Acepta Italia negociar con UE en medio de datos económicos negativos

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Tras meses de enfrentamiento con la Comisión Europea, que rechazó su presupuesto para 2019 y la amenaza de un procedimiento de infracción por déficit excesivo, el gobierno de Italia ya dio señales de apertura, mientras recientes datos económicos han encendido todas las alarmas.

 

El Ejecutivo italiano, formado por el antisistémico Movimiento 5 Estrellas y la derechista Liga, confirmó en su maniobra presupuestaria para 2019 un déficit público del 2.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), con lo que entró en colisión con la Comisión Europea, que inicialmente pedía el 0.8 por ciento y luego aceptó un techo del 1.6 por ciento.

Con la apertura del gasto, el gobierno italiano -que inició en mayo pasado- pretende cumplir con sus principales promesas electorales, como la llamada renta mínima de ciudadanía para los desempleados (de 780 euros mensuales por persona), la rebaja de la edad de la jubilación, además de condonaciones y disminuciones fiscales.

Pero con una deuda pública del 131 por ciento de su PIB, la tercera economía de la Unión Europea fue acusada por Bruselas de incurrir en “un derrape fiscal sin precedentes en la historia del Pacto de Estabilidad” y la amenazó con un procedimiento de infracción por déficit excesivo que se traduciría en multas millonarias.

Según el economista Nicola Borri, docente de Economía Financiera de la Universidad Luiss de Roma, el principal problema del presupuesto italiano es que se basa en previsiones no realistas de crecimiento, además de que no contempla medidas expansivas, pese a que el gobierno afirma lo contrario.

“Este presupuesto no es expansivo, porque la mayor parte de los recursos financiarán pensiones más generosas, lo que no estimula el crecimiento, ni el mercado laboral, mientras la renta de ciudadanía, que en línea de principio ayudaría a las personas en dificultad, terminaría por convertirse en una medida únicamente asistencialista”, dijo Borri a Notimex.

Resaltó que apenas la semana pasada los datos oficiales encendieron todas las alarmas, pues en el tecer trimestre del año hubo un crecimiento negativo de 0.1 por ciento por primera vez desde 2014, al tiempo que un reporte de Goldman Sachs estimó que en 2019 la economía italiana tendrá una expansión del 0.4 por ciento, frente a la previsión oficial del 1.5 por ciento.

Por si fuera poco, el influyente banco de negocios neoyorquino opinó que Italia estaría ante las puertas de una nueva recesión y que serían los mercados financieros los que, en última instancia, obligarían a Roma a corregir su ruta.

Borri se dijo de acuerdo con ese diagnóstico, aunque se mostró confiado en que Roma y Bruselas llegarán a un acuerdo que contemple un déficit público de alrededor del 2.0 por ciento, una posibilidad que el gobierno ya ha considerado públicamente.

La semana pasada, los dos “hombres fuertes” del ejecutivo italiano, Matteo Salvini, líder de la Liga, y Luigi Di Maio, dirigente del Movimiento 5 Estrellas, confirmaron la posibilidad de retocar el déficit público en algunas décimas de punto.

Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, reconoció que se han logrado progresos en la negociación con Italia, aunque dijo que por ahora son todavía insuficientes.

“Si el gobierno rechaza modificaciones en el presupuesto se llegará al procedimiento de infracción, que desde el punto de vista formal significaría una multa, pero que llevaría a los mercados financieros a castigar severamente a Italia, con lo que aumentaría la prima de riesgo de la deuda, lo que a su vez impactaría a bancos y empresas”, señaló Borri.

Mientras que Antonio Maria Rinaldi, docente de Política Económica de la Link Campus University de Roma, consideró que Italia correría más riesgos de recesión en caso de aplicar las medidas que le exige Bruselas.

“La austeridad en este momento es la peor medicina para nuestro país, debemos buscar políticas expansivas inteligentes y en particular espero que este gobierno haga nuevas inversiones en el sector público, por ejemplo, y que impulse las inversiones privadas”, señaló Rinaldi en entrevista.

Aseguró que los mercados financieros saben que las recetas de Bruselas no son lo mejor y como exoperador bursátil dijo poder garantizar que si los mercados intuyeran que Italia se encuentra ante las puertas de un “default”, la prima de riesgo de la deuda no estaría en los 290 puntos que alcanzó estos días, sino que llegaría a los dos mil 900 puntos.

“Italia es la segunda industria de Europa, Italia es un mercado importantísimo, y si Italia cae, cae Europa y eso lo sabe la Comisión Europea”, señaló.

Además, dijo, Italia, fundadora de la UE, es un país contribuyente neto de Bruselas, por lo que en caso de ser sancionada podría congelar los fondos europeos.

“Creo que el presupuesto del gobierno es un presupuesto de resarcimiento, porque va a resarcir a los sectores sociales penalizados por años de austeridad y, en ese sentido, creo que la renta de ciudadanía debe ser vista como una forma de indemnización a aplicar mientras los beneficiarios encuentran un empleo”, anotó.

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