El destino de Orhan Pamuk

Lectura: 3 minutos

Una de las cuestiones que han atribulado al hombre a lo largo de su historia es si está predestinado o si, al contrario, es libre de elegir su propio camino. ¿Existe una fuerza superior que dicte nuestras acciones o somos simples productos del azar? Para Cem, el protagonista de la última novela de Orhan Pamuk, La mujer del pelo rojo, la pregunta empieza a tomar forma una noche bajo el cielo estrellado del lugar en donde él y su maestro cavan un pozo. Su padre lo había abandonado y el maestro, que lo sustituía de alguna manera, le contaba historias después de las jornadas de trabajo. Esa noche le pidió que fuera él quien le contara una. Sin razón aparente, a Cem se le ocurrió narrar el Edipo Rey de Sófocles; a partir de ese momento, la historia va y viene entre el mito en que el hijo no puede escapar de su destino y acaba asesinando a su padre, y el de Rostam y Sohrab, en donde es el padre quien mata a su hijo sin proponérselo.

Cem se convierte en un exitoso hombre de negocios, se casa con una mujer ideal para él y es feliz. Sin embargo, por más que se esfuerce para olvidar, lo atormenta un evento de su época como aprendiz de pocero y crece su obsesión por ahondar en los mitos a los que me refiero antes: uno de occidente, el otro de oriente. Aun cuando cree que concentrarse en la empresa inmobiliaria que creó, no pasa mucho tiempo sin que su mente lo regrese a la tarde en la excavación que definirá el resto de sus días.

ORhan pamuk

Al igual que el protagonista de su historia, Pamuk también tiene una obsesión: Estambul. Las primeras páginas de la novela transcurren en el cerro de la excavación desde el que se alcanza a vislumbrar el lejano fulgor de la ciudad; luego, somos testigos de un crecimiento cada vez más occidentalizado que engulle todo a su paso. Incluso las estrellas han quedado ocultas por las luces de la metrópoli. En la segunda parte del libro, con la perseverancia de los héroes en las tragedias, Cem hace un viaje en busca del viejo pozo y de la actriz de teatro con quien pasó una noche en su adolescencia. Sería prácticamente imposible encontrarlos en lo que se ha convertido en un suburbio de Estambul, pero la mujer del pelo rojo se encargará de que cumpla su cometido. ¿Cuál es su papel en la novela? Su mejor actuación es la de la madre en la tragedia de Rostam y Sohrab. Invariablemente, su llanto hace que el público guarde silencio ante la magnitud de la desgracia. “¡La vida imita a las leyendas!”, exclama años más tarde, después de su reencuentro con Cem.

Pero, ¿estamos realmente frente a una de las muchas historias de profecías autorrealizadas? Creo que la maestría de Pamuk se debe a la sutileza con que siembra en el lector otros temas de reflexión. Uno de ellos,  la influencia que puede tener en una vida alguien a quien se haya visto un par de veces, quizás una sola. ¿Será posible que una persona que recorrió con nosotros una pequeña parte de nuestro camino, y por azar, sea capaz de cambiar nuestro futuro? ¿Destino y casualidad podrían así entrelazarse?

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x