El agresor, un joven de 18 años, se quitó la vida después de disparar en contra de sus compañeros en un centro educativo de Crimea, dejando al menos 18 muertos y alrededor de 50 heridos.
De acuerdo con información de la Guardia Nacional rusa citada por la agencia TASS, la mayoría de las víctimas son adolescentes que perdieron la vida durante el tiroteo, mientras que la detonación de un explosivo de fabricación cacera causó daños en decenas de jóvenes.
Sergei Aksyonov, jefe de la administración de Crimea, región anexada a Rusia en 2014, afirmó que el principal sospechoso era un estudiante del instituto ubicado en la ciudad portuaria de Kerch.
La Defensa de Rusia, ordenó la movilización de elementos militares en la zona. Varios oficiales y la misma directora del instituto de formación profesional, citados por El País, han afirmado que un hombre armado entró al colegio, dejó la bomba en la cafetería y luego empezó a disparar a todo el mundo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha declarado que los motivos del suceso están siendo estudiando con detenimiento y ha expresado sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Hasta el momento, ninguna organización se ha atribuido el ataque.
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