No son las reglas de origen o la cláusula sunset, tampoco es la temporalidad de los productos agrícolas o la resolución de controversias las que pueden poner en riesgo el tratado trilateral, más bien algunos congresistas de Estados Unidos ven en los salarios de México la muerte del TLCAN, ya que aseguran que si no se modifican las condiciones laborales en nuestro país, ninguna propuesta de modernización va a ser aprobada por ellos.
Ciudad de México.- Este es un tema que ha salido a la luz en diversas ocasiones pero en todas ha sido tocado de manera aislada y nunca se ha puesto énfasis en la trascendencia ni en la importancia que tiene para Estados Unidos y Canadá, pero el hecho de que los salarios en México estén muy por debajo de lo que se paga prácticamente en todo el continente americano, es la “sentencia de muerte” del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Así lo señalaron los congresistas demócratas Bill Pascrell, de Nueva Jersey, y Sandy Levin, de Michigan, quienes de manera directa aseguraron que si no se modifican las condiciones laborales actuales en México y además se aprueba la nueva ley laboral propuesta por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ellos no van a aceptar ningún acuerdo del TLCAN.
“Si México no deja de reprimir los salarios de sus trabajadores no sólo será un obstáculo para un nuevo acuerdo comercial, será una sentencia de muerte para cualquier acuerdo que apruebe el Congreso”, dijeron los congresistas en declaraciones que retoma El Financiero.
Y a pesar de lo que han dicho los representantes mexicanos quienes aseguran que los salarios no es un tema que esté a discusión en las mesas de negociaciones, para Pascrell y Levin “los derechos laborales en México no son un tema que puedan eludirse“, ya que consideran es “el tema central que debe abordarse en cualquier reforma del TLCAN”.
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Sindicatos de Estados Unidos también protestan
Pero los congresistas no son los únicos que han levantado la voz al respecto, ya que agrupaciones sindicales tanto de Estados Unidos han hecho públicas sus preocupaciones al respecto de las condiciones laborales y los salarios que se pagan en México, lo que les preocupa debido a que propician la fuga de empleos de sus países.
Y esto empeora con la iniciativa de ley que se discutirá en el Congreso mexicano sobre eliminar las restricciones para las contrataciones outsourcing, lo cual implicaría que todos los empleados de una empresa podrán ser contratados bajo este esquema y eliminar las responsabilidades de los patrones y reducir las prestaciones de ley a los empleados.
Al respecto, la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), la mayor federación de sindicatos de Estados Unidos, envió una carta a Robert Lighthizer señalando su preocupación al respecto y la necesidad de que en las negociaciones del TLCAN se toquen de fondo estos temas.
Así, para Richard Trumka, presidente de la AFL-CIO, la nueva reforma de ley laboral en México “limitaría la libertad de asociación y promovería el trabajo precario, lo que probablemente haría que los salarios mexicanos fueran aún más bajos y alentaría la contratación externa de empleos estadounidenses y canadienses”.
Bajo este escenario, los congresistas aseguraron que incluso el propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, estaría de acuerdo en no aceptar alguna modernización del TLCAN si no se modifican los salarios en México, algo que complica aún más el panorama para nuestro país.