Definitivamente el presidente de los Estados Unidos no considera a nuestro país como un buen socio en ningún ámbito y por eso el TLCAN, migración y aranceles, son los motivos de la guerra de Tump contra México.
Ciudad de México.- No hay avances en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ambos países ya impusieron aranceles a las importaciones y la migración ilegal sigue obsesionando a Donald Trump.
Esta combinación de factores ha hecho que la relación entre Estados Unidos y México esté en un momento de tensión y distanciamiento inaudito, ambos países se encuentran en la antesala de una guerra comercial y con discursos racistas y discriminatorios por parte de Trump hacia el pueblo mexicano.
Luego de ser duramente criticado por separar familias migrantes y dejar a los niños aislados de sus padres, Trump cambió estas medidas por unas más “humanitarias” pero no así su discurso respecto a México.
“Francamente ellos alientan a la gente para caminar por México hacia Estados Unidos, porque sus narcotraficantes, sus traficantes de personas, sus coyotes, son unas bellezas”, dijo el presidente estadounidense.
Y agregó: “México no está haciendo nada por nosotros. Nada. Ellos tienen las leyes de inmigración más duras y podrían hacer todo lo que quisieran. Podrían mantener a la gente fuera de México”.
Esto te puede interesar: Reducir dependencia, la clave para enfrentar guerra comercial con EEUU
El odio racial lo traslada a los negocios
Desde su postura, como nuestro país no hace nada por frenar la migración ilegal e “invitar” a los centroamericanos a caminar por territorio nacional como si fuera “Central Park”, entonces hay que apretar a México desde el flanco comercial.
La mejor herramienta es el TLCAN, desde donde Trump ha tratado de controlar las condiciones comerciales con México y Canadá para modificar ciertos temas y que favorezcan a Estados Unidos, en una postura que ha rayado en la intransigencia, según las fuentes oficiales que participan en las negociaciones.
Por lo que respuesta de Trump es simple: “Estoy siendo muy duro con el TLCAN porque es un acuerdo terrible para Estados Unidos”, aseguró el mandatario estadounidense.
Y volvió a culpar a nuestro país de “abusar” de ellos, ya que “México está ganando 100 mil millones de dólares al año. Y una de las razones por las que estoy siendo duro es porque no hacen nada por nosotros en la frontera”.
Es decir, la política negociadora del ocupante de la Casa Blanca se centra en el premio y el castigo; en una actitud reactiva y no propositiva de las cosas.
Guerra comercial tiene un lado oscuro para México, según Naciones Unidas
Aranceles a autos nuevos
Y si no bastaba el TLCAN y los aranceles al aluminio y al acero de origen mexicano y canadiense, hablando de sus socios regionales, ahora Trump está decidido a imponer nuevos impuestos a las importaciones de autos nuevos.
Esto se deduce luego que Trump amenazó de forma directa a la Unión Europea con un impuesto de 20 por ciento a todas las importaciones de vehículos que entren a su país.
“Basándome en los aranceles y las barreras al comercio que Estados Unidos y las grandes compañías y los trabajadores sufren en la Unión Europea, si estos aranceles y barreras no se eliminan pronto, estaremos aplicando un arancel del 20 % sobre todos sus automóviles“, dijo el mandatario.
Pero el problema real es que ya existe una investigación en ese mismo sentido en contra de México y Canadá, por lo que seguramente si no hay avances en las negociaciones del TLCAN y en los temas migratorios, aumentarán las tensiones en el campo de batalla de la guerra comercial.