Primum non nocere (“Lo primero es no hacer daño”)

Lectura: 5 minutos

Mi amigo Salvador Rodríguez, después de haber leído la nota que sobre Oliver Sacks escribí la semana pasada en este mismo espacio, me escribió para sugerirme una lectura y la posibilidad de comentarla con ustedes. Hace muchos años, al principio de mi carrera profesional trabajé varios años al lado de Salvador, un cirujano general espléndidamente preparado que ejercía con enormes valores éticos, humanísticos y, por supuesto, los propiamente quirúrgicos; un poco de manera inexplicable me incorporé a su equipo como internista. Fue una época rica en experiencias, éxitos, satisfacción profesional y de gran aprendizaje, hasta que él, cumpliendo con las fechas que hacía mucho tiempo había establecido para retirarse, se retiró. Las sugerencias, las recomendaciones de Salvador las sigo tomando como indicaciones y por ello me di a la tarea de buscar el libro y leerlo, ahora pasaré a comentárselos y recomendarlo ampliamente. El libro se llama Ante todo no hagas daño (Do not harm) de Henry Marsh.

Marsh

Marsh es un neurocirujano inglés que escribió este ensayo entre relato, memorias y análisis. El libro va por su onceava edición en español. Fue publicado por primera vez en inglés en 2014 y la primera edición en español en enero de 2016. Lo que quiere decir que ha sido un enorme éxito editorial, prácticamente un Best Seller. Estuvo en la lista de los más vendidos del Sunday Times y el New York Times, y escogido como el Mejor Libro del Año por el Financial Times, obtuvo varios premios el PEN Ackely y South Bank Sky Arts.

Henry Marsh
Henry Marsh.

Marsh ejerció en un hospital de las afueras de Londres, por lo que se percibe con mucha dedicación y mucho éxito. Su preparación tuvo peripecias y altibajos, estudió medicina, por lo que se percibe sin gran entusiasmo, pero después de un tiempo descubrió la neurocirugía y quedó subyugado, aunque también se adivina que la neurocirugía lo atrapó.

El libro está escrito de una forma muy médica, cada uno de los 25 capítulos es un caso clínico en el que relata lo acontecido con un enfermo, en la mayoría de estos no se circunscribe a un caso sino que amplía la panorámica a otros, algunos relacionados y otros no tanto, el resultado es que está hecho alrededor de lo acontecido con los enfermos que ha tenido a su cargo.

Destacan muchos aspectos, quizá, el principal, es como siempre aborda a cada paciente de una manera individual. En muchos de los capítulos resalta la importancia que le ha dado conocerlos de una manera completa, analizando siempre la historia clínica, no sólo los resultados de las pruebas de imagen que en su especialidad son fundamentales; con frecuencia relata cómo insiste ante sus alumnos por empezar por los datos del paciente antes de de ver y analizar las imágenes. Como explica o intenta explicar las cirugías que va a realizar, sus perspectivas y riesgos, no sólo para llenar un requisito burocrático y que sea firmado por el paciente y sus familiares, sino realmente para explicar la complejidad del acto y sus riesgos, comenta cómo con frecuencia lo hace o vuelve a hacer la noche anterior en que sea realizado; inclusive si la operación era el lunes, lo hacía el domingo por la tarde. Dedicaba o dedica largos espacios a la consulta de sus enfermos para preparar los tratamientos y luego para vigilar los resultados. A lo largo del libro nos percatamos de que ocupa largo tiempo a operar a sus enfermos y a hablar con ellos.

Henry Marsh

Pareciera que el motivo central del libro es relatar lo que Marsh considera fracasos, más que para relatar el propio ejercicio de su profesión. La sensación de soledad, de tristeza, de desamparo ante no haber obtenido en lo realizado lo que él y sus enfermos esperaban. Muchos de los casos que relata son más fracaso de la técnica quirúrgica ante dificultades sin posibilidad de ser resueltas que errores propiamente dichos. A lo largo del libro se perciben solamente dos que pudieron ser errores, uno el de un paciente a quien ve muchos años después en un asilo donde asiste a visitar a otro enfermo. Y, entonces, nos relata cómo sucumbió a la tentación de operar un caso muy difícil, después de que un neurocirujano de gran prestigio le recomendó que lo operara él, que el caso era para un cirujano joven, pujante y hábil como Marsh. Sin embargo, no pudo resecar el tumor totalmente, lesionó vías nerviosas muy importantes y el enfermo quedó con secuelas muy severas. En el otro caso se trataba de una lesión de una raíz nerviosa, mientras se realizaba la resección de una hernia de disco; la cirugía la estaba practicando un residente, pero él asume y sufre la culpa, aunque logra que el paciente y su familia comprenda lo sucedido, gracias a que tenía una magnífica relación con ellos. Nos comenta un caso en que su seguro tuvo que cubrir una cantidad muy elevada pero no nos describe todas las situaciones que lo originan.

Lo cierto es que su ejercicio profesional, aunque está lleno de éxitos, sufre descalabros que él resiente enormemente en lo anímico.

Destaca su gran compromiso por la enseñanza, por la preparación de futuras generaciones, las reuniones matutinas con sus alumnos deben ser una delicia, en las que todos resultan beneficiados incluidos el maestro y los pacientes.

