Científicos europeos descubrieron que el ojo humano es capaz de detectar “imágenes fantasmas”, cuya característica es que están codificadas en patrones aleatorios, los cuales se consideraba sólo podían ser descubiertos por computadoras.
Londres, Reino Unido .- A través de un artículo publicado en Live Science, investigadores de la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo y la Universidad de Glasgow explican que el ojo humano es capaz de realizar los cálculos necesarios para de alguna manera detectar todos los patrones necesario para generar “imágenes fantasmas”.
En declaraciones retomadas por Notimex, Daniele Faccio, coautor del estudio, indicó que en una cámara normal, varios píxeles toman la luz de una fuente, como el Sol, para crear una imagen. Pero las “imágenes fantasmas” son lo opuesto, “comienzan con múltiples fuentes de luz en una matriz predecible, con la luz recogida por un detector de punto único, llamado “cubo”.
El experto dijo que existe una forma más rápida de obtener imágenes fantasma que la tradicional, en lugar de escanear la escena con una sola fuente de luz, los científicos observaron que pueden proyectar patrones en una escena. Así, la luz que rebota del objeto más el patrón se puede medir.
La diferencia entre ese patrón de luz y el original proyectado contiene la “imagen fantasma” que una computadora puede extraer de manera matemática de los datos. Este tipo de instantáneas se ven como una débil representación en escala de grises de la original.
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Crédito: Daniele Faccio
Daniele aseguró que hacer “imágenes fantasmas” implica dos pasos matemáticos, el primero es combinar los patrones originales y los patrones tal como aparecen después de proyectarse en el objeto. Lo anterior se hace mediante la multiplicación del patrón original contra la señal de luz hecha por el objeto y el patrón en cada punto. El segundo es resumir todos esos números en toda la escena.
“La pregunta que nos hacíamos a nosotros mismos era: ¿Puede el cerebro humano hacer esto?”, dijo Faccio. Su investigación asegura que si y lo mismo se debe a que el ojo humano tiene una frecuencia de actualización lenta.
