos pueden acrecentar aún más los pasivos sociales y económicos que tanto sufren desde hace lustros millones de mexicanos.  Espero seguir presente en estas páginas y contar con el apoyo futuro de los lectores.

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