Hay una aventura que se prolonga largo tiempo, en Ucrania, no me queda claro cómo se origina, pero seguramente tuvieron que ver sus deseos de ayudar a más enfermos y enseñar a más médicos, el caso es que asiste a este país a atender pacientes en condiciones muy deficientes y en ocasiones decide trasladar a los pacientes a Inglaterra para ser atendidos, lo que le ocasiona muchas dificultades y contratiempos. Marsh genera una amistad larga con un alumno, Igor, que se extiende en el tiempo a pesar de las dificultades del idioma, la distancia y otras diferencias.

Se percibe a lo largo del tiempo su actitud crítica ante el servicio de salud inglés, sus carencias y los esfuerzos para mejorarlo con estrategias gerenciales que él considera vejatorias para los enfermos, para la eficiencia de la atención y para el liderazgo del médico que es finalmente el responsable de la atención.

Un magnífico libro que además de que puede ser leído con gran satisfacción por mucha gente, entre los pacientes pueden comprender la enorme responsabilidad y compromiso que tiene el médico, cuando menos muchos de ellos. También resultaría muy útil para algunos responsables de la atención médica, al comprender las dificultades que el ejercicio de la medicina conlleva. Pero, sobre todo, por los médicos, los estudiantes, independientemente de su grado de avance, podrían asomarse a recovecos que en ocasiones no son percibidos, a pesar de su gran trascendencia, en la vorágine del ejercicio cotidiano.

Este libro explica plenamente por qué algunas Escuelas de Medicina han establecido como materia la Narrativa Médica, la cual permite estudiar, analizar y reflexionar sobre aspectos humanísticos del ejercicio de la profesión. Ante todo no hagas daño de Henry Marsh es un magnífico ejemplo de Narrativa Médica, además de que es un ejemplo de autobiografía sincero y crítico.

Lecturas recomendadas:

  • Henry Marsh. Ante todo no hagas daño. Salamandra. 11ª edición. Barcelona. 2017
  • Alberto Lifshitz. Los fracasos de la medicina y otros ensayos. Palabras y Plumas Editores. México. 2017.
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Juan Carlos Arguelles Ximenez

Excelente recomendación Doctor, y como siempre, un placer leer sus reseñas!

Ricardo Juarez Ocaña

Gracias por extraordinario comentario de la lectura
consideró este libro para recomendar su lectura con principal atención a los profesores de posgrado, enfocados a la enseñanza de la técnica sin considerar el aspecto clínico y humano de la relación médica con los enfermos
Un abrazo Dr Ramiro

Marcela Braun

Gracias, siempre es re confortable saber qué hay gente responsable, comprometida y que se encuentra en el lugar y momento indicado.
En hora buena!
Marcela Braun

Guillermo Franco Abreu

Gracias y Felicidades por tus publicaciones. Las sigo con interes y te recuerdo con cariňo. Es Salvador Z verdad?

Patricia Morán

Indiscutible, el contacto y compromiso con cada paciente conllevan en ls mayoria de los casos a tener los resultados esperados, situación que produce una gran satisfacción por psrte del médico y una gran felicidad sl paciente.
Comentario aparte hoy hace precisamente un sño fui intervenida quirúrgicamente por un gran neurocirujano, Dr Lorenzana y saben, después de esto, vivo muy feliz
Dr Ramiro como siempre, extraordinario

Sofia Scholar MD

My muy estimado Dr Ramiro este libro será esta semana mi entretenimiento pero también mi tarea después de leer 2 libros de Sacks este será más relajado e interesante. Muy importante lectura para los estudiantes y uno ya viejo para ver si hemos vivido ejercitando medicina primero no hagas daño. En onrabuena. Muy buen semanario.

Jesus Ruiz Macossay

Don Manuel Ramiro como siempre es un deleite leer tus expresiones, precisas e ilustrativas que sonnproducto de conocimiento, vida medica, conciencia personal y formación humanista. Un saludo

Hector Carlos Hernandez Garcia

Dr. Ramiro muchas gracias como siempre, independientemente de la responsabilidad que representa para los diferentes doctores el tratamiento de cada caso, me recorde de una frase que es muy cierta en la vida ” de tus aciertos nadie se acuerda de tus errores siempre se acuerdan” y para cualesquiera siempre los errores profesionales son de los que nos acordamos y como en este caso lo importante es superarlo para que la “riqueza de ese error” sea benefica para los siguientes pacientes . Un abrazo

Que bueno Dr que da a conocer la obra del doctor Marsh, es muy sugerente, se puede ver esto en el corto tiempo que lleva su publicación el número de ediciones que tiene. Considero que es de utilidad para las personas dedicadas a la medicina, pero también para las que se tienen se tienen que ponerse en manos de los médicos, en especial de los especialistas y sobretodo de los cirujanos.

Salvador Rodríguez martínez

tte. Dr. Salvador Rodríguez Martínez

Estimado Manuel:

Leí con mucha atención el comentario que haces del libro “Ante Todo no Hagas Daño” del doctor Marsh. La reseña que haces del libro es excelente. Pienso sinceramente Manuel que, difícilmente, alguien que no fueras tu, hubiera hecho mejor comentario que el que tu has hecho de este libro. ¡Enhorabuena!

Por último, muchas gracias por las palabras inmerecidas que haces, en tu comentario, de mi persona.

Un abrazo.

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