Mario Zulaica matador de toros potosino dejó de torear los años recientes para dedicarse a la administración de varios toreros, del proyecto Tauromagia, que encabeza el abogado Julio Esponda. Pues bien, el viernes 23 de agosto de 2013 se despidió ante sus paisanos en la plaza Fermín Rivera para formalmente dar un broche a su ilusión primera que fue la de convertirse en figura del toreo.
Su carrera fue magra y ahora se destaca en la conducción de toreros,como los que le acompañaron en su emotiva despedida, Arturo Saldívar y Sergio Flores. Ese día por la tarde sorteó los toros para los tres y luego entre los toros que le correspondieron lidiar (que fueron tres) se dio tiempo para desde el callejón aupar a sus toreros y también les brindó en alguno de ellos, en su noche de despedida.
En su tercero y último, recibió a Hermoso Cariño toro de Julián Hamdan con el que se cortó la coleta, recibiendo con faroles de rodillas para luego torear con la muleta con calidad, aprovechando el buen recorrido del burel. Así se despidió Zulaica y con las Golondrinas sonando en las alturas, el matador dio vuelta al ruedo con la oreja en la mano como premio.
Arturo Saldívar estuvo hecho un león como acostumbra y recibió una oreja por la faena al segundo de su lote con el que se jugó literalmente la epidermis, en su primero estuvo cumbre. Sergio Flores no se quedó atrás en valentía y aunque regaló también un astado como Mario, no fue posible obtener trofeos por fallar con la toledana. Noche curiosa, para la anécdota, la de la despedida un torero.